Aguirre se pronunció en contra de la privatización de YPF

El Secretario de Hidrocarburos de la provincia adelantó su oposición a la privatización de YPF que prevé llevar adelante el presidente electo Javier Milei. Recordó que la nación y las provincias tienen el 51% de las acciones y que eso está establecido por ley, por lo que se necesitan dos tercios para su derogación. En el mismo sentido opinó sobre la aerolínea de bandera, que llega a lugares que no resultan rentables para las empresas privadas. En ambos casos dijo que contar con estas empresas estatales es como tener a Messi de capitán en la selección. Además se refirió a los posibles tarifazos, si se quitan los subsidios a combustibles y energía.

Río Grande.- El secretario de Hidrocarburos Alejandro Aguirre se pronunció en contra de la privatización de YPF y también de Aerolíneas Argentinas. Remarcó que ambas empresas estatales “tienen importancia a nivel estratégico y de soberanía sobre nuestros recursos”.

En diálogo con FM Master’s, dijo que el escenario “es complejo para cualquiera de los que hubiera ganado. Todas las áreas del gobierno, que tendrá su segundo mandato, estamos con expectativas. Si bien se anuncian algunas ideas, todavía no son medidas. La energía estaba puesta en otras expectativas, no en las que prevalecieron, y obviamente hay que respetar a la mayoría que ha elegido este camino”.

“Milei ya ganó, ahora se han anunciado una serie de ideas, todavía en lo económico no ha habido anuncios de medidas, y con respecto a la cuestión energética, se habla de la privatización de YPF y de la privatización de Vaca Muerta. Si bien es un recurso que se encuentra en Neuquén, también lo comparten Mendoza y Río Negro. No dejan de ser concesiones que no están siendo explotadas por el Estado sino que están en manos privadas. Privatizar Vaca Muerta quizás es sinónimo del otro mensaje, que es privatizar YPF. Es una situación compleja porque el 51% de las acciones están en poder del Estado nacional y de los estados provinciales que conforman la OFEPHI. Eso está establecido por ley y tendría que pasar por el Congreso”, advirtió.

“Hay un andamiaje legal y político complejo, que no es de fácil solución. Habrá que ver si se pueden concretar estas políticas que tienen que ser aprobadas por los dos tercios del Congreso”, dudó.

Asimismo, puso de relieve la importancia de tener una petrolera estatal. “Es como tener a Messi de capitán en la selección. No tenerlo, es dejarlo en el banco o cederlo a otro equipo y ver cómo te gana la final. YPF es la empresa que está realizando la mayor cantidad de inversiones en Vaca Muerta, tal vez no en otras provincias porque la explotación convencional ha caído mucho y hay áreas marginales que no han revestido interés para YPF. Es la empresa de bandera, como Aerolíneas, que atiende determinadas áreas que el privado no tendría interés. Lo mismo pasa con Aerolíneas, porque llega a lugares donde no es negocio para un privado. Tienen importancia a nivel estratégico y de soberanía sobre nuestros recursos”, subrayó.

 

Inversiones aseguradas

 

Consultado sobre el impacto que podría generar la privatización de YPF en las inversiones previstas en Tierra del Fuego, indicó que “no habría impacto porque nosotros tenemos encaminado el proyecto Fénix, y en un mes más comenzaría a viajar la plataforma a Tierra del Fuego. Es una inversión que ya está en curso. Este tipo de inversiones estratégicas no creo que se vean modificadas, dado que ya están lanzadas. Además de Fénix tenemos inversiones que se están desarrollando por parte de YPF, con la perforación de dos pozos, y ya están desarmando el equipo para trasladarlo a la locación de un tercer pozo. Es una campaña de cinco pozos y ahí tenemos fijadas las expectativas de si va a llegarse a los cinco pozos o quedarán en dos. Son cuestiones del día a día y dependerá de las decisiones que tome el nuevo directorio o la nueva conformación de YPF, sea privatizada o no. YPF tiene que decidir qué inversiones va a priorizar y ahí tenemos que ver cómo nos afectan esas decisiones”, expresó.

 

Tarifazos por venir

 

Antes de la privatización de las empresas estatales, consideró que “lo que se va a atacar primero va a ser el tema tarifario, los subsidios, y es una discusión que tienen que dar las provincias sobre cómo se va a dar en este contexto”.

“Se habla de una liberación de precios en todos los mercados y una retracción de los subsidios al combustible, al gas natural, entre otros. Hoy hay aportes del Estado nacional para sostener tarifas y proteger al usuario. En lo que es el país estamos hablando de rangos del 60 y 70% del costo real del combustible, que está siendo cubierto por el Estado. El 80% del gasoil que se consume en Argentina se produce en Argentina con petróleo argentino. El otro 20% tiene componente de importación. Ahí hay un costo del petróleo, que en Argentina está estipulado con un barril criollo, porque no está al precio internacional. Ahí ya hay una especie de subsidio, que es la determinación de un precio fijo del petróleo a 55 dólares y no a cerca de los 100 dólares que es el valor internacional. Eso es lo que se denomina la paridad de exportación”, explicó.

“Después tenemos el componente impositivo y el componente de refinación, que hace al precio total del combustible. Nosotros estamos pagando el 40% de ese precio real, porque el resto es subsidiado por la Nación. Lo mismo para lo que es el gas y la energía. El subsidio anda en un promedio del 50 y el 60%, que cubre el Estado nacional del costo real. Esas cuestiones son las que se tienen que discutir y ver cómo afecta al usuario esta disminución de subsidios por parte del Tesoro. Ese esquema es complejo y surge la incertidumbre de cómo se va a implementar y cómo va a afectar al usuario este cambio de esquemas de subsidios”, desarrolló.

Marcó dos caminos posibles, ambos perjudiciales para el usuario o para el Estado. “La quita de subsidios implicaría que habría que pagar más, por el famoso tarifazo. Ahora, si lo que se quitan son impuestos y se mantiene la tarifa, esos impuestos son recaudación que va asignada a otros recursos que utiliza el Estado. Si se sacan los impuestos a los combustibles, esa recaudación que va a asignada a salud por ejemplo, va a afectar el sistema de salud, o el de educación, o la acción social, si se quiere mantener la tarifa del gas por determinado esquema. Son cuestiones que va a definir el futuro gobierno y tal vez no haya una afectación de tarifas directa sino una pérdida de ingresos por los impuestos”, barajó.

“Nosotros tenemos demorados los precios sobre todo en la Cuenca Austral, tanto el precio del gas como del petróleo, y nos afecta a nivel de regalías para los ingresos provinciales. Los bajos precios con respecto a los internacionales hace que también las inversiones se encaucen todas a Vaca Muerta, donde la rentabilidad es otra. Esos bajos precios tienen que ver con que recién ahora está comenzando a funcionar Vaca Muerta y eso hace que disminuyan las importaciones de gas. Argentina todavía no logra el autoabastecimiento. Una vez logrado, puede haber un reacomodamiento de precios, que le generan otros beneficios al país y a la provincia. Se estima que para el año que viene, con las inversiones en el gasoducto Néstor Kirchner y la reversión del gasoducto del norte que importaba gas de Bolivia, van a comenzar a tener sus frutos y se va a generar un sendero de mejoramiento de los precios, producto de que vamos a poder tener saldos exportables”, concluyó.

 

 

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