Los satélites argentinos aportan al seguimiento de los hielos se realiza en el marco de la Campaña Antártica de Verano, para brindar un servicio al rompehielos Irízar. En esta nota mostramos cómo evolucionó el fenómeno durante tres días y cómo se trabaja, desde la CONAE y otras instituciones vinculadas, para guiar a la embarcación hacia las bases argentinas del continente blanco.
Ushuaia.- Como en años anteriores, para esta nueva Campaña Antártica de Verano 2022-2023, el Instituto Antártico Argentino (IAA) y Servicio de Hidrografía Naval (SHN) están utilizando imágenes obtenidas por los satélites de la constelación SAOCOM 1 para guiar al rompehielos ARA «Almirante Irizar» en la búsqueda de las mejores rutas entre los mares australes para abastecer las bases que posee la Argentina en el continente blanco.
En el marco de este servicio que brinda la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), desde el pasado lunes 23 de enero se pudieron captar imágenes de un témpano de 1500 km2, denominado A81, que se desprendió el domingo 22 de la barrera de hielo Brunt, en el Mar de Weddell. La información satelital es de vital importancia para definir la trayectoria del rompehielos, que a la fecha está anclado en el puerto de Ushuaia, a unos 2900 km del bloque de hielo desprendido, y que en los próximos días partirá en dirección hacia la base Belgrano II.
Sebastián Marinsek, jefe del Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino, quien estuvo a cargo del procesamiento de esas imágenes satelitales provistas por la CONAE, explicó que desde ese organismo vienen monitoreando la zona y observando el crecimiento de la grieta que esta semana generó el desprendimiento del témpano. El seguimiento que realizan se concentra en mayor medida en esta época del año, por la campaña antártica.
“Este fenómeno responde a ciclos naturales de los glaciares, que en este caso cobran mayor dimensión por la extensión del continente antártico, que posee 14 millones de kilómetros cuadrados. Este témpano, en realidad, comprende una pequeña porción de la barrera de hielo de dónde provino”, indicó. “El témpano posee 40 metros de alto, 40 kilómetros de ancho y 60 kilómetros de largo, y en estos momentos se encuentra a la deriva, por eso vamos a seguir monitoreándolo para que la tripulación a bordo del rompehielos tenga la información necesaria para tomar las decisiones y esquivarlo”, agregó.
“En las imágenes se observa cómo el témpano se desplaza hacia la dirección de la base Belgrano II. Pero como su movimiento es la deriva, en función de las corrientes del mar, es difícil predecir hacia dónde se va a seguir deslizando. Por eso la importancia de la constelación SAOCOM, porque con los dos satélites podemos monitorear todos los días cómo va evolucionando el camino que va haciendo, en particular en el momento que el barco ingrese a la zona por el norte. Cuanto más lo sigamos, también vamos tener una mejor precisión sobre velocidad con la que se está desplazando”, apuntó.
Información satelital para campañas antárticas
Marinsek destacó el vínculo que posee el Instituto Antártico Argentino con la CONAE, a partir de un convenio para el uso de las imágenes, que comenzó con la misión SAC-D/Aquarius, lanzado en 2011, y que se extiende en la actualidad con los satélites SAOCOM 1A y 1B, puestos en órbita en 2018 y 2020, respectivamente.
Desde la CONAE, Aldana Paula Bini, jefa de la Unidad de Atención al Usuario, explicó que la agencia espacial argentina viene dando soporte a las campañas antárticas en la zona sur del Mar de Weddell desde 1998, en los primeros años con imágenes RadarSat (provistas por Canadá a la CONAE), y luego con imágenes COSMO-SkyMed y SAOCOM, hasta la actualidad. Estas imágenes se ponen a disposición del SHN, dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación, que tiene entre sus funciones la de monitorear y vigilar la campaña antártica, y del IAA, perteneciente a la Dirección Nacional del Antártico (DNA), que se ubica en el ámbito de la Cancillería y es el principal responsable de las investigaciones científicas en el continente antártico.
“Para esta nueva campaña antártica de verano, comenzamos a brindar apoyo con imágenes SAOCOM a partir de noviembre de 2022. Desde el Servicio de Hidrografía Naval nos indicaron cuáles son las zonas de interés y nos enviaron un cronograma con la trayectoria del Irizar. En base a ese pedido, programamos las adquisiciones de las imágenes SAOCOM, siempre sujetos a posibles modificaciones que puedan surgir, como el desprendimiento de este témpano”, indicó. “A partir del domingo 22 de enero, cuando nos comunicaron la ruptura de la barrera del hielo, que se encontraba en la zona de navegación y en las cercanías a base Belgrano II, que era el próximo destino del rompehielos, pudimos obtener las primeras imágenes del desprendimiento, a partir del lunes siguiente”, añadió.
A diferencia de la información provista con sensores ópticos, el Radar de Apertura Sintética (SAR) de los SAOCOM proporciona una gran ventaja para guiar la embarcación entre los hielos antárticos, por su capacidad para captar imágenes independientemente de las condiciones meteorológicas. “El radar de los satélites SAOCOM puede ver a través de las nubes, entonces nos permite hacer monitoreos todos los días, aunque esté nublado, hecho muy usual en la Antártida. Además, en las zonas polares, los satélites pasan con mayor frecuencia, por lo que podemos disponer de mayor número de imágenes. Teniendo en cuenta tanto pasadas descendentes como ascendentes, en promedio a esa latitud cada satélite pasa unas dos veces por día”, detalló Bini.