El Diputado Nacional Héctor ‘Tito’ Stefani habló sobre la importancia de desarrollar y apoyar sectores productivos, como la industria de la turba en Tierra del Fuego. También resaltó la necesidad de que el Estado ayude a los productores y establezca condiciones más realistas.
Río Grande.- En diálogo con FM Master’s, el Diputado Nacional Héctor ‘Tito’ Stefani fue consultado por la reunión mantenida entre la flamante Cámara de la Turba de Tierra del Fuego y la secretaria de Minería de la Nación, Flavia Royón, encuentro del cual también tomó parte el propio Stefani.
“La turba es un sector importante de producción en Tierra de Fuego que hay que desarrollar, hay que ponerle tecnología, hay que ayudar a esos productores, la mayoría de esos productores son emprendedores, no son megaempresarios”, expuso el parlamentario fueguino.
Agregó que “el Estado tiene que estar al lado y a veces el Estado le pone plazos y le pone condiciones que son prácticamente de difícil cumplimiento. Yo creo que esas mismas condiciones que el Estado les pone a los privados, se las pusiera el Estado, se daría cuenta que como él no las puede cumplir, no se las puede pedir al resto”, observó.
En este sentido contrastó “la asimetría que tenemos en las provincias entre la función pública y la función privada es terrible. Entonces el Estado tiene que pensar que ese señor que es un productor, que es un privado, es al que tiene que ayudar con todo lo que puede y mucho más a que ese señor se desarrolle, a ese señor lo tiene que acompañar, porque si ese señor se desarrolla, ese señor toma un trabajador y el Estado empieza a resolver problemas que viene arrastrando desde hace mucho tiempo”.
Stefani evaluó que “a la turba hay que darle otra visualización, la gran cantidad de turba que se utiliza para plantines y tiene muchísimos usos que nosotros los desconocemos, yo no soy técnico en eso, sí escuché la conversación de los que estaban que saben mucho, tiene muchas propiedades para desarrollarse en la farmacología, la estética, pero sobre todo como en materia de agricultura, está dentro de la minería y es por eso que fuimos recibidos por la Secretaria (Flavia Royón) quien nos recibió, nos escuchó con mucha atención, estableció un plan de acción con la Cámara para seguir hacia adelante, la Cámara planteó algunas cuestiones operativas que tiene, hoy un camión de turba o un contenedor de turba cuesta como producto unos dos millones de pesos. El traslado está funcionando; es decir, el valor de la mercadería de la turba que está dentro del contenedor vale 2 millones y el traslado o transporte cuesta 2 millones para arrancar”.
Agregó que “además tenemos los costos de la Aduana, tienen por uso hasta el jueves, porque si no, el domingo a la Aduana tiene que pagarle el triple, pero además no pueden ser bolsones, le hacen bajar si son bolsones, que a ellos les convendría más un camión grande y llevar la turba en bolsones, esos bolsones entrarían más en un furgón, pero no les permiten porque le hacen bajar los furgones, porque alguna vez hubo un contrabando, hicieron sacar scrap con la turba, y otras cuestiones que hay que resolverlas, las conozco, porque alguna vez me tocó estar de ese lado”, recordó.
Finalmente confió que “nos gustó la predisposición de la Secretaria y la gente que vino representando a la turba de Tierra del Fuego, muy bien, técnicamente”.
La turba en Tierra del Fuego
Los yacimientos de turba, denominados turbales (o turberas) constituyen una espesa capa de materia vegetal de altísimo valor para el medio ambiente por su alta dinámica de renovación del carbono.
La turba es un importante componente del proceso de siembra, aunque su explotación debe ser controlada para no llevar a su extinción. Su utilización principal (y muy apreciada) es como sustrato para germinación de plantas, floricultura y tabaco.
En nuestro país, el 90% de los turbales se encuentra en Tierra del Fuego, que –por otra parte- es casi el único centro productor de turba en el Hemisferio Sur.
A latitudes similares a las de nuestra región, pero en el Hemisferio Norte, otros países con producción de turba son Canadá, Estonia y Lituania, que proveen del producto a Europa y Asia.
En nuestra provincia, la explotación turbera comenzó alrededor de la década del 70 y se mantiene en moderado proceso de expansión. Unos 10 emprendedores (empresas familiares en su mayoría) trabajan para extraer y exportar, en un 95 por ciento a otras provincias argentinas, particularmente Buenos Aires.
La producción actual estimada es de unos 45.000 metros cúbicos x año. Menos del 5 por ciento de lo producido tiene como destino el exterior.
