En medio de un creciente enfrentamiento diplomático con Gran Bretaña y alegaciones de una presunta «amenaza» militar desde las Islas Malvinas por la soberanía, el Gobierno decidió reforzar la presencia de las Fuerzas Armadas argentinas en el Atlántico Sur. El plan de despliegue de efectivos militares, equipamiento, aviones y mayor nivel de control de radarización en la zona cercana a las islas Malvinas forma parte de un plan de «despliegue territorial» y una estrategia de defensa que la administración de Alberto Fernández quiere profundizar.
Río Grande.- En paralelo al planteo diplomático de la Cancillería de derogar el acuerdo «Duncan-Foradori» firmado durante el gobierno de Mauricio Macri, el Ministerio de Defensa decidió avanzar en un plan sistemático de refuerzo militar en bases del Atlántico Sur.
Según el Ministro de Defensa Jorge Taiana, «en las últimas décadas, la presencia de las Fuerzas Armadas en el sur ha quedado limitada. Nosotros creemos que las Fuerzas Armadas tienen que tener un despliegue territorial que permita cubrir adecuadamente desde la perspectiva de defensa el conjunto del territorio nacional y en particular en las zonas que fueron menos protegidas».
En respuesta a esta estrategia militar, el presidente Alberto Fernández señaló: «Es hora de volver a poner la vista en el sur; Malvinas es una causa actual y es más que la memoria de la guerra: es una causa nacional porque el Atlántico Sur y, sin dudas, nuestro territorio antártico son un enclave vital de nuestra soberanía territorial y política».
En relación a esto, el medio El Cronista pudo averiguar que el plan de refuerzo militar en el Atlántico Sur contempla diferentes ejes. Primero, hay un desplazamiento mayor de efectivos militares de las tres fuerzas, pasando de 200 a 400 efectivos del Ejército tan sólo en la base de Río Gallegos y en Ushuaia.
En segundo lugar, se está trabajando en la creación de una Guarnición Militar Conjunta en Tolhuin, localidad estratégica de la Provincia de Tierra del Fuego, permitiendo así que el Ejército Argentino tenga presencia en el lugar más austral.
En tercer lugar, hay un mayor nivel de control de radarización en la zona, contando con el radar de Río Grande, el de Río Gallegos y próximamente otro radar fijo. Esto debido a que el Gobierno tiene pruebas de vuelos irregulares del Continente a las Islas Malvinas.