Aun con críticas a la gestión provincial, el diputado Stefani admitió que toda la oposición junta, contando el PRO, Juntos por el Cambio, los Republicanos y los votos en blanco, ganó Melella en primera vuelta, por lo que lo reconoció como “un estadista”. Insistió en que se trata del gobierno “más corrupto”, pero se resignó a acatar el mensaje de las urnas. Cuestionó duramente al senador Pablo Blanco por la división de Juntos por el Cambio. Además consideró que esta elección fue como una PASO para ver quién lidera el espacio opositor.
Río Grande.- El diputado Héctor “Tito” Stefani, candidato a gobernador por el PRO, reconoció la derrota contundente con el triunfo de Gustavo Melella en primera vuelta, y observó que ni toda la oposición junta llegó a igualar los votos conseguidos por el actual mandatario.
Por Radio Provincia, dijo que “evidentemente hubo una muy buena elección del gobernador, que le permite ganar en primera vuelta, y esa es la realidad y la voluntad del electorado. Creemos que hay un discurso del gobernador que habla de que en esta provincia no hay grieta, y yo lo que creo no es que hay o no grieta, sino que no hubo oposición. La oposición siempre ayuda en el sistema democrático a que se pueda corregir y mejorar”.
“Nosotros tomaremos el resultado de la elección cuando sea oficial, ciudad por ciudad. Estamos convencidos de que la nuestra es una buena propuesta y creemos firmemente en todas las cosas que hemos dicho en la campaña: que este es un gobierno con un alto grado de corrupción, que dilapida los fondos públicos, que la Legislatura no ha sido oposición, y que es un modelo que funciona si tiene recursos nacionales. Creemos que la situación de la Argentina no da para tener ese tipo de políticas sino al contrario. Estamos acostumbrados a tener una torta que depende siempre de los fondos públicos y tenemos que salir a que crezca la actividad productiva, la actividad privada, que se genere empleo, y eso va a generar también que el Estado crezca, pero no dependiendo exclusivamente de los fondos de Nación”, planteó.
Un modelo de recursos públicos
Con la premisa de que “la voluntad popular nunca se discute en un sistema democrático”, Stefani cuestionó el modelo que encarna Melella. “Desgraciadamente las sociedades tienen los gobiernos que se le parecen. Nosotros no venimos de un plato volador, emergemos de la sociedad. Somos un anticuerpo chiquitito, hemos empezado a trabajar y hemos armado un equipo, pero evidentemente no nos han dado la chance de pensar la sociedad que queremos. El gobernador reeligió en primera vuelta pero el sistema educativo no es bueno, el sistema de salud tampoco porque crece la clínica privada y el hospital cada vez está peor; tampoco es bueno el sistema energético para que vengan empresas y se genere trabajo. No se hicieron obras de infraestructura importantes y la planta política no fue austera porque tienen 1.100 empleados. La voluntad popular es la voluntad popular y hay que someterse, eso nadie lo discute en un sistema democrático. Este es el modelo al cual nos llevaron el gobernador y gran parte de la Legislatura. Es un modelo que se sostiene a base de recursos públicos, en un país que emite moneda, tiene más del 110% de inflación y está al borde de una hiperinflación. En unos meses o en un año podré contar cuál es el resultado final de este sistema y adónde nos lleva”.
Consideró que pelearon contra una gran estructura. “Obviamente, porque es un ejército de militantes. Nosotros cuando arrancamos con Paulino sabíamos que era David y Goliat y que era épico lo que queríamos hacer, con 1.100 empleados políticos. Han puesto plata en todos lados. Realmente para que gane en primera vuelta no es un gobierno bueno. Obviamente que soy opositor, pero lo veo como un ciudadano común, porque no sé qué ha hecho este gobierno de efectivo. Yo no me conformo y este gobierno no me representa ni por casualidad. Nosotros vamos a trabajar férreamente todos los días para constituirnos en más oposición y seguir con nuestro plan adelante. Somos gente honesta y hemos puesto mucho trabajo en esto, lo hacemos por vocación y hemos puesto un plan a consideración de la ciudadanía. A partir de que nosotros publicamos nuestro plan, hubo algunos que salieron a hablar igual de la educación que nosotros. Incluso de nuestro propio espacio de Juntos por el Cambio, porque Pablo Blanco no podía balbucear dos palabras y empezó a hablar de educación; el gobernador empezó a hablar de la doble escolaridad. Ese trabajo lo vamos a seguir haciendo, vamos a seguir creciendo y apostando a hacer política seria”, afirmó.
Dentro de Juntos por el Cambio
Aunque fue por fuera del espacio, Stefani se consideró parte de Juntos por el Cambio y consideró que esta elección fue “como una PASO” para definir quién lidera la alianza. “Acá se está jugando otra elección, que es quién lidera Juntos por el Cambio, si lo lidera Pablo Blanco, Frigerio y Bertotto, o lo lideramos nosotros dos. Esa es la elección que se está jugando y nosotros no vamos a entregar Juntos por el Cambio porque se le ocurrió a Pablo Blanco o a cualquier porteño que viene a Tierra del Fuego y se autodetermina federal. Nosotros vamos a ampliar nuestro espacio, vamos a juntar más fueguinos, vamos a seguir trabajando y nos vamos a constituir en la oposición que necesita este gobierno para hacer las cosas un poco mejor. Lo que sacamos en esta elección es nuestro piso para seguir trabajando. Estamos convencidos de que el camino es por otro lado y que este camino no nos va a llevar a buen puerto”, dijo.
“Nosotros estamos yendo casi a una PASO con Juntos por el Cambio, si no se registra después quién conduce el espacio estamos en otro problema. Ahí nos sentaremos con Paulino a ver qué hacemos. Si la segunda fuerza política fuera Juntos por el Cambio, obviamente nosotros nos equivocamos en nuestro planteo, y ya cuando Melella dijo que Pablo Blanco era un buen candidato a gobernador, nosotros empezamos a barajar que había algún acuerdo. Nosotros estamos convencidos de que esta es una provincia que necesita gente preparada, la política no es ni para CEO de empresas ni para chantas, nosotros con Paulino hace rato que estamos ejerciendo la política con pasión y hemos armado un equipo de gente. Hemos conformado un plan de trabajo y nos postulamos para ser una opción para el electorado, que ya le ha dado un voto de confianza a Melella y eso nos hace reflexionar para analizar los resultados. Somos totalmente obedientes de la voluntad del electorado fueguino pero nos da más fuerza todavía para seguir trabajando para lo que se viene, porque sabemos que esta política es cortoplacista”, advirtió.
El estadista
En otro párrafo reconoció que “nosotros más Juntos por el Cambio, más los republicanos y los votos en blanco, no alcanzamos a Melella, así que obviamente Melella hizo una buena elección y es un estadista. Del punto de vista del electorado el tipo es un crack, ahora después cuando vamos a los resultados, yo no los veo”, manifestó.
Igualmente, si la oposición no se hubiese dividido, no ganaba, se resignó. “No es el modelo que pensamos que impacte en el electorado. Creo que se nota mucho la necesidad de haber apurado la elección, se nota mucho el sistema complicado de elección. La gente que está con nosotros y yo confiamos en que tenemos una buena propuesta para Tierra del Fuego. Para nosotros el Estado fuerte y eficiente es necesario, pero generando las obras de infraestructura para que el privado sea el que genere trabajo. Hay que estar al lado de las pymes, al lado de la microempresa, que son los que generan, hay que subsidiar al empleo reduciendo el impuesto a esa gente, hay que fortalecer el sistema energético para que las industrias que vengan a radicarse en Tierra del Fuego tengan la chance de generar empleo, tenemos que trazar una línea con varios sectores de la sociedad y de los trabajadores para cambiar lo que estamos haciendo, pero eso no lo cree la mayoría de los fueguinos”, lamentó.
Votos en blanco
Consultado acerca de cómo interpreta los votos en blanco para el estamento ejecutivo, aclaró que “el voto en blanco es difícil de interpretar. Creo que la política está alejada de la sociedad y que la sociedad está asqueada de la clase política, de los dirigentes, no le gusta la política y tienen alguna expresión con el apoyo a Milei, y tienen alguna expresión con el voto en blanco. Hay varias interpretaciones”.
“La clase dirigente no viene de otro planeta sino que sale de la sociedad y hay dos alternativas, jugar al Don Pirulero y echar la culpa de todo lo que pasa al resto, o involucrarse, arremangarse y meterse en barro para ver cómo se resuelve. La política es una herramienta para cambiar la realidad pero por sí sola no hace nada y se necesita de gente con pasión que la pueda llevar adelante. Los problemas de Argentina son de varias décadas, nosotros vivimos en una provincia inmensamente rica pero con un 30% de pobres. Si seguimos haciendo las mismas cosas, no vamos a obtener resultados distintos y creemos que de esta forma no vamos a tener solución a los problemas de los fueguinos”, concluyó.