El Dr. Gustavo Ariznabarreta se desempeñó como Defensor de Menores, Pobres, Incapaces y Ausentes ante el Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Tierra del Fuego, desde el año 2001 hasta el pasado 17 de mayo, ocasión en que se le aceptó la renuncia para acogerse al beneficio de la jubilación. Si bien la labor de Ariznabarreta fue impecable a lo largo de toda su carrera judicial, será recordado como el único letrado del Poder Judicial que se animó a no continuar con la defensa del femicida Aldo Nuñez, para evitar “decir cualquier pavada”, en “un acto de sinceramiento de una situación que no puedo confrontar. A veces es mejor callarse la boca”.
Río Grande.- La renuncia para acogerse al beneficio de la jubilación del Defensor ante el Superior Tribunal de Justicia, el Dr. Gustavo Ariznabarreta, quedó plasmado a través la Acordada Nro. 122/2023 rubricada por los Jueces del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia, Dres. Carlos Gonzalo Sagastume, Ernesto Adrián Lóffler, María del Carmen Battaini, Javier Darío Muchnik y Edith Miriam Cristiano, fechado el 17 de mayo.
La carrera judicial del ahora defensor jubilado, recibido en el año 1989 en la UBA, Magíster en Derecho Penal y Doctorado en Derecho de la Universidad Austral, desde el 2001 a la fecha, fue impecable y con un perfil relativamente bajo,
Su única aparición en medios nacionales, ocasión en que se transformó en noticia, fue en junio del 2017, cuando, en el marco del juicio oral y público contra el femicida Aldo Nuñez, Arriznabarreta, durante su alegato, esgrimió ante el Tribunal de Juicio de la ciudad de Río Grande, que no podía continuar con la defensa del imputado, quien nunca había dicho una palabra en su defensa, mientras que las pruebas para llevar adelante la legítima de Núñez, eran insuficientes, pero además no tenía elementos para respaldarlas.
“Al momento de alegar yo tenía una encrucijada, o me ponía a decir cualquier pavada o decía lo que siento que está pasando, pero decir cualquier pavada también está en el ideario general y se mal interpreta de los abogados y pareciera que está bien que los abogados que ejercemos defensas penales, con tal defender, diga cualquier estupidez y la verdad es que cuando uno asume que no se tiene nada para confrontar una prueba, es mejor callarse la boca”, dijo Ariznabarreta por ese entonces a los medios que le consultaron acerca de su posicionamiento.
La salida de Arizanabarreta deja vacante uno de los cargos más importantes dentro del Poder Judicial Fueguino, que ahora, deberá reacomodar las piezas, cumplir con las subrogancias y rápidamente ocupar el cargo de Defensor ante el Superior Tribunal de Justicia.