Tierra del Fuego cuenta medio centenar de graduados en aviación privada, en su parte teórica, del Aeroclub Río Grande. Ayer, se concretó la entrega de certificados analíticos a cincuenta estudiantes. La Legislatura hizo entrega de la declaración de interés provincial a las actividades que realiza la institución desde 1957 y al Centro de Instrucción de Aeronáutica Civil (CIAC). “No solo es importante que se reciban como pilotos privados, sino que puedan ejercer” su especialidad.
Río Grande.- La legisladora Andrea Freites (FdT-PJ), en representación de la Cámara legislativa, felicitó a los integrantes del Aeroclub y “a todos quienes le ponen un empuje a la institución” que presta colaboración con Tierra del Fuego, gracias al convenio firmado con el Ejecutivo.
En este sentido, recordó que debido a nuestra condición insular, la aviación “es muy importante”.
También hizo entrega de la Resolución N° 358/23 que destaca la trayectoria de la institución riograndense.
Así, resaltó que los egresados han recibido la instrucción teórica necesaria para aportar su conocimiento por el bien común. Asimismo, resaltó el “empeño que le ponen Federico (Herlein), los instructores y quienes conforman el Aeroclub y la escuela de aviación”.
Cabe recordar que la referente legislativa mantuvo sendos encuentros con la comisión directiva de la institución donde conoció detalles de su vida al servicio de Río Grande, su comunidad y la Provincia. También agradeció al IPES, que facilita parte de sus instalaciones para el dictado de clases, debido a que el edificio del Aeroclub, en el hangar, no cuenta con gas. En este sentido, saludó a las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia, que comprendieron la necesidad de contar con un espacio adecuado hasta que se resuelva la contingencia.
En tanto, Federico Herlein dijo que se trata de un “orgullo” para la institución que preside, y resaltó que luego de graduarse, iniciarán la formación práctica; “empiezan a volar”. Señaló que el número de graduados superó las expectativas del Aeroclub. Hace cuatro años la escuela alcanzó la certificación y “logramos certificarla con los mayores estándares de calidad a nivel nacional”, detalló.
Finalmente, el titular del Aeroclub Río Grande celebró que en la Ciudad, “hoy se puede estudiar aviación sin emigrar de la ciudad y aplicar, para prestar servicios en una línea aérea”. Cabe apuntar que, desde la institución, visibilizan una mejora en la oferta académica, “la juventud en Tierra del Fuego, busca ser piloto comercial, quiere trabajar de esto”, graficó.
En tanto, Daniel Camargo, jefe de instructores del Centro de Instrucción y Entrenamiento (CIAC), detalló que los estudiantes se forman “durante todo un año” en las materias teóricas y las asignaturas de “piloto privado”. Así, explicó que a nivel mundial “hay una demanda creciente de pilotos comerciales. Ha crecido la industria aeronáutica”, contó en diálogo con Prensa Legislativa.
Consultado sobre la formación de piloto, el Instructor sostuvo que consta de dos etapas. La primera consiste en inicial teórica –de 8 meses- de piloto privado y luego, inicial práctica, “que es cuando los estudiantes empiezan a volar” y deben contar con 40 horas de vuelo. “Ser piloto privado implica una no profesionalidad, es la primera licencia de carácter deportiva” y no puede recibir remuneración por esa actividad. Para la profesionalidad, es necesario contar con 200 horas de vuelo, donde se rinde la licencia de piloto comercial.
Camargo reconoció que “ronda un halo de desconocimiento” sobre la oferta académica y la práctica que se alcanza en la Ciudad norte. En este punto, el aviador dijo que en Río Grande está el centro de formación “más grande del país, somos pioneros” y muchos pilotos formados en la ciudad “están volando en líneas aéreas en el país y en el exterior”, cerró.