El director de epidemiología, Dr. Juan Petrina, informó sobre la confirmación de cuatro casos en la provincia, tres en Ushuaia y uno en Río Grande, más otros cuatro sospechosos que se están analizando. Todos ellos tienen antecedentes de viaje y uno tuvo relaciones con un viajero. Aclaró que la enfermedad no requiere de internación pero es muy contagiosa, por lo que se aísla al paciente y a los contactos estrechos. Además de sintomatología como fiebre, dolores musculares, inflamación ganglionar, aparecen lesiones en la piel con forma de vesículas y el líquido que despiden es el que contagia por simple contacto, incluso a través de elementos donde haya quedado depositado ese líquido. La particularidad es que afecta casi en su totalidad a varones y, de hecho, la estadística nacional habla de 326 casos, de los cuales uno solo es una mujer, pero “nadie está exento del contagio”, advirtió el médico.
Río Grande.- El director de epidemiología, Dr. Juan Petrina, confirmó por Radio Nacional Ushuaia los cuatro casos de viruela del mono en Tierra del Fuego, más otros cuatro sospechosos que están en estudio, a la espera del resultado de las muestras del hospital Malbrán.
En todo el país se detectaron 326 casos, de los cuales uno solo es una mujer, pero nadie está exento del contagio, advirtió el médico. “Tenemos cuatro casos confirmados en la provincia, uno en Río Grande y tres en Ushuaia, y tenemos cuatro más sospechosos que están todavía en investigación.Es una enfermedad causada por un virus, y normalmente es endémica en la zona de África. Ya este año se empezó a diseminar en distintos lugares de Europa primero, luego en América, y ha llegado a la Argentina. Aparte de síntomas bastante inespecíficos, como fiebre, dolores musculares, inflamación de articulaciones y de nódulos linfáticos, aparecen lesiones de tipo pústulas en distintas partes del cuerpo, en la espalda, los genitales, zona perianal, manos, cara también, y puede ser contagiosa, principalmente por contacto directo de piel, o a través de elementos contaminados con el líquido que sale de estas vesículas. Más raramente podría llegar a contagiarse por contacto estrecho, por estar a menos de un metro durante más de 15 minutos, a través de vías respiratorias; pero la principal vía de contagio es por contacto directo con esas lesiones”, dijo.
Virus “importado”
Aseguró que la mayoría de los casos detectados “tiene antecedentes de viajes a otras provincias” y uno que no viajó mantuvo relaciones sexuales con un turista. “Los casos sospechosos no solamente son por la sintomatología sino que tienen un componente epidemiológico que en este caso pueden ser relaciones íntimas con personas de las que desconocen su estado sanitario, y que a su vez hayan estado en otras provincias. Con ese tipo de antecedentes terminamos de activar el sistema, el médico sospecha, notifica, se aísla a la persona sospechosa y se dan las pautas de alarma a los contactos estrechos. Los dividimos en base a si son de alto, mediano o bajo riesgo, de acuerdo al tipo de contacto que hayan tenido con la persona sospechosa, hasta que se confirme o descarte el caso por laboratorio”, explicó del procedimiento.
“La toma de muestras se hace acá pero se envían a Buenos Aires y el diagnóstico lo hace el Malbrán, que informa vía mail. En caso de que sea descartado, se libera a la persona. Hay pruebas que se hacen en la provincia para hacer diagnóstico diferencial de otras enfermedades similares, como herpes o sífilis, y eso va a la par. Si se llega a confirmar alguna de estas enfermedades, se adelanta el resultado; si no, se espera el diagnóstico de Buenos Aires. Con ese resultado, el caso descartado se desaísla y el caso confirmado pasa a tener un seguimiento clínico. En general es una enfermedad bastante leve que se termina auto resolviendo y no requiere de internación ni mucho menos. Una vez que se secan esas pústulas se hace una costra que se cae y ya consideramos que la persona no es más infectante”, señaló.
Entre dos y tres semanas
Respecto del tiempo que debe permanecer aislado el paciente infectado, está determinado por la caída de las costras de las lesiones y “más o menos para que caiga la costra demora entre dos y tres semanas. De hecho, el primer caso que tuvimos ya está dado de alta. Los pacientes han reportado que estas erupciones son dolorosas y molestas, más allá de toda la epidemiología, que es dificultoso abordar. Estas lesiones pueden dejar marcas, pero en general se resuelven sin mayores inconvenientes”, apuntó.
“De los cuatro casos que tenemos hasta ahora, tres tienen antecedentes de viaje y la otra persona tuvo relaciones con alguien que vino de viaje, así que podemos decir que todos vinieron de otra provincia, pero son de Tierra del Fuego, no turistas”, aclaró el médico.
Protocolo de aislamiento
Consultado sobre la metodología de aislamiento, dado que no requieren de internación, indicó que “se realizó un protocolo con el resto de las provincias y la nación, para diferenciar contactos estrechos de alto, mediano y bajo riesgo, porque no es lo mismo un contacto íntimo que una persona que saludó y se fue. Ninguno de los contactos tiene indicación de aislamiento, hay un monitoreo activo de parte de epidemiología y los vamos llamando durante 21 días. Hay también un auto monitoreo, porque les damos las pautas de alarma para que nos avisen ante la sospecha de un síntoma. El tercer caso, que son los de bajo riesgo, no tienen ningún tipo de control más que el pedido de que avisen en caso de que tengan algún síntoma”, diferenció.
Asimismo, dejó en claro que la viruela del mono “no es considerada una enfermedad de transmisión sexual, pero dentro de las medidas se recomienda el uso del preservativo para evitar el contacto con las lesiones en la zona genital. Sin embargo las vesículas pueden estar en la cara, en la espalda, y son igual de contagiosas. Es más frecuente el contagio en una relación sexual, pero no es excluyente”.
“Los rangos más afectados que tenemos van de los 18 a los 40 años, y alrededor del 98% de los casos del país son hombres, pero no quiere decir que las mujeres estén exentas de contraer la infección”, dijo. De hecho, en la estadística nacional señala que, de los 326 casos, uno solo es de una mujer, y del total hay 186 que tienen relaciones con otros hombres. “Esto se relaciona con las estadísticas a nivel mundial, no solamente del país y, si bien el grupo de mayor riesgo es el que tiene relaciones entre hombres, no quiere decir que el que tenga relaciones con mujeres no pueda contagiarse”, remarcó.
Los síntomas
El director enfatizó en los síntomas para informar a la población, ante la circulación de este virus. “Dentro de los síntomas, las personas empiezan con una fiebre de aparición repentina mayor a 39 grados, pueden tener dolores de cabeza, musculares; linfoadenopatía, que es dolor en los ganglios, dentro de la parte clínica. Luego hay que ver los antecedentes y si tuvieron contacto con alguna persona que tenía alguna lesión o tocaron material, sábanas, utensilios que hayan podido compartir con otra persona; además las relaciones sexuales con una o más parejas nuevas, múltiples u ocasionales, de las que desconozcan su estado sanitario. Son considerados síntomas sospechosos y la persona debe concurrir a la consulta”, recomendó.
“No hay un tratamiento específico, se tratan los síntomas como la fiebre, los dolores, y se trata de evitar las infecciones secundarias de las lesiones de la piel. En general el curso es bastante leve y no requiere internación. Se ha hablado de un fármaco pero no lo tenemos en el país, y no se da una vacunación específica tampoco. Las personas que han recibido la vacuna antivariólica, que hace años no se da, pueden llegar a tener cierta inmunidad. Si bien existe una vacuna para este tipo de viruela, no es recomendación de la Organización Mundial de la Salud incluirla en el calendario obligatorio, porque no es una zona endémica. Esto se realiza en África, pero no en el resto del mundo”, concluyó.