El legislador Federico Sciurano sentó postura frente al ballotage y adelantó su acompañamiento a Sergio Massa. Analizó la situación del radicalismo a nivel nacional y local, y reveló que con dos votos de la mesa chica se había decidido que no participara como candidato. Cuestionó una campaña llena de agresiones y falta de respeto tanto dentro de Juntos por el Cambio como de parte de Javier Milei, y las contradicciones con el acompañamiento de Macri y Bullrich al candidato de La Libertad Avanza.
Río Grande.- El legislador Federico Sciurano hizo un análisis del proceso que vivió el radicalismo a lo largo del año electoral por FM Master’s y adelantó su apoyo a Sergio Massa en el ballotage.
En principio fue consultado sobre la pérdida de representación del radicalismo en la provincia. “En mayo pudimos percibir ciertas actitudes que son las que han trascendido a nivel nacional. Creo que el ex presidente Macri fue un gran constructor por lo menos este año. Logró en su momento generar un espacio trascendente, que además tiene antecedentes en lo que fue su rol como generador del PRO. El hecho de encontrar sintonía en personas que pensaban distinto permitió generar un movimiento nacional que lo llevó a Macri como presidente en 2015”, repasó.
“A lo largo de este proceso electoral, claramente el ex presidente Macri no ha estado a la altura de lo que necesitaba la Argentina y particularmente de lo que necesitaba Juntos por el Cambio en este nuevo proceso. Hasta la irrupción de Milei había un bi-coalicionismo y en ese aspecto el ex presidente Macri debió haber sido más respetuoso el día después de la elección, para poder transmitir la mirada de estadista que necesita Argentina para darle contención a ese gran espacio”, dijo.
“Una figura de la envergadura de Macri, antes de tomar una decisión personal, debió haber llamado a las distintas fuerzas que eran parte de Juntos por el Cambio, para tratar de acordar una línea común, en función del interés nacional. Juntos por el Cambio había generado una mirada nacional vinculada con poder hacer una construcción más sana, que se termina diluyendo justamente por el único interés de tener poder”, cuestionó.
“Creyeron que solamente con la marca era suficiente y no importaba quién era el candidato, para llegar a los lugares de poder. Se buscó destruir a dirigentes políticos significativos, que tienen experiencia de gobierno, como era el caso de Rodríguez Larreta, o el caso de Martín Lousteau. Se perdió la mística de buscar un camino de credibilidad y fue más importante que esté Fulano o Mengano. Un espacio político que había superado más de 50 puntos en algunas elecciones, en esta oportunidad después de todos los agravios, de las cosas que se dijeron, de haber perdido la brújula en cuanto al sentido común, porque la marca era suficiente, terminó detonando en los 23 puntos que sacaron a Juntos por el Cambio del ballotage”, reflexionó.
“Lo único importante en este año electoral era que estuvieran los que se sometían. Eso impedía que determinadas opiniones que tienen que ver con la construcción social pasaran a un segundo plano. No es casualidad que la banca de Frigerio se haya perdido con niveles electorales bajísimos. Eso se da porque se ha perdido la sintonía con lo que está pasando. Lamentablemente las pasiones personales dejan en un cuarto o quinto plano las necesidades de la población”, sostuvo.
“Hoy vemos los vaivenes entre un dirigente contra otro y cómo van cambiando esas opiniones, por sobre lo que le está pasando a la gente, y la gente empieza a buscar otro nivel de representatividad. El sistema democrático está en jaque, advirtió, a partir de la trascendencia que logró Milei.
Con el apoyo de Macri al líder de La Libertad Avanza, consideró que “Macri no estuvo a la altura. Ese tipo de manejos está más para un club de fútbol que para una realidad nacional como la que tiene Argentina. En primera instancia me pareció irrespetuoso particularmente con el partido. Me pareció irrespetuoso por las definiciones que ha tenido el candidato Milei con respecto a personas del PRO. Milei es el que dijo que Patricia Bullrich le ponía bombas a los jardines de infantes. Me parece que se perdió la brújula y se destrozó la credibilidad, y la democracia se sostiene en la credibilidad. Cuando la misma persona que dijo que alguien le ponía bombas a los jardines, es la que en un canal de televisión se abraza con esa persona, en algún punto hemos perdido la lógica”, señaló.
“De la misma manera que Macri debió haber sido más prudente cuando hablaba de Milei, diciendo que no estaba preparado para gobernar ni tenía estructura para hacerlo, Milei fue absolutamente excesivo para dar alguna definición correcta en un medio de comunicación, cuando se animó a decir que los radicales eran viejos meados. Quien conoce la historia argentina sabe que el radicalismo ha sido un partido disruptor para que Argentina tuviera una democracia sana y genuina. Lo que no puede perder la democracia es el respeto. En esta elección el concepto del respeto ha quedado dilapidado y ya no es importante tener respeto por los demás. Es más importante que yo tire una daga al corazón del que tengo enfrente, aunque lo mate, y que después me dé cuenta de que lo necesito vivo, porque si no, voy a perder la elección”, planteó.
Puertas adentro
Puertas adentro de la provincia, reveló ciertos manejos de las autoridades partidarias que terminaron lanzándolo fuera del partido para refugiarse en FORJA. “Creo que el radicalismo es un espacio noble y adecuado para defender el sistema. El radicalismo está compuesto por seres humanos y eso tiene impacto en el desarrollo de las instituciones. Lamentablemente en 2023 me negaron la posibilidad de ser candidato por el radicalismo. Yo tuve una reunión con Pablo Banco y con Federico Frigerio y los dos me dijeron que yo no iba a participar, me hicieron saber que no iba a haber internas, razón por la cual no tenía ninguna posibilidad de participar. En aquel momento el armado era muy particular, porque era una mesa de tres, que la componía Liliana Martínez Allende por la UCR; Federico Frigerio como presidente del MID; y Tomás Bertotto, que trabaja con Pablo Blanco en el Senado. Él votó con Frigerio el armado político para que Juntos por el Cambio participara. Yo no pude participar porque además ellos decidieron quiénes eran los candidatos. Bertotto y Frigerio terminaron decidiendo que yo no era candidato y quién lo era. No fui yo el único caso, hubo 20 radicales que participaron en otras listas”, observó.
“Esto no tuvo que ver con un proceso provincial sino con un proceso nacional, que termina decantando en que Patricia Bullrich le gana a Larreta la PASO, que era el objetivo. Esto termina decantando la pérdida de credibilidad que tiene el espacio por este tipo de manejos. Esto no se dio solamente en Tierra del Fuego, la interna de Bullrich contra Larreta tuvo impacto en todas las provincias del país y eso fue generando rupturas. Ese perfil de agresión se fue traduciendo de arriba hacia abajo y no al revés. Es lo mismo que está pasando ahora y lo único importante es la cabeza de playa. A partir de ahí el que no se acomoda queda afuera. Si no te sometés, no estás”, sentenció.
Respecto de su futuro político, ratificó su pertenencia al partido pero habrá que esperar cómo evoluciona. “Hoy por hoy el radicalismo está en un proceso y hay que ser respetuoso. Al no poder participar tuve la posibilidad de hacerlo por la posibilidad que me dio FORJA. Yo estoy muy agradecido de eso y estoy muy cómodo trabajando en ese espacio, proyectando lo que va a pasar el año que viene, con una agenda legislativa que me motiva”, aseguró.
“En lo partidario va a haber que esperar, porque hay un proceso vigente. El partido también está recibiendo lo que está pasando a nivel nacional. El impacto que ha tenido la decisión de Bullrich y de Macri de ponerse a militar la candidatura de Milei dentro del radicalismo generó una erosión que es monstruosa. El presidente del partido a nivel nacional, Gerardo Morales, tiró un Exocet a la línea de flotación: Morales dijo que iba a hacer todo lo necesario para que Milei no sea presidente. Eso partidariamente tiene un impacto y creo que hay que ser respetuoso del proceso electoral que estamos viviendo. Una vez que el proceso electoral finalice, habrá que ver cuál es el mejor camino a seguir, para interpretar lo que le pasa a los argentinos. El argentino está muy golpeado y la gente está cansada de estos temas partidarios políticos”, remarcó.
“Yo soy radical y, más allá del mal momento que me ha tocado vivir, bajo ningún punto de vista voy a renegar de mi partido. Eso es parte de la indignación que siento por las declaraciones de Milei y de Macri sobre una institución partidaria como la del radicalismo, donde además yo tengo afectos ideológicos y familiares también. Mi viejo ha tenido una ascendencia muy importante y las grandes charlas políticas fueron sus convicciones para ser parte del radicalismo. Para mí no es una decisión de diez minutos si estoy o no estoy en el radicalismo. Creo que hubo actores muy importantes del partido que en este último tiempo han tomado decisiones equivocadas, y esas decisiones han tenido consecuencias”, expuso.
“Es momento de reflexionar, repensar todo lo que este año no se hizo como corresponde. Por eso valoro mucho la figura de Liliana Martínez Allende, porque ella en este contexto fue una voz que trató de defender la postura del partido”, dijo, siendo Allende la que se opuso a dejar fuera a Sciurano.
Apoyo a Sergio Massa
En cuanto a su posicionamiento de cara al ballotage, fue claro su apoyo a Massa. “Yo no conozco a Javier Milei, soy respetuoso de su figura porque además hay muchos fueguinos que lo han votado. No soy una persona que reniega de la opinión de otros. Por la experiencia política que tengo soy consciente de que algunas definiciones que se han estado dando en los medios de comunicación, que después se transformaron en contra definiciones, pueden llegar a generarnos una dificultad. Creo que a nuestra provincia algunas definiciones de políticas públicas pueden perjudicarnos mucho y me preocupa mucho eso. Tierra del Fuego es un lugar muy particular, difícil de comparar con el resto del país, y algunas definiciones de manual pueden tener un costo político, social y estratégico para la Argentina que sería después imposible de recuperar. A eso se suma la desestimación que se le ha dado a la historia y al impacto que ha tenido el radicalismo en la vida democrática de Argentina. El radicalismo tuvo un protagonismo fundamental para que la democracia se pudiera transformar en una representatividad genuina”, defendió.
“Gerardo Morales, en el caso del domingo 19, dijo que votar a Milei no es una buena idea, yo no voy a mantenerme prescindente de eso, porque no me da lo mismo. En esto hay que poner palabra en función de lo que a nosotros nos motiva”, señaló, sin dejar dudas de que su candidato será Massa.
Finalmente se le preguntó si imagina un radicalismo con Gliubich, Requejado, u Oscar Rubinos para revertir la falta de representatividad. “Yo creo que la democracia necesita de esos perfiles. Ramiro no es afiliado radical, pero Ramiro, Oscar y Fernando son personas que necesita la democracia, militando desde el lugar que pueda ser correcto o donde el voto popular los ponga. Son personas nobles, comprometidas para tener una realidad mejor, que además tienen otras actividades, porque no han hecho de su vida la política. Además de recurso humano, que es fundamental, la democracia necesita valores que son inocultables, y el primero es el respeto. Cuando se pierde el respeto por el otro y por el contacto con los demás, la democracia no tiene ninguna posibilidad. No todo es valedero para alcanzar un objetivo determinado. Lamentablemente en esta etapa democrática es lo que ha destacado. No importó lo que hubiera que decir para ganar un voto en función de alcanzar un objetivo, la prueba está en que todo lo que se decía en aquel momento hoy se desdice, se abrazan y se dan besos”, concluyó.