Para dotar al personal de las habilidades necesarias para responder eficazmente ante situaciones de emergencia, la Escuela Judicial “María Angélica Barreda” dictó el miércoles 20 de marzo, la capacitación denominada “Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y el uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA)”, en Tolhuin y Río Grande.
Río Grande.- La actividad forma parte del Programa de Promoción de la Salud “+Bien Estar”, que apunta a promover la salud del personal de la institución.
El evento lo dirigió el Dr. Eric Manrique, médico forense de la Dirección Pericial del DJS, acompañado por los agentes Miguel Acevedo y Matías Guillermo.
El curso se centró en capacitar a los empleados judiciales sobre cómo actuar en situaciones críticas de salud, y resaltar la importancia de manejar la tensión y coordinación en momentos de emergencia.
Durante la jornada, dividida en dos partes, se abordaron en primer lugar, aspectos teóricos fundamentales para reconocer un ataque cardíaco y los pasos a seguir en una intervención de emergencia.
Luego, los participantes practicaron los conocimientos adquiridos mediante ejercicios de RCP usando muñecos preparados para simular este tipo de situaciones.
En la capacitación destacaron la relevancia de este tipo de formación, dado que la reanimación y el uso del desfibrilador es crucial para evitar la pérdida de vidas, mientras se realiza la comunicación inmediata con la asistencia médica profesional.
El Dr. Manrique destacó la importancia de la cadena de supervivencia, así como la llegada de la primera persona, un rol que cobra mucho valor al convertirse en el primer respondedor.
“La cadena de supervivencia es una secuencia de pasos que se debe seguir y es importante que estos pasos se cumplan, si ocurre lo contrario, la cadena pierde su fuerza”, mencionó el profesional, y recalcó la participación de cada una de personas que conforman el eslabón de la cadena de supervivencia.
Por otro lado, agradeció la predisposición del Cuartel de Bomberos de Ushuaia, que suministró los elementos utilizados durante la formación: maniquíes y un desfibrilador externo automático, que permitió a los asistentes familiarizarse con el equipamiento seguro y que se puede utilizar sin riesgo siguiendo las pautas.