La ex convencional constituyente Myriam Canga consideró “obscenos” los manejos que se han visto en el Concejo Deliberante, en particular en la última sesión. Planteó el hartazgo de la ciudadanía y la falta de credibilidad. “No hay ningún respeto por la institucionalidad, por la norma. La norma deja de ser norma para ser algo que se puede cambiar a medida de la necesidad personal”, criticó.
Río Grande.- La ex convencional constituyente Myriam Canga dialogó con Radio La Red 93.9 y Provincia 23, y analizó la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Ushuaia, con el desempate de Juan Carlos Pino al cambio del reglamento interno, en favor de su esposa. “Todo esto lo veo como vecina porque tuve un paso muy fugaz por un cuerpo legislativo que tenía una fecha de inicio y de finalización muy corta. Yo no estoy afiliada a Juntos por el Cambio y fui como extrapartidaria en esa lista, pensando en que podía ayudar a generar cambios positivos. Los que no estamos en política estamos hartos de ver lo que pasa con la política. La política en sí es excelente, pero lo que pasó en esta sesión ultra rápida del Concejo Deliberante, que se armó para cambiar el reglamento, es una muestra más del concepto que tiene la mayoría de los políticos de lo que es estar en la función pública. No hay ningún respeto por la institucionalidad, por la norma. La norma deja de ser norma para ser algo que se puede cambiar a medida de la necesidad personal”, sostuvo.
“Si esto hubiera sido en función de que los vecinos tengan una mejor calidad de vida, podemos cambiar la norma, lo mismo si quedó obsoleta, pero no fue así. En la convención ocurrió lo mismo. La urgencia de convocar y llamar a elecciones, con lo que le cuesta al Estado, fue para que el intendente pudiera acceder a un nuevo mandato. Lo más grave de todas estas situaciones es que estamos acostumbrados a escuchar que se trata de que la gente esté mejor, que es por los vecinos, por el bien común, y cuando se van dando los hechos, nos damos cuenta de que no es por los vecinos sino por el bienestar de quienes ocupan los lugares”, criticó.
“Yo lo viví desde adentro y me escandalizó. Cuando fui convocada no acepté porque no comulgo con prácticamente nada de esa manera de hacer política. Es muy difícil estando en estos cuerpos que están tan deteriorados. O se entra en esa lógica o uno se mantiene al margen, que es lo que yo hice”, explicó de su alejamiento.
“Es tremendo porque creo que uno termina como anestesiado frente a estas cosas y me pregunto cómo no nos despertamos, salimos a la calle, nos manifestamos. Uno está agotado de escuchar noticias siempre en torno a lo mismo. Los funcionarios deberían ser los primeros en cumplir la ley y son los primeros en torcerla. Eso es realmente obsceno”, calificó.
“Para que haya realmente un cambio, dos o tres personas no hacen diferencia porque las devora el sistema. Es tan corrupto todo, está todo tan corrompido y los sistemas están tan aceitados, que uno queda afuera automáticamente. Por mi experiencia del año pasado, uno deja mucho de estar en este tipo de roles. No es falta de compromiso, porque uno puede estar comprometido pero, para que haya un cambio, debería haber un recambio, deberían salir todos los políticos que están enquistados a las mismas bancas desde hace muchísimo tiempo, porque está la esposa, los hijos. Es muy complicado porque, si uno no entra en esa cadena, queda expulsado directamente. Nosotros teníamos proyectos muy interesantes en la convención y los perdimos, no porque no estuvieran bien redactados o no tuvieran sustento, sino porque en la sesión no levantaban la mano. No se les mueve nada y están acostumbrados. Nosotros teníamos palabra y la sosteníamos hasta el final, pero el resto de los políticos no se mueven así, cambian y no importa lo que acordaron”, manifestó.
También cuestionó la falta de transparencia y el gasto político en asesores. “En la convención entrábamos con nuestra computadora, nuestra humanidad y un puñado de gente que nos acompañaban, pero puedo asegurar que el oficialismo tenía tres fotógrafos, el que llevaba el maletín, el chofer, el que traía el agua, el que hacía el recambio del agua para el mate, y eso yo lo vi, no me lo contaron. Esas personas tienen un sueldo que pagamos todos con nuestros impuestos. Es realmente obsceno. Cuando pedimos por nota al Concejo Deliberante que nos informaran cuántos asesores tenía cada concejal, nunca nos contestaron, y ese es un estilo de esta gestión municipal. Los reclamos que hicimos por el nombre de la Casa de la Mujer no los contestaron. Enviamos una carta documento, no la respondieron. Luego enviamos un reclamo administrativo y no lo contestaron”, lamentó.
“Yo creo que los políticos se han equivocado muchísimo y vienen haciendo mucho daño, porque han perdido el horizonte respecto de que gestionar el Estado debería ser sagrado. Los fondos públicos deberían ser tratados con una asepsia de un quirófano, porque no es dinero de ellos. Eso no sucede y es tan grande la corrupción que todo está salido de control. Vemos por televisión el escándalo de Insaurralde, en nuestra provincia vemos otros escándalos, y todos los días uno se despierta con un escándalo nuevo, con un caso nuevo de corrupción. Uno ve que son los mismos, estamos gobernados por una fuerza política hace muchos años y estamos cada vez peor. Pero según el relato de esta fuerza política estamos maravillosamente bien, ellos son el pueblo y cuidan al pueblo, y realmente es enfermante”, enfatizó.
Respecto del fallecimiento del senador Matías Rodríguez y la lentitud de la justicia para llamar a declarar a los principales involucrados en los momentos previos al deceso, indicó que “es un tema muy delicado y preferiría no hablar porque toca aristas muy personales. Hay gente que está sufriendo por esta situación. Forma parte de lo mismo, la justicia, los procesos, la institucionalidad, no funcionan como deberían. En este tema que es delicado pasa exactamente lo mismo. Todo el mundo que tenga que declarar tiene que hacerlo, y todos los pasos que se tienen que seguir se tienen que hacer, no importa quiénes sean las personas involucradas. Así sea el rey o el paje, todos deberíamos estar en igualdad de condiciones. No debería haber privilegio alguno, menos en un tema así”.
“Hay un malestar generalizado y se está dañando fuertemente el tejido social. La gente está muy mal, muy cansada, está muy devaluado todo. Eso es muy triste y repercute en la gente”, apuntó.
También se refirió a la polémica por el nombre de la Casa de la Mujer, tras conocerse la definición del Concejo Deliberante. “Vi la noticia por los medios, nosotros seguimos como Pioneras Fueguinas, somos un grupo de vecinos que no pertenecemos a ninguna agrupación política. Cuando escuché la noticia me alegré muchísimo, porque nunca dejamos de insistir por las vías que corresponden. Esto viene desde hace mucho tiempo. Durante la convención logramos reformar el artículo 125, inciso 27, que habla de cómo deben nombrarse los bienes públicos y privados de la municipalidad. Este artículo reformado es una de las pocas cosas que saco como positivas de la convención, y crea un antecedente muy positivo, porque no va a poder pasar nuevamente lo que pasó con la Casa de la Mujer. Teniendo este artículo y todas las presentaciones que tiene el Ejecutivo municipal, hacen caso omiso. El hecho de que la comisión que preside el concejal Branca haya reflotado este tema, me parece muy bien, porque hace muchísimo tiempo que estamos pidiendo que bajen el cartel que hoy porta la casa, porque es ilegal. La casa hoy no tiene nombre y el primer paso es enmendar el error. El intendente se equivocó y lo que corresponde es que baje el cartel”, concluyó.