El secretario general de la UOCRA afirmó que el 90% de los trabajadores de la construcción están desocupados. Muchos están yéndose de la provincia, porque no pueden sostenerse sin ingresos, ni pagar un alquiler. Las empresas decidieron parar todas las obras por falta de fondos, y de pago de las deudas que estaban pendientes. Lamentó que haya obras a punto de finalizar y no puedan terminarse, porque lo que no hay es plata.
Río Grande.- El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, fue consultado por FM La Isla sobre la situación del sector, luego de las declaraciones que efectuó ayer el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, quien habló de 100 mil despidos de trabajadores directos y de la caída de otros 200 mil puestos indirectos.
“Estamos muy preocupados por la situación y estoy hablando con los distintos sectores para ver qué podemos hacer. Tenemos una desocupación en la provincia del 90%. Aproximadamente en la temporada tenemos 1.500 compañeros trabajando y ahora no llegamos a 100. Está todo parado y estamos viendo qué vamos a hacer. Vamos a hablar con el gobernador, con el intendente, para ver cómo podemos solucionar el problema de los compañeros estos meses, para colmo se viene la veda invernal como todos los años. El problema es muy grave”, manifestó.
“No tenemos trabajo y ese es el problema. El obrero de la construcción está totalmente desamparado, no tiene ninguna posibilidad de que la empresa le pueda pagar por menos horas para poder sostenerse. Las empresas directamente cerraron sus puertas porque no pueden trabajar. Con este gobierno las obras públicas se pararon todas y no cancelaron las deudas. A las empresas le están debiendo un montón de plata, pero esto es lo que eligió la gente”, lamentó.
“Mucha gente votó a este presidente y hoy están arrepentidos. Creo que este presidente tendría que estar internado, porque está enfermo, pero mucha gente lo votó. Algunos dicen que está hace tres meses y hay que darle una oportunidad, pero se están muriendo de hambre todos. Nosotros necesitamos trabajo ahora, no dentro de un año”, enfatizó.
Respecto de los contactos con el gobierno, dijo que habló “por teléfono con la ministra Castillo y vamos a pedir una audiencia con el gobernador para hablar del subsidio. No creo que podamos hablar de obra pública, porque el oxígeno a nivel nacional está totalmente cortado. Esto se ve no solamente en Río Grande sino en todas las provincias. El gobierno ha pagado algunas obras con recursos propios, con plata del IPV, y esa plata no la cobraron todavía. De parte de las intendencias, el intendente Martín Pérez hizo todo lo que pudo, sigue haciendo lo que puede y está siempre acompañándonos. Ya hablé con él hace poco y voy a volver a hablar, pero tampoco le pagaron. Se está manejando con los recursos de la municipalidad, haciendo algunas cosas para no dejar a la gente tirada”, expuso.
La alternativa de sobrevivir con la obra privada es imposible en este contexto porque “nadie está haciendo nada. El que estaba haciendo algunas viviendas o algún edificio tuvo que parar todo, porque los precios en la isla son impresionantes. Yo creo que son abusivos de parte de los corralones, hay cosas que cuestan 10 mil pesos en un lado, 15 mil en otro y 5 mil en otro. Hay un abuso y un aprovechamiento de la situación de algunos comercios”, cuestionó.
Migración de trabajadores
Lo cierto es que, sin ingresos y con altos costos en los alquileres, muchos trabajadores han decidido dejar la provincia. “Los compañeros que teníamos en la isla se están yendo de a poco, porque saben que viene la veda invernal, que acá es peor que en cualquier parte. Mucha gente se está volviendo para su provincia y los que quedamos vamos a tratar de encontrar una solución. Vamos a hablar con el gobierno, a ver si nos puede dar una mano, como lo hizo siempre; lo mismo con la municipalidad, que siempre nos ha dado una mano también. Vamos a tratar de pasar esta situación de la mejor manera para los compañeros”, dijo.
En cuanto al diálogo con los empresarios, señaló que “continuamente hablo con el presidente de la Cámara de la Construcción y con los empresarios, a ver si tenemos la posibilidad de hacer algo, si pueden tomar a los muchachos que están mal, pero cada vez hay menos trabajo. Los dueños de las empresas han decidido parar porque no da para más. Hoy prácticamente no tenemos obras y no hay nada que esté en actividad. Hay muchas obras que ya se tendrían que haber terminado porque no les falta nada, pero la plata no está”, concluyó.