Así lo evaluó Julio Lovece, presidente de la Fundación Ushuaia XXI, en relación a la situación de los alquileres temporarios que ponen en jaque a los inquilinos de la capital fueguina. Aclaró que si bien no está en contra de quienes deciden invertir en un departamento para destinarlo al turismo, consideró que “hay procesos en los que debe intervenir el Estado a pesar de a que a muchos les moleste”. Remarcó la necesidad de avanzar en sanciones y regulaciones a las plataformas digitales para que la oferta y demanda sea más equitativa. Dijo que es “necesario generar el debate porque no es tu problema del INFUETUR, es un problema de todos”.
Ushuaia.- El presidente de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, dialogó con Radio Provincia sobre la problemática que atraviesa Ushuaia en relación a los alquileres temporarios y que se ha puesto en agenda nuevamente en el marco del escenario electoral por el que atraviesa Tierra del Fuego.
Al respecto, indicó que “lo primero que debemos evaluar es que el turismo es una actividad tan dinámica que es como que siempre estamos descubriendo algo nuevo a pesar de que en Tierra del Fuego quizá hay temas que llegan un poco más tarde porque no somos esos destinos poderosos del continente como puede ser México, o Francia y España en Europa. Ellos siempre viven procesos que generan mucho debate y controversia. Lo más importante es entender que mi posteo no es más que una opinión. El objetivo es generar debate y no es malo y la gente a veces lo toma como una discusión política o personal y el objetivo es decir que a este problema lo estamos viviendo y no es de un gobierno, es un problema de todos. No es un problema del INFUETUR, sino que de todos. De quienes estuvieron antes y de quienes estarán después. Es bueno debatirlo y sacarlo a la luz”.
En este sentido, remarcó que “debemos partir de la premisa de que yo no me opongo de ninguna manera a la oferta de departamentos. Esto es parte de una modalidad que se ha impuesto. La gente cuando viaja quiere ir a un departamento y no a un hotel. Ahí no hay debate porque el pasajero tiene todo el derecho de elegir dónde hospedarse y de qué manera contrata este servicio. Coincido en que las reglas del juego tienen que ser claras y aplicarse en todos los casos. La competencia tiene que ser leal. No puede haber gente que trabaje en negro y otra en blanco, y a quienes le apliquemos todas las ordenanzas y leyes, y a otros nos consideremos impotentes porque no tenemos forma de controlarlos, por decirlo de alguna manera”.
Lovece realizó un posteo en su cuenta personal de Facebook donde “citaba algunos ejemplos de ciudades donde se generó un debate muy serio y se han legislado determinadas normativas para poner límites a la oferta de departamentos y en todo caso nos va a ayudar porque en base a la experiencia que tengan lugares como Barcelona y París, por ejemplo, veremos de qué manera podemos ordenarlo aquí sin cometer los errores que ellos pueden estar cometiendo. En otros lugares a Airbnb la han sancionado y multado. Lo que pasa es que una plataforma que debe estar costando unos 30 mil millones de dólares, es un negocio formidable, y que lo multen en 60 o 100 mil euros, es una propina. Son destinos turísticos como Barcelona que han multado y los han intimado a que bajen unas catorce mil ofertas de alojamientos que no estaban habilitados. Hay lugares donde se les está intentando poner un cierto límite. Yo no estoy en contra de la plataforma, porque entiendo que es una nueva modalidad y son inevitables”.
Asimismo, advirtió que “estas plataformas no consideran cuáles son las políticas internas de cada lugar y más allá de las reglamentaciones, para ellos está primero su negocio e indudablemente te van a ofrecer alojamientos habilitados y no habilitados. Estoy de acuerdo con las plataformas y que la gente las utilice. Estoy de acuerdo con que haya oferta de departamentos, y no me opongo que aquel que construye un departamento o un edificio para la oferta de turismo, tiene el derecho de hacer uso de su inversión de la manera que le sea más conveniente, pero hay procesos que merecen la intervención del Estado y eso a algunos les molesta; y más hoy, de acuerdo a los tiempos que estamos viviendo, el Estado viene muy vapuleado, pero debe intervenir porque es el que regula y el que trata de compensar ciertas distorsiones como pasa en Ushuaia con respecto a quienes necesitan alquilar una casa o un departamento y no pueden acceder”.
El ex secretario de Turismo sostuvo que “lo que tenemos que entender es que un destino turístico debe garantizar que la ciudad debe estar pensado primero para quienes vivimos acá. Lo que es bueno para nosotros también es para el turismo, pero en ese orden. No podemos preparar la ciudad en función de la demanda turística o en función de que hay quienes les interesa que haya cada vez más turismo a pesar de que vaya en desmedro de la gente. Hay cuestiones que son indiscutibles y no merecen demasiado análisis. El desafío está en cómo hacemos que la ciudad sea mejor para nosotros y para el turista”.
La carta de Lovece
“Desactivemos la bomba”
Estamos de acuerdo que el turista tiene que disponer de la libertad de contratar el servicio de alojamiento que le apetezca. Que el propietario debe disponer de la libertad de hacer de su inversión lo que le resulte más redituable. Pero vivir en una comunidad implica aceptar las reglas del juego, ello significa que las leyes deben existir para asegurar que todos se beneficien y que dicho beneficio no se sostenga en el perjuicio de los demás vecinos o residentes de un destino turístico.
Además de asegurar que la competencia no sea desleal. Las plataformas son un negocio formidable para sus administradores y tienen ventajas y desventajas. (ya hablaré de ellas en detalle) Varios destinos turísticos del mundo le han impuesto límites e incluso han legislado, o lo están haciendo, leyes para ello.
De igual forma ciudades importantes que han limitado la oferta de alojamiento bajo esta modalidad. Por ejemplo: Ámsterdam, Barcelona, Berlín, Londres, Palma, Nueva York, París, San Francisco, Singapur, Tokio, etc. Es un buen tema para el debate, no le esquivemos ni lo escondamos, es lo peor que podríamos hacer.
Por sobre todo debemos entender que los procesos que implica el turismo deben ser gobernados por nosotros, de ninguna manera por estas plataformas a las que poco les interesa el futuro de nuestro destino.