Se pudo observar a dos perros atacando salvajemente a un guanaco, en la Estancia Laura, en las cercanías del Lago Fagnano. Esta situación se repite con mucha más frecuencia. La problemática ha forzado a muchos establecimientos a cambiar de la ganadería ovina a bovina, amenazando la actividad ganadera y poniendo en peligro el poblamiento rural. A pesar de la normativa, siguen sin aplicarse medidas de control efectivas.
Ushuaia.- Nuevamente se denunciaron ataques de perros asilvestrados contra un guanaco en pleno centro de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La información fue compartida por el investigador principal del CADIC-CONICET, Adrian Schiavini, a través de su cuenta de X (ex Twitter). En su publicación, Schiavini objetó la propuesta de organizaciones que plantean como solución la captura, esterilización y devolución de los perros asilvestrados, generando un debate que se ha tornado interminable sobre el valor de estas especies asilvestradas en comparación con la fauna nativa y el modo de vida rural.
En la publicación de Schiavini se pueden observar a dos perros atacando salvajemente a un guanaco en la zona rural de Tierra del Fuego, más precisamente en la Estancia Laura , en las cercanías del Lago Fagnano.Los numerosos ataques dan cuenta que la situación que se repite con mucha frecuencia y que es denunciada por los productores rurales de la provincia.
Si bien uno de los informes producidos por el Conicet revela que los ataques de perros asilvestrados no solo afectan la fauna nativa, sino que también impactan en actividades productivas y el turismo. Los registros de ataques a ovinos se remontan a la década de 1970, pero en los últimos años el problema ha escalado, especialmente cerca de las ciudades. Lo cierto es que los datos indican que se perdieron miles de cabezas ovinas y toneladas de lana, equivalente a millones de pesos como consecuencia de los frecuentes ataques en las zonas rurales.
El área afectada por estos perros en la producción ganadera ha crecido significativamente, pasando del 2,5% en 1990 al 69,3% en 2012-2013. La problemática ha forzado a muchos establecimientos a cambiar de la ganadería ovina a bovina, amenazando la actividad ganadera y poniendo en peligro el poblamiento rural.
El trabajo de investigación explica que los productores que buscan abordar este problema invierten recursos en herramientas limitadas, como alambrados eléctricos y perros protectores. Sin embargo, se reconoce la necesidad de probar otras herramientas, como nuevas trampas y tóxicos. El impacto de los perros asilvestrados también afecta el desarrollo del turismo en áreas silvestres y rurales, comprometiendo la seguridad de los turistas y la fauna silvestre.
De igual manera, se detalla que la legislación actual es considerada suficiente, su aplicación y fiscalización no resulta efectiva. Las acciones municipales se centran en fomentar la tenencia responsable y la esterilización, pero queda mucho por mejorar en términos de educación y cambio de hábitos en la comunidad.
En efecto, la sociedad de Tierra del Fuego ha abordado la problemática de los perros asilvestrados de manera sectorial, sin un enfoque integral ni resultados eficaces. Se destaca la falta de un Estado fuerte capaz de liderar acciones y coordinar esfuerzos en todos los sectores de la sociedad para abordar esta creciente problemática.
Fuente: Diario del Fin del Mundo.