Sebastián Ríos, de SUPETAX, admitió que hay que hacer “un mea culpa entre todos, incluido el arco político. Desde el 2007 que no se entregaron licencias y que se olvidó el servicio de transporte público”, dijo y entendió que “le hace falta tecnología al servicio porque ahora tenemos un rubro en el que veníamos muy olvidados y gracias al Intendente (Martín Pérez) y al cuerpo de concejales que han decidido pararse en una brecha y decir ‘le vamos a dar una solución a este problema que ya viene de hace mucho tiempo’, se ha puesto en la agenda pública”. Denunció precariedad laboral absoluta y que a un chofer hoy le cobran 1.500 pesos para poder trabajar, porque corre con gastos de mantenimiento de la unidad. “Encima que lo tienen en negro, termina siendo un socio del permisionario. Mañana lo llaman por un contrato de tres meses en la fábrica y se va corriendo”. Reconoció que muchos taxistas y remiseros ofrecen el servicio de UBER, “algunos ya trabajan en los dos sistemas”.
Río Grande.- El titular de SUPETAX, el gremio que nuclea a los peones de taxis de Río Grande, fue entrevistado por FM La Isla sobre las reuniones que se vienen llevando en el seno del Concejo Deliberante por el aumento en las licencias de taxis y remises y sobre el desembarco de la plataforma UBER en esta ciudad.
“No estuvimos todas las partes involucradas; el único día que fui invitado por el concejal (Javier) Calisaya y con la concejal (Miriam) Mora, por cuestiones de salud no pude estar, pero he planteado mi punto de vista a través de los canales de comunicación y en representación de los choferes, tanto de taxis como remises según el convenio”, explicó el trabajador.
Consultado sobre cuál es la posición que tienen los trabajadores del volante con respecto al uso de las plataformas, Ríos comentó que “por nuestro lado, no representamos a los permisionarios de las licencias, pero tenemos muy buena relación, siendo que durante muchos años estamos todo el día juntos, no hay una enemistad, ellos obviamente son la parte de la patronal y nosotros somos chofer, pero somos amigos, conocidos, compañeros de muchos años, y no todos están en desacuerdo como por ahí se dice”.
“Hoy en día, ponerle un poco de tecnología al servicio no está mal, en nuestra opinión, y hablo de lo que yo pienso y de lo que me han planteado los compañeros en diversas paradas, en distintas reuniones que hemos hecho; creo que le hace falta (tecnología) al servicio porque ahora tenemos un rubro en el que veníamos muy olvidados y gracias al Intendente (Martín Pérez) y al cuerpo de concejales que han decidido pararse en una brecha y decir ‘le vamos a dar una solución a este problema que ya viene de hace mucho tiempo’, se ha puesto en la agenda pública”.
Mayores controles
“Hay muchos que están en desacuerdo, pero no es que estén en desacuerdo con la tecnología; están en desacuerdo en que los van a empezar a controlar más y justamente la tecnología permite que se controle de una manera más fácil y eficiente. Hay que escuchar a la gente porque al estar usando otro tipo de servicios, se está expresando, está mandando un mensaje, claramente. Los usuarios nos están diciendo que acá hay algo mal sobre el servicio que estamos brindando. Hagamos un ‘mea culpa’ entre todos, incluido el arco político. Desde el 2007 que no se entregaron licencias y que se olvidó el servicio de transporte público. Por ahí los permisionarios de ese momento, los choferes de ese momento, deben hacer una mea culpa; somos todos culpables, desde el arco político hasta el último chofer”, admitió.
Sebastián Ríos que “hoy en día los que están pagando los platos rotos son los choferes y también los ciudadanos que están mandando un mensaje al usar estas nuevas plataformas”.
“Nuestra federación viene peleando con UBER hace más de 14 años”
“La gente está utilizando esta aplicación en el 80% de la ciudad y no es porque ofrezca un mejor servicio. La Federación, la cual nos representa a nivel nacional, viene peleando con UBER, hace más de 14 años, no es una novedad su existencia, la novedad es acá en Tierra del Fuego, pero insisto, la gente está expresando que necesita un buen servicio. Y es una casualidad que UBER haya entrado por Ushuaia, y se hizo presente acá en Río Grande, la gente lo está consumiendo y no es tampoco que sea más económico, es una alternativa dentro de la oferta y demanda”.
Agregó que a UBER “no lo ha regulado a nadie y al tener mayor demanda, al ser más solicitado el servicio, aumenta la tarifa, y hay viajes que salen muchísimo más caros que los nuestros. Los vecinos piden el coche, a los cinco minutos está, con nuestro servicio, hay problemas con eso, de hecho, se suceden las quejas, precisamente por esto”.
Aseguró que “no por eso la gente ha dejado de consumir tanto taxis como remises, se puede ver esto en cualquier parada y ver gente esperando el taxi, o sea que, no es que la gente cambió al 100% de UBER por el taxi o el remis, la gente va y busca un servicio, lo primero que encuentra lo utiliza”.
Entendió que UBER “es agregarle un poquito más de lo mismo, porque ya existía este tipo de aplicación desde hace más de 16 años, como la que utiliza (Remis) Carlitos (en Ushuaia), recién ahora se ha manifestado acá, pero estoy hablando hace 16 años”.
Precariedad laboral
“Hoy en su mayoría estamos en la precariedad laboral la más grande que puede llegar a existir. Estamos en negro, más morocho imposible. Hay un porcentaje que está bajo relación de dependencia, que es el trabajo que yo vengo haciendo hace casi dos años, desde que me he hecho responsable de esta entidad (SUPETAX), y hay titulares y hay choferes que entienden la necesidad hoy en día de tener una obra social, un aporte jubilatorio, más que todo un seguro de vida, por el trabajo que hacemos. Pero la otra gran mayoría, que son los mismos que se oponen, o que se han opuesto durante muchos años a la entrega de licencias, son los que se han opuesto hasta el otro día que lo dijeron a viva voz, de que la tecnología avance, el mismo candidato a la presidencia, Sergio Massa lo dijo el otro día, o sea, consumíamos taxi, remis, y ahora Cabify y UBER, ya, no hay que quedarse en la nostalgia, y hay que darle para adelante, yo creo que sería un buen negocio para todos, no solo para nosotros, sino para los pasajeros también”.
Consideró que se puede contratar choferes en blanco, que les paguen la jubilación, la obra social. “Creo que se puede avanzar, de hecho allá por el 2012 se avanzó mucho en todo lo que fue taxi pero con el remis no se avanzaba porque en ese entonces la Federación y el sindicato solamente representábamos lo que es taxi. No se avanzaba con el tema del remis porque los choferes de taxis decían que preferían irse al remis porque no pagaban nada.
Denunció precariedad laboral absoluta y que a un chofer hoy le cobran 1.500 pesos diarios para poder trabajar, porque corre con gastos de mantenimiento de la unidad y encima lo tienen en negro. Mañana lo llaman por un contrato de tres meses en la fábrica y se va corriendo”. Reconoció que muchos taxistas y remiseros ofrecen el servicio de UBER, “algunos ya trabajan en los dos sistemas”.
Hoy somos todos culpables, porque por ahí también el chofer, más de un chofer está siendo un socio, porque tengo compañeros que le están dando trabajo pero no sé si están como empleados, como socios, porque le piden una caja chica que nosotros les llamamos, es para juntar para los gastos chicos del vehículo, y hoy tengo un compañero que está pagando casi 1.500 pesos diarios para poder trabajar, no solamente que lo tienen en negro, precariamente, sino que lo siguen precarizando a la hora de cobrarle plata para poder trabajar”, denunció.
En este punto, Ríos leyó parte del informe elaborado por la UTN para el Municipio de Río Grande sobre el estudio de mercado de estos servicios de transporte.
“En el estudio de mercado, que ahora muchos no reconocen haberlo solicitado, arrojó esto que estoy denunciando: El punto número 8 dice textualmente: Los acuerdos del arrendamiento son informales y no brindan ninguna seguridad al trabajador. La relación de dependencia del chofer con el licenciatario del servicio se distorsiona con figuras de monotributo. Condiciones laborales inadecuadas pueden influir negativamente en la motivación y el profesionalismo de los conductores, repercutiendo en la experiencia de los usuarios”, finalizó.