El Ministro de Desarrollo Humano informó que se está trabajando para generar una ayuda a los inquilinos particularmente de la capital fueguina, por la escasez y alto costo de los alquileres, que les impiden acceder a la renovación de contratos. “Dentro de la reforma del código civil y comercial hay un artículo que plantea programas de acceso a alquileres sociales y estamos trabajando con esa normativa para ver qué ayuda podemos dar, que siempre son paliativos”, dijo. Es el principal problema que se plantea en la localidad, dado que los propietarios han destinado sus departamentos a alquileres temporarios para el turismo, mientras que en la zona norte la principal demanda pasa por la situación en algunas fábricas en conflicto por falta de insumos, donde se refuerza la asistencia alimentaria y algunos planes RedSol.
Río Grande.- El ministro de Desarrollo Humano, Marcelo Maciel, fue consultado por FM La Isla sobre los datos de desocupación conocidos ayer, del 6,9% para el país; y del 4,3% para la provincia en el segundo trimestre. “Detrás de esos números hay personas y nuestro ministerio está en la línea de frontera ante estas variables. Todas las secretarías del ministerio tienen demanda, y hay nuevos ingresos de forma permanente a los programas de emergencia, como RedSol, Mesa Fueguina y módulos alimentarios. Hay demanda en los comedores barriales también”, señaló.
“Estamos trabajando para dar un aumento en el programa Cuidemos la Mesa Fueguina, y también trabajamos en subsidios para alquileres. Este año dimos un aumento en RedSol, en forma escalonada, porque un individuo no puede recibir la misma ayuda que una familia. Cuando asumí estaba en 4 mil pesos, y el individuo recibió un aumento del 50%, para la familia con hasta tres hijos menores fue del 100%, es decir 8 mil pesos; con más de tres hijos pasó a 9.500 pesos y algunas familias tienen más de siete hijos y reciben 11 mil pesos. Es una ayuda solamente porque el ministerio no le resuelve la vida a nadie. Es una ayuda ante la emergencia y lo mismo pasa con el pago de hospedaje, que es temporario. Nosotros no somos el IPV y acompañamos la emergencia con ciertas herramientas”, explicó.
“En abril hicimos una revisión de padrones y detectamos personas que tenían ingresos declarados, que estaban en blanco, eran monotributistas, y dimos de baja 6 mil beneficiarios. También había gente que no había renovado la documentación. Todos los meses vemos que hay personas que se acercan a volver a pedir esta ayuda, y sabemos que al que trabaja tampoco le alcanza. Es una situación compleja porque la normativa del Ministerio no permite que una persona con ingresos acceda a ciertos programas”, planteó.
Reclamo de inquilinos
Con respecto a la crisis habitacional en Ushuaia por la decisión de muchos propietarios de destinar sus inmuebles a alquiler temporario para el turismo, informó que “hace dos semanas me reuní con los inquilinos autoconvocados de Ushuaia, y ellos plantearon que no querían un plan, pero que los ingresos no les permitían renovar el contrato de alquiler, sobre todo en Ushuaia donde muchos propietarios ponen sus departamentos al servicio del turismo y cobran en dólares. Además de que la gente no consigue, los valores son excluyentes. Por eso estamos trabajando para generar cierto tipo de ayuda, no para la totalidad del alquiler, porque tampoco lo está pidiendo la gente, pero sí una ayuda para renovar el contrato”, adelantó.
“Dentro de la reforma del código civil y comercial hay un artículo que plantea programas de acceso a alquileres sociales y estamos trabajando con esa normativa para ver qué ayuda podemos dar, que siempre son paliativos”, aclaró.
Marcó este punto como el eje del conflicto, a diferencia de lo que ocurre en Río Grande. “En Ushuaia la problemática habitacional es más compleja, por el fenómeno del turismo. Entiendo que habría que proponer leyes que puedan garantizar por lo menos un porcentaje para responder a la demanda local. En Ushuaia tenemos mucha más demanda para hospedajes y alquileres, por esta situación”, aseguró.
“En Río Grande es diferente pero también hay personas en situación de calle, que no pueden sostener sus alquileres, pero no es la gravedad de Ushuaia. Con la falta de dólares para insumos de las industrias, hay trabajadores en situación de conflicto desde hace tiempo y tratamos de colaborar con las ayudas que tenemos, en algunos casos puede ser por RedSol y sobre todo módulos alimentarios, para paliar un poco esas situaciones”, indicó.
Programas nacionales
Sobre los programas nacionales, mencionó que está vigente el programa Alimentar, “que también trabaja de modo escalonado, y es una ayuda bastante buena para la alimentación. Hay subsidios para mejoras en las viviendas, y son programas a los que se accede por sorteo. Está el PROCREAR para viviendas y muchas familias pudieron acceder a esos créditos. Entendemos que la situación no se resuelve solamente con eso, porque cualquiera de nosotros que va a hacer una compra sabe que los precios se complican y el que tiene un sueldo promedio tiene que bajar la calidad de lo que consume”, lamentó.
“La situación es mucho peor para los que están desocupados y tratamos de fortalecer los módulos alimentarios. Hay muchas madres solas con hijos chicos, por eso revisamos los padrones en forma permanente para administrar mejor los recursos que tenemos y poder dar respuesta. Dentro de las siete secretarías del ministerio, hay una de Economía Popular, y su misión es fomentar cooperativismo, emprendedurismo y asociativismo. El secretario Mariano Blasón está trabajando en el desarrollo de ferias, donde se convoca a productores y artesanos, y se generan espacios tanto en Ushuaia como en Río Grande, con una frecuencia quincenal o mensual. En simultáneo hacemos capacitaciones y el fin de semana salió la noticia de un programa que se desarrolló a través de la delegación de gobierno de Buenos Aires con una financiación que consiguió la delegación, y se llama Desarrollando Emprendedoras, destinado particularmente a mujeres. Son dos o tres meses de capacitación en costos, marketing, para emprendimientos y negocios, y por otro lado se otorgan herramientas para desarrollar mini empresas. Se entregaron certificados a casi 90 mujeres, de Ushuaia y Río Grande, que tienen emprendimientos variados, algunos textiles, otros gastronómicos, algunas trabajan en diseño”, dijo.
Subsecretaría de Políticas de Género
Finalmente se refirió al conflicto en la Subsecretaría de Políticas de Género y planteó algunas situaciones injustas que se exponen en los medios: “La semana pasada yo estaba reunido con las trabajadoras de género en Río Grande y en simultáneo me comparten la noticia de un portal que decía que el ministro estaba desaparecido. Es cierto que hay reclamos justos, que tienen que ver con infraestructura, con fortalecer con más personal algunas áreas. A lo largo de ocho años muchos profesionales pasaron a otras áreas de gobierno y además hay mucho estrés para el trabajador del ministerio. El que viene a golpear las puertas viene alterado, no es el que los trata mejor, porque hay situaciones complejas. Más allá de la vocación, los trabajadores están en un lugar de mucho estrés y es comprensible que busquen otro ámbito. Yo tengo casi 200 vacantes en una sola secretaría y se necesita cubrir espacios. Estoy pensando en incorporar personal para las áreas de protección infantil, en las áreas de género, se está trabajando con los ingresos a planta y hay un compromiso del gobernador con respecto a género”, afirmó.
“En Río Grande los ingresos a planta se fueron dando paulatinamente y en Ushuaia tenemos una situación con infraestructura y se abrió hace dos semanas la licitación para el cableado eléctrico. Entiendo que se va a resolver en lo inmediato. De ahí a plantear cuestiones de violencia institucional como se ha hecho, es bastante complejo y no quiero ser grosero en esto. Tuvimos la renuncia de la subsecretaria que generó bastante revuelo, al poco tiempo tuvimos situaciones de femicidio en Tolhuin, que es una ciudad que ha crecido y necesita tener profesionales propios, pero me ha pasado que muchos no quieren residir en Tolhuin, y tampoco los salarios son competitivos respecto de otras áreas”, observó.
“Es difícil conseguir personal que quiera ir a vivir a Tolhuin y para resolver esto estamos trabajando con equipos itinerantes, que viven en Río Grande o Ushuaia y prestan servicios dos o tres veces por semana. Cuando hay situaciones de emergencia tenemos funcionarios en la delegación que viven ahí y nos permiten resolver intervenciones inmediatas por fuera del horario laboral”, concluyó.