El secretario general de SOMRA, que nuclea a los trabajadores de maestranza, planteó las dificultades del sector ante la inflación que se come los acuerdos paritarios. Aseguró que hay compañeros que tienen que elegir entre comer al mediodía o cenar, y algunos optan por recurrir a comedores comunitarios. Destacó la buena disposición de los empresarios de Tierra del Fuego y está a la espera de la apertura de una nueva paritaria.
Río Grande.- Ricardo Perrota, secretario General de SOMRA seccional Ushuaia, dialogó con Radio Nacional Ushuaia sobre la situación del sector que, si bien tuvo un buen acuerdo paritario en 2023, hoy tiene operarios que no llegan a fin de mes.
“Estamos mejorando las prestaciones y las remuneraciones de los afiliados, pero es la primera vez que estamos en una situación tan difícil como esta. Tenemos muchos afiliados, hablamos de 3.000 operarios en toda la provincia y los afiliados rondan los 300. En el caso de Tierra del Fuego, los malos empresarios son muy pocos, las empresas son muy sólidas y con una gran espalda económica. Son personas solidarias con el trabajador y eso habla bien de ellos”, valoró.
“Nosotros no podemos dar muchas soluciones, todos los días vemos compañeros que no llegan a fin de mes y el sindicato no puede ayudar porque no tiene los recursos, pero estamos acompañando a los compañeros. En el mes de diciembre cerramos una paritaria del 60% hasta el mes de marzo, pero la inflación nos mató. Nadie iba a pensar que en dos meses íbamos a tener semejante inflación. La semana pasada un empresario me llamó y me dijo que ya había que empezar con la paritaria. Los empresarios ven que si tienen un operario mal pago, bajo la línea de pobreza, el operario va con muy malas ganas de trabajar. Hoy nadie puede tomarse el lujo de cambiar de actividad laboral. En Buenos Aires se está haciendo una paritaria pero también los empresarios están solicitando una paritaria local, a nivel provincial. Estamos gratamente sorprendidos, porque ven que el operario va con mala gana, presenta certificados y, como en todos los casos hay buenos y malos trabajadores. Los operarios tienen dos trabajos y están fundidos, porque no rinden. El empresario necesita que cubran las necesidades básicas, que puedan pagar el alquiler y llegar a fin de mes”, expresó.
Adelantó que se está por definir la fecha de la paritaria loca, una vez que termine la nacional y esperamos acordar un porcentaje más a nivel local. Teníamos el 60% de diciembre más el 40% de octubre, que sumaba el 100% y pensábamos andar muy bien, pero en dos meses nos comió la inflación. Hoy en día nuestros operarios están por debajo de la línea de pobreza, y esto le pasa a muchas actividades”, dijo.
“Hay compañeros que están arriba del millón de pesos pero tampoco les alcanza, porque sabemos bien lo que pasa con los alquileres en todo el país. La gente del Ministerio de Trabajo está acompañando ante malas prácticas de los empresarios y siempre trata de buscar la conciliación. A veces los empresarios no pueden pagar a tiempo porque no llegan los clientes. Hablamos con los compañeros y tratamos de llegar a un acuerdo. Siempre decimos que el mejor sindicato no es el que más paros hace, sino el que mejor operarios tiene. La actividad ha sido muy bastardeada durante varios años al no tener un sindicato, porque nosotros tenemos cinco años. Había empresarios que se manejaban con un convenio colectivo que no existía. Hoy están bajo el convenio correspondiente y está normalizada la situación”, aseguró.
Respecto de las remuneraciones, dijo que “el básico de un empleado de maestranza está en 350 mil pesos de bolsillo. Con eso ni siquiera sobreviven. Hay muchos compañeros que tienen que elegir entre comer al mediodía o cenar. Un compañero de la actividad me decía ayer que para llegar iba a un comedor comunitario, pero a las 12.30 del mediodía ya no hay más comida porque los comedores no tienen recursos”.
“Hay algo muy saludable que está ocurriendo en Tierra del Fuego, porque tanto la CGT como los gremios en general, están unidos para ver cómo podemos paliar la situación con los compañeros que no llegan a fin de mes. La situación se va agudizar más con el inicio de clases, por el valor del boleto que va a afectar el bolsillo de los trabajadores. El aumento que podamos conseguir se consume con los viáticos del colectivo. No se puede caminar en invierno con 18 grados bajo cero. Antes había gente que tomaba un taxi y ya no va a poder usar un colectivo. Nuestra actividad no está pasando un buen momento y lo mismo pasa con otras actividades. Hemos sobrevivido de otras crisis y creo que vamos a poder sobrevivir al 2024”, concluyó.