Por un pedido del sector ganadero de Santa Cruz, que reclaman por la afectación de sus ovejas, autorizan a cazar zorros, pumas y guanacos entre el 1 de abril y el 31 de agosto. En este sentido los ambientalistas se oponen y dicen que hay otras alternativas para preservar la producción.
Río Grande.- Aquella persona que vive en la provincia de Santa Cruz y tiene permiso de portación de arma, puede cargarla y salir a cazar animales libremente. Desde el primer día de abril es legal dispararle a zorros, pumas y guanacos. Se trata de un nuevo capítulo para una polémica que se reedita año tras año.
El Gobierno de Santa Cruz acaba de autorizar la caza deportiva de estas especies. Tema histórico, conflicto irresuelto, viejo reclamo del sector ganadero y contrapunto con el ambientalismo sobre todo activo en redes sociales. Todos esos elementos atraviesan esta vieja historia sin solución que ocurre sobre las deshabitadas estepas del sur del país.
La información oficial señala que la temporada de caza deportiva 2024 en la provincia de Santa Cruz ha sido autorizada por el Consejo Agrario Provincial, mediante la resolución emitida el pasado 27 de marzo. Aquellos que obtengan la licencia correspondiente podrán participar en la actividad desde el 1º de abril hasta el 31 de agosto del presente año.
La decisión ha generado una fuerte controversia, con reclamos por parte de los defensores de la naturaleza, el medioambiente y otros ciudadanos preocupados por el bienestar de la fauna nativa y de los ecosistemas. Está inclusión de fauna nativa entre las especies autorizadas para ser cazadas ha sido calificada como una práctica despreciable. No son pocos los que hablan de una “masacre” legalizada en la naturaleza.
El presidente del CAP, Adrián Suárez, ha declarado: “Es cierto que ha habido críticas, pero la caza deportiva se ha llevado a cabo durante muchos años, e incluso hay muchas personas que dependen de esta actividad para su sustento y del turismo asociado. Este año generó más debate que en otros, pero es una determinación tomada por el Consejo Agrario y no buscamos polemizar con nadie”.
La polémica está servida. “Sucede todos los años y esta vez se empezó a viralizar. Y no solo se autoriza esta modalidad de caza en Santa Cruz sino en casi todas las provincias patagónicas. Animales como zorros y guanacos no tienen valor deportivo como trofeo y la caza debe entenderse como parte de una supuesta necesidad de controlar las poblaciones de depredadores y competidores del ganado ovino. Es una respuesta del gobierno a una presión histórica. El problema sin dudas existe, seguramente sobredimensionado, y estas medidas en el fondo desnudan que no hay un plan efectivo para resolverlo”, explica el biólogo Sebastián Di Martino, que trabaja restaurando especies en la zona.
Di Martino dice que existe una presión histórica de los ganaderos sobre el Estado para que se resuelva un conflicto que es evidente que existe. Los pumas y los zorros son depredadores del ganado ovino. Los guanacos son señalados como competidores por el alimento. “Pero es notorio que las actividades que se han llevado adelante hasta ahora no han dado los resultados deseados. La caza indiscriminada de estas especies, bajo cualquier modalidad, incluyendo la deportiva, se autoriza desde hace décadas y evidentemente no es la solución”.
Lo mejor, dice el experto, es que esta fauna en vez de ser un problema, pase a ser una oportunidad. “Es lo que tratamos de hacer en el Parque Patagonia, ubicado en el noroeste de Santa Cruz. Nosotros estamos trabajando mucho para que se haga turismo de observación de fauna, incluyendo al puma, que en otras regiones genera ingresos por miles de dólares. Hay estancias ganaderas en Chile que lo hacen. Es cierto que les genera pérdidas por el ganado, pero también cada vez más ingreso por la actividad turística. Del guanaco se podría aprovechar su valiosa fibra, aunque hay que desarrollar mejores métodos de encierre y esquila y generar mercados. Si no existen posibilidades de desarrollar el turismo hay otras soluciones o formas de reducir el conflicto que no implican matanzas indiscriminadas: existen perros protectores, alambrados eléctricos, luces disuasivas o encierres nocturnos. Pero definitivamente esta solución de autorizar la caza es la misma que tiene 100 años y nunca resolvió nada”, “conservacionistas y productores debemos abandonar las posturas extremas que no conducen a nada, y el estado generar el marco adecuado para discutir soluciones realmente válidas”, finaliza.
En Santa Cruz, la cuestión sobre la cantidad de guanacos está dividida. Según datos científicos, hay poco más de un millón. Pero desde el sector ganadero se habla de más de tres millones de individuos. De este número se hizo eco Patricia Bullrich, cuando meses atrás, en medio de la polémica entre el Gobierno y la provincia de Chubut, dijo que en el Sur no había nadie y solo corrían guanacos. Otro dato para tener en cuenta es que diferentes fuentes científicas coinciden en que en la Patagonia argentina se concentra la mitad de toda la población mundial de guanacos. No existen cifras concretas sobre la presencia de zorros y pumas, verdaderas bellezas que merodean las lejanías ocupando su rol primor