La Base Aeronaval Pioneros Aeronavales en el Polo Sur celebró el 74° aniversario

En una emotiva ceremonia, la Base Aeronaval Pioneros Aeronavales en el Polo Sur conmemoró su 74° aniversario. El acto estuvo presidido por el Capitán de Fragata Miguel Augusto Martínez Widmer y contó con la destacada presencia de autoridades militares y civiles. Además, se realizaron reconocimientos especiales a personal civil y militar que tuvo una histórica vinculación con la base.

Río Grande.- Este jueves por la mañana, la Base Aeronaval Pioneros Aeronavales en el Polo Sur celebró su 74° aniversario en una ceremonia que reunió a autoridades militares y civiles en un emotivo acto.

El evento fue encabezado por el Capitán de Fragata Miguel Augusto Martínez Widmer, jefe de la Base. La ocasión también contó con la presencia de altos mandos de la Armada Argentina, del Ejército Argentino, de Prefectura Naval, Policía provincial y de las distintas fuerzas de seguridad con asiento en esta ciudad.

La ceremonia comenzó con el personal de la unidad formado, entonando las estrofas del Himno Nacional Argentino. El Guardiamarina Tulio Saúl Dottori, oficial de ceremonias, pronunció palabras alusivas resaltando la importancia de esta base de despliegue para el desarrollo de la ciudad de Río Grande y la provincia de Tierra del Fuego. Dottori destacó el papel crucial que desempeñó la base en la consolidación de las comunicaciones aéreas en una región de vasta extensión territorial.

Luego de finalizado el acto, el Capitán Martínez Widmer compartió con la prensa la historia de la base, remontándose a su origen en el año 1949, cuando la Provincia de Tierra del Fuego aún era un territorio nacional bajo el control de la Armada. “La base nació con la misión de establecer una línea de conexión aérea y marítima, además de la creación de una estación meteorológica para facilitar las operaciones desde y hacia el continente. Desde entonces, la base ha desempeñado un papel fundamental en eventos históricos como la Guerra de Malvinas y continúa siendo estratégica debido a su cercanía con la Antártida”.

Martínez Widmer, quien lleva dos años al frente de la base, expresó su orgullo por ser parte de la historia de la Armada y la aviación naval en la provincia y contribuir al mantenimiento de sus intereses nacionales en la zona. Destacó la solidaridad y el sentido de comunidad que caracterizan a Tierra del Fuego, y cómo esto fortalece el espíritu de cuerpo entre su tripulación.

 

Honraron a familiares de personal naval

 

Durante el acto, se realizaron tres reconocimientos especiales. Se honró a los familiares de tres exintegrantes del personal civil de la base que fallecieron este año, destacando la importancia de la familia naval. Además, se reconoció a todo el personal militar que alguna vez prestó servicio en la base y que tiene una vinculación histórica con ella. Se entregaron presentes conmemorativos como símbolo de su contribución a la gran familia naval.

La celebración de este 74° aniversario reafirma la importancia estratégica de la Base Aeronaval Pioneros Aeronavales en el Polo Sur y su papel histórico en el desarrollo de la región y el país.

 

Reseña histórica

 

La historia indica que, desde esta base militar, partieron los pioneros aeronavales al Polo Sur y en 1982 fue una base muy activa en el conflicto con el Reino Unido en el Atlántico Sur. Son apenas dos de las innumerables menciones que se pueden hacer del papel fundamental que la Base Aeronaval Río Grande ha cumplido en el marco de los servicios prestados por la Armada Argentina a la Nación.

Bautizada en su origen “Hermes Quijada” en honor al jefe de la exploración argentina al Polo Sur, su nombre luego fue reemplazado por el de “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur”. Es una base de despliegue que opera principalmente la aviación naval y, desde la Antártida hasta todo el litoral marítimo del Atlántico Sur al cuidado de los recursos naturales; también cuenta con una estación de meteorología, única que presta servicios en la Isla y brinda información al Servicio Meteorológico Nacional.

Muchos argentinos vinieron a hacer su servicio militar a través de la Armada y se quedaron en Río Grande, contribuyendo a la soberanía.

La Base, que antes del 26 de octubre de 1949 funcionaba como Estación Aeronaval y operaba con dos aviones Douglas, un DC-3 y un DC-4 hasta que el Comando de Transportes Aeronavales la reasignó como “Base Aeronaval Río Grande”, siendo su primer jefe, el teniente de Corbeta don David Flores Gómez.

Justamente y previo a esta nueva denominación y función, el 2 de abril de 1949 el CTA-2 aterrizó por primera vez en Río Grande, como parte de un vuelo exploratorio para luego incorporar estos aparatos a las filas de Transportes Aeronavales, cumpliendo el servicio denominado “Coy” hasta la ciudad de Ushuaia.

Con el crecimiento del tráfico aéreo, especialmente el comercial, se dotó a la Base de equipos de radioayuda.

Tres años después, el 7 de febrero de 1952, la Base Aeronaval Río Grade prestó apoyo fundamental para la realización del primer vuelo argentino con descenso en el continente blanco, partiendo desde esta base riograndense los tres hidroaviones Catalina PBY 5A al mando del entonces capitán de Fragata don Pedro Eusebio Iraolagoitía, quien aterrizó en la Isla Decepción para dejar inaugurado el primer servicio aeropostal naval y dejar así registrado el primer vuelo intercontinental.

El 19 de junio de 1959 la Base Aeronaval Río Grande quedaba establecida oficialmente como punto de apoyo a la aviación comercial, merced a un convenio con la Armada Argentina y las secretarías de Aeronáutica y de Transporte de la Nación.

En 1968 se construyó la pista de hormigón de más de dos kilómetros de extensión y la propia aeroestación que fue inaugurada con el primer aterrizaje de Aerolíneas Argentinas el 11 de julio de 1971, coincidiendo con el aniversario de la ciudad de Río Grande.   Durante esas épocas también se traslada desde Río Gallegos la Estación Meteorológica.

El año 1978 trae consigo nuevos equipamientos tecnológicos de última generación para la época, incluyendo un equipo de ILS (Instrument Landing System – Sistema Instrumental de Aterrizaje) lo mismo que instrumental moderno para las observaciones meteorológicas.

 

Cambio de nombre

 

El 17 de mayo -Día de la Armada Argentina- de 1983, la superioridad decidió imponerle el nombre de “Almirante Hermes Quijada” en honor al comandante de uno de los dos aviones que participaron del primer aterrizaje argentino en el Polo Sur. En noviembre de 2010 se decide ponerle “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur”, en homenaje a toda la tripulación de doce hombres que realizaron esta proeza.

De este modo, la necesaria vinculación con el continente -ya consolidada por vía marítima- fue parte del desarrollo estratégico hacia el Sur y en la época donde la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego daba visión al crecimiento, hombres de la Aviación Naval se transformaron en pioneros para consolidar las comunicaciones aéreas, por considerarlas fundamentales para el desarrollo de semejante extensión territorial.

Hoy la Base Aeronaval Río Grande “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur”, sigue siendo un punto estratégico de despliegue y proyección de todo el Instrumento Militar en la Patagonia sur, en el Mar y su plataforma Continental y en la Antártida Argentina, de hecho en la Provincia del Tierra del Fuego. Así, su presencia contribuye a la preservación de los recursos marinos, como así también la búsqueda y salvamento para salvaguardar la vida humana en el mar.

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