El legislador de FORJA Federico Greve planteó un panorama desolador para la provincia y para el país en general. Sin margen para planificar, ante las medidas intempestivas que va tomando el Gobierno nacional, queda por delante “trabajar para la coyuntura”, que son las necesidades básicas de los ciudadanos que necesitan de alimento y de los servicios básicos como la educación y la salud. En este escenario, no queda más que “administrar la miseria”, con la obra pública paralizada y recortes que se profundizan todos los días. “La situación es alarmante de todo punto de vista y es un gran desafío para la Legislatura empezar a pensar en herramientas, de la mano con los Ejecutivos. Todos los Ejecutivos, tanto provinciales como municipales, estamos preocupados por lo que vaya a pasarle a cada uno de los habitantes”, afirmó el parlamentario.
Río Grande.- El legislador Federico Greve, presidente del bloque de FORJA, planteó un diagnóstico de situación que resulta desolador, ante la imposibilidad de planificar en la provincia y en los municipios, por las medidas de ajuste que se profundizan día a día. Sin margen para pensar en el desarrollo, entre otras cosas por la paralización de la obra pública, resta trabajar sobre la coyuntura y “administrar la miseria”.
“No recuerdo ningún gobierno nacional que tuviera tanta beligerancia, no solamente para los propios como para los ajenos, porque se maltrata de igual manera al que es aliado al gobierno que al que no lo es. Pareciera que la regla es querer imponer y no sentarse a resolver problemas”, comenzó diciendo por FM La Isla.
“Ayer anunciaron que van a desmantelar el INADI, una institución que tiene que ver con la discriminación y tiene una tarea muy importante a nivel nacional. El gobierno nacional está haciendo un ajuste por inflación de una manera alarmante y eso impacta en los ingresos. Cualquier recomposición que se pueda hacer nunca va a alcanzar a la inflación que se proyecta en la Argentina. En la provincia hay desvinculaciones en las empresas electrónicas, los alquileres están por las nubes y hay lugares en Ushuaia que empiezan a cobrar en dólares los alquileres. Cada vez se pone más difícil y no sabemos cuánto tiempo la gente aguantará esta situación, que no tiende a mejorar en el mediano o corto plazo”, expresó.
Consultado acerca de qué herramientas tiene la Legislatura para enfrentar estos cambios, respondió que “ese es el gran interrogante que tenemos. Uno puede llegar a tener un proyecto de ley que pueda contener alguna situación, pero las medidas que se van tomando a nivel nacional tienen tanta velocidad y tienen un impacto tan directo en el ingreso de las personas, que por más que se tomen un montón de medidas tendiente a regular los alquileres, por ejemplo, se topan con un DNU que desrregula y cada uno empieza a cobrar lo que se le canta”.
“Esto empieza a elevar la conflictividad social. Algunas personas podrán soportar esta situación y otras no van a poder cumplir con las obligaciones. No podemos construir viviendas y el que invierte en un inmueble, que está en dólares, luego construye en pesos y, cuando va a buscar los materiales los tiene que pagar en pesos y suben cada vez más”, sostuvo.
“La situación es alarmante de todo punto de vista y es un gran desafío para la Legislatura empezar a pensar en herramientas, de la mano con los Ejecutivos. Todos los Ejecutivos, tanto provinciales como municipales, estamos preocupados por lo que vaya a pasarle a cada uno de los habitantes”, afirmó.
Ante la observación de que el Municipio de Río Grande anunció un crecimiento muy importante en la demanda de salud, indicó que “ese es un dato objetivo de lo que está sucediendo, en el hospital público, en la salud pública, porque conozco gente que tenía una prepaga y ya no la tiene. Eso implica más servicios para la obra social estatal, más demanda para el hospital y los centros de salud. Esto va de la mano con los insumos y los profesionales que se necesitan”.
“Es difícil proyectar en Argentina cuando no se sabe qué va a hacer el gobierno nacional, y es imposible planificar en un país con una inflación del 20% mensual. La situación no va a mejorar en el corto plazo, por lo tanto hay que ver cómo utilizamos todas las herramientas que tenemos a mano para que el Estado provincial pueda hacer frente a esta situación”, dijo.
“Hoy estamos en una emergencia de hecho. Estamos planteando hacer una reunión con todos los cargos legislativos que tenemos en el Concejo Deliberante de la tres ciudades y en la Legislatura, para ver qué hay que hacer a nivel legislativo provincial y municipal para lo que viene. La política tiene que sentarse, tomar el toro por las astas, y ver qué podemos hacer localmente para mitigar el impacto de las medidas nacionales. Si sigue la inflación, no va a haber medida que se pueda tomar que sea capaz de paliar ninguna situación. Nos vamos a dedicar a la salud, a lo que tenga que ver con lo alimentario y no sabemos qué vamos a hacer con la educación de nuestros chicos, porque si no tenemos clases y no tenemos a los chicos en la escuela, hay que ver qué hacemos con los padres, que tienen otras responsabilidades. Estos son los ejes fundamentales de toda la provincia”, puntualizó.
“La situación no mejora, desde el gobierno nacional cada día levantan la apuesta y uno no puede callarse y no elevar la voz con esta agenda impuesta”, lamentó.
Respecto de la opinión de sus pares, indicó que “no me he juntado con todos los legisladores porque todavía está el receso del mes de febrero. El 1° de marzo iniciaremos las sesiones legislativas, se determinarán las presidencias de las comisiones para empezar con la tarea. He hablado con la gente de nuestro bloque y con algunos otros bloques. Todos tienen una gran preocupación por las cuestiones diarias del gobierno nacional, que impactan directamente en la provincia. Estamos analizando qué va a pasar con la liberación de las importaciones, que impactaría directamente en todos los estratos de la Tierra del Fuego. Esas son las discusiones que se dan a diario con cada uno de los compañeros de la Legislatura. Todavía no está trazado el objetivo final, pero estamos viendo que no va a haber otra cosa que hacer más que alimentar a la gente y administrar miseria. El Ejecutivo tiene más responsabilidad en eso y el Legislativo acompañará en lo que tenga que hacer”, planteó.
“Si no tenemos planificación, habrá que trabajar con la coyuntura, y la coyuntura es la gente que más necesita, la que no tiene techo ni tiene trabajo. Habrá que apuntar a eso porque, independientemente del asalariado, que va a tener un detrimento en sus ingresos, el que más va a sufrir es el que no tiene trabajo, el que tiene un plan, el que tiene un hijo discapacitado y sobrevive con una pensión. Esa gente la va a pasar muy mal y hay que estar atentos a lo social y apuntalarlo. Desde el bloque estamos haciendo nexos con comedores, con asociaciones de la sociedad civil, para empezar a tramar una red social, porque el Ejecutivo no va a poder llegar a todo y el Legislativo tendrá que hacer su parte”, concluyó.