Gabriela Medina, mamá de un niño con síndrome de Down que no concurre a clases desde mayo pasado porque el Colegio María Auxiliadora le cambió intempestivamente el par pedagógico, reclama que el titular del Juzgado Civil y Comercial 2 resuelva favorablemente un recurso que presentó para revertir esa situación. Asegura que no es escuchada por las autoridades de la institución educativa, ni por el Poder Judicial, a pesar que el Ministerio de Educación emitió dos resoluciones que le dan la razón a la familia.
Río Grande.- “Gracias a la comunicación y el apoyo que tenemos con la Fundación ALAVI, que es la que se ocupa de los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, nos juntamos en Tribunales también con gente de la Asociación Civil Tu Puedes y familiares, para saber qué es lo que está pasando, porque hemos presentado un recurso de amparo para que Emanuel pueda regresar nuevamente al colegio, con su par pedagógico que por Resolución Ministerial le corresponde”, comentó Gabriela Medina, la mamá de un alumno de segundo grado del Colegio María Auxiliadora, quien desde el mes de mayo no concurre al colegio por esta circunstancia.
Mencionó que el niño, quien tiene síndrome de Down, tuvo “el año pasado el acompañamiento de una docente que el mismo colegio seleccionó por su currículo y de acuerdo al perfil, porque la resolución dice que tiene que ser un docente de acuerdo al perfil y las características de Emanuel, que es un niño que tiene síndrome de Down, no verbal y tiene un desorden sensorial y táctil. Eso quiere decir que le cuesta mucho generar un vínculo, lo estresa mucho, le lleva mucho tiempo, y ese vínculo ya se había generado el año pasado con esta docente, así que no entendemos por qué este año, de manera abrupta, decidieron sacarla y no permitirle el ingreso para seguir con mi hijo”, señaló la mamá.
Gabriela también mencionó que nunca fue informada sobre los motivos de tal determinación, e indicó que su hijo “comenzó las clases con la docente que ellos pusieron, pero no se generó el vínculo. Emanuel se estresaba mucho, no tenía adecuaciones curriculares, no tenía tareas. La docente no podía entenderle sus gestos, tampoco se comunicaron con nosotros para que supiera como se comunica Emanuel. Después se tomó una licencia la seño y entró otro profesor, esa fue otra tensión para Emanuel con otro docente nuevo, al mes de haber entrado la otra docente”, relató la mujer.
La mamá del alumno dijo que fueron “cambios bruscos para Emanuel, porque no hubo una anticipación. Él necesita que todo se le anticipe con mucho tiempo, para poder estar con una persona nueva porque si no es como que se le impone. Todo esto le fue generando estrés, Emanuel lloraba y lloraba todos los días, se despertaba a la noche llorando, hasta que llegó a estar con estrés severo, trastorno de sueño, hiperactividad, entre otras cosas”, puntualizó.
Gabriela Medina comentó que recurrieron al Poder Judicial, presentando una medida cautelar, para proteger al niño “mientras continúa la causa y que él pueda regresar al colegio. La idea es evitar que mi hijo siga estresándose y que no se siga generando esta situación emocional con la que está viviendo. Pero el juez la rechazó, nosotros apelamos y volvió a rechazarla, entonces queremos saber por qué se rechaza una medida cautelar, presentada porque se están vulnerando los derechos de Emanuel”, afirmó la mamá.
La mujer contó que el niño “tiene una hermanita que va a al mismo colegio, entonces él ve que ella sale con su uniforme y la llevamos juntos al colegio. Entonces todos los días hace crisis porque él ama ese lugar, ama ese espacio, ama la capilla dónde iba siempre y era un lugar de tranquilidad; no poder concurrir a esos espacios le genera mucha angustia”, señaló.
Vale mencionar que la familia recurrió también al Ministerio de Educación, desde donde emitieron dos resoluciones para que Emanuel vuelva con su par pedagógica, pero dijo Gabriela que a pesar de tratarse de “un colegio que tiene una subvención del 100%, no acatan las dos resoluciones ministeriales que salieron y hacen caso omiso, al parecer ellos ponen las reglas sin fijarse lo que el niño necesita”, concluyó la mamá.