El licenciado Alberto Garófalo, apoderado de CAFIN, deslizó que el abogado Raúl Paderne se excedió en las facultades delegadas por las empresas que representa y, en lugar de plantear una discriminación a las textiles, fue contra todo el subrégimen industrial. Paderne planteó como inválidos todos los decretos posteriores al 2010, con lo cual cae tanto la prórroga a las electrónicas como la prórroga a las textiles. “Yo quiero separar las aguas entre cuál era la intención de algunas textiles, a las que personalmente les recomendé no ir por esa vía. Una cosa es el reclamo por la discriminación sufrida, que es un reclamo justo, y otra cosa es ir más allá y decir que son inválidos los decretos”, dijo, y graficó claramente la situación: “Estamos serruchando la rama sobre la que estamos sentados”.
Río Grande.- El apoderado de CAFIN, Alberto Garófalo, cargó duramente contra el abogado Raúl Paderne, representante de algunas textiles, y deslizó que se habría excedido en las facultades delegadas al ir no sólo contra la discriminación, sino contra todo el subrégimen industrial.
Por Radio La Red 93.9 y Provincia 23 indicó que, “por las declaraciones que trascendieron realmente no concuerdo para nada. En primer lugar, las empresas textiles que reclamaron, que son las que presentaron su adhesión con reparos, dicen que ha habido una discriminación de la industria textil con respecto al resto. Es razonable plantear que ha habido una discriminación pero, en la medida en que la delegación de facultades que ha hecho la propia ley sobre el Ejecutivo está vigente, el Ejecutivo está en condiciones de hacer lo que hizo. Lo que no podía hacer era discriminar entre dos fábricas que produjeran el mismo bien, pero sí por familia de productos, como lo llama la ley”, explicó.
“Lo que plantea Paderne es que esta autoridad delegada que tiene la ley hacia el Poder Ejecutivo no estaría vigente en virtud de la modificación de la Constitución en el ’94. Él planteó en sus declaraciones que del 2010 para acá es todo inválido. Me parece el momento menos oportuno para plantear esto y creo que excede la voluntad de las empresas”, consideró.
“La postura del Dr. Paderne de impugnar todos los decretos que tienen que ver con el subrégimen industrial posteriores al 2010 me parece suicida en una situación como esta. Estamos en un momento en que en el Congreso alguien escribió una ley, esperamos que no esté incorporada la derogación de la ley 19640, y no podemos desde Tierra del Fuego estar diciendo que los decretos del subrégimen industrial son inconstitucionales y que esas modificaciones deben ser hechas por ley”, planteó.
“Traduciendo, si esto fuera así, del 2010 para acá los proyectos que fueron aprobados serían inválidos y, lo que es más grave, la prórroga que se otorgó por el decreto 727 y la prórroga para las textiles, serían inválidas. No tendríamos una prórroga y me pregunto cómo es que alguien quiere eso”, enfatizó.
Lo cierto es que, de prosperar la presentación de Paderne, implicaría la eliminación de toda prórroga del subrégimen para Tierra del Fuego. “Además para hablar del subrégimen hay que conocer la historia. El subrégimen no es un capricho. El que inventó el término subrégimen fui yo, y hubo necesidad de esto porque no hay que olvidar que en el año ’72, cuando surge la 19640, el IVA no existía, ni siquiera el impuesto a las ventas. Cuando aparece el IVA en el ’74, recién en el ’76 se hace una traducción de cómo debería operar el IVA frente a lo que era una exención amplia del impuesto a las ventas. La ley dice que el beneficio es para aquellos bienes que sean originarios del área, pero resulta que con el régimen promocional nosotros íbamos a tener origen de mercadería que contenía insumos importados. No son los originarios de los que habla el artículo 21, como pueden ser los cueros, la lana, el petróleo o la madera. Eran bienes que obtenían su origen, primero por una estructura de costos y luego por procesos productivos. Eso no está al alcance del poblador en general, sino que es exclusivamente para la actividad de transformación. Obviamente para esta actividad hubo que legislar un montón de cosas que no tienen nada que ver con el régimen general. A la recopilación de todas esas normativas la llamamos subrégimen industrial. Esto fue adoptado y así pudimos todos estos años ir transitando las sucesivas modificaciones que ha tenido el subrégimen, sin que esto afectara al habitante que se rige por el régimen general. Suponer ahora que de un plumazo debe desaparecer el subrégimen industrial es simplemente entrar en una situación de caos para todo lo que tiene que ver con la industria. No me parece el momento para discutir esto”, manifestó.
“Hay que ser muy prudente, porque no hay que olvidar que cuando esto va al recinto, el recinto no está lleno de expertos en la 19640 sino todo lo contrario. Cuando uno lee las declaraciones -de Paderne- no se entiende si está hablando en contra o a favor de la ley. No se entiende qué es lo que está diciendo, porque lo único concreto que yo puedo extraer de ahí es que los decretos son inválidos. Quien quiere suprimir la ley de promoción va a decir que los propios fueguinos están planteando que esto es inválido. Estamos alentando a los que quieren cortarnos el régimen. La verdad es que no lo entiendo”, cuestionó.
Garófalo insistió en que lo que se terminó presentando no era lo que querían las empresas representadas por Paderne. “Yo quiero separar las aguas entre cuál era la intención de algunas textiles, a las que personalmente les recomendé no ir por esa vía. Una cosa es el reclamo por la discriminación sufrida, que es un reclamo justo, y otra cosa es ir más allá y decir que son inválidos los decretos. Estamos serruchando la rama sobre la que estamos sentados. ¿Alguien puede pensar hoy que, si los decretos son inválidos, la reacción del Congreso sería sacar por ley lo mismo que dice el decreto? Eso es no conocer el Congreso, o tener una irresponsabilidad tal de jugar esto en términos teóricos sin importar lo que pasa en la realidad”, fustigó.
Falta de insumos
Por otra parte se lo consultó sobre las suspensiones de Textil Río Grande, a la que se sumarían otras empresas, por falta de insumos. “La realidad es que tenemos empresas que están comprometidas con el tema de los insumos. Ya van varios meses que no reciben SIRAs y el acceso está complicado en todo el país. Es la realidad que debemos afrontar y no hay dólares para pagos al exterior, lo que genera complicaciones con los proveedores. Las empresas grandes tienen algunas líneas de crédito que les permiten aguantar, pero con los plazos de pago que establece el Banco Central, a las pymes se les hace muy difícil operar en esas condiciones. La posibilidad de que las empresas puedan pagar con dólares propios tampoco sirve, porque estarían obligadas a duplicar la compra: si adelantan sus dólares para reponer luego cuando sale el permiso del Banco Central, girarían dos veces al proveedor, y el proveedor no les reintegra el dinero sino que lo devuelve con mercadería. Cada una tiene su propia programación de compras y todo esto genera una revolución en los presupuestos financieros y no todas las empresas están en capacidad de afrontarlo”, expuso.
Concedió que “la demora en la prórroga complicó más las cosas, porque pasaba el tiempo y la actitud de las empresas fue de cautela frente a la compra de insumos; pero el atraso en muchos casos es anterior a la prudencia de las empresas, porque a algunas hace bastante tiempo que no le salen las SIRA. Así es muy difícil mantener la actividad. Todos esperamos que se tomen medidas en lo inmediato y se habiliten dólares para importar insumos. Hay que ver qué solución se le encuentra a la deuda acumulada con los proveedores extranjeros. Alguna solución habrá que implementar porque si no, se para todo en la Argentina. La industria nacional en general es muy dependiente de insumos importados y para poder exportar un dólar se deben importar tres. Esa es la relación y claramente, si no se habilita el acceso a divisas para importar, se frena la industria”, sentenció.
Contacto con nuevas autoridades
Respecto de si tomaron contacto con las autoridades electas, respondió que “sí hemos mantenido reuniones pero la incertidumbre también proviene de que recién se está conociendo la definición de los equipos que van a llevar adelante las políticas del gobierno. Hay varios candidatos en carrera y varias opiniones sobre las medidas a implementar, así que no tenemos ninguna certeza. Tenemos algún acercamiento sobre lo que puede suceder, pero hay que esperar hasta el lunes, para conocer el texto de la ley ómnibus que se va a enviar al Congreso. No quiere decir que vaya a salir tal cual se la envía, porque el Congreso puede introducir todo tipo de modificaciones. Recién la semana que viene se van a ir conociendo las medidas”, indicó.
“Está claro que la falta de dólares no se va a resolver la semana que viene. Entramos en un período vacacional y sería ideal que hubiera un panorama claro de lo que puede llegar a suceder con posterioridad. Si se puede tener claro ese panorama cuando terminan las vacaciones, aunque no haya llegado la mercadería, pero que haya un horizonte para que finalmente arribe, obviamente la actitud de las empresas va a ser más contemplativa. Hoy no tienen certeza de nada. A fines de enero se tiene que definir el panorama porque no se puede tener a la industria parada tanto tiempo”, subrayó.
Reiteró que hasta ahora “hay comunicaciones, por lo menos en CAFIN somos tres los que estamos teniendo distinto tipo de contactos, pero como no hay un único interlocutor, no sabemos qué se va a concretar. En un área trascendente, como es Industria, han ido y venido los nombres pero no hay confirmación. Yo imagino que esos cargos tampoco van a estar el domingo, e irán jurando a lo largo de la semana. Ahí tendremos la certeza”, concluyó.