El propietario de El Viejo Almacén, Enrique Chasco, nos habló de los inicios de un restaurant icónico de la capital fueguina, y uno de los más buscados por los turistas. El edificio data del año 1906 y el emprendimiento fue iniciado por José Salomón.
Río Grande.- Enrique Chasco, propietario de un edificio de 1906 en la capital fueguina, que hace décadas se convirtió en El Viejo Almacén, relató al programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia los inicios y la actualidad del restaurante, y aseguró que “es un reconocimiento a la memoria de José Salomón. Seguimos teniendo su estudio en mi oficina privada junto a objetos queridos de Salomón. También hay un pequeño museo en la estación de servicio de la playa. Está el escritorio de Salomón y la máquina Olivetti. Fue el primer abogado nacido en Ushuaia, y luego fue el presidente del Superior Tribunal de Justicia”.
“El almacén es un icono de la arquitectura de Ushuaia, es un ejemplo de la construcción anteriormente malvinera. Salomón llegó en un barco como polizón a la Argentina cuando tenía aproximadamente 10 años y se dedicaba a la venta ambulante, allí comenzó su inclinación comercial, empezó a estudiar castellano porque era turco, y luego se empezó a hablar del oro de la Patagonia y se fue desde Necochea a Punta Arenas. A los 19 años se embarcó a Ushuaia en un velero y trajo mercadería, eso fue en 1907. Como era habitual en esos años, los pobladores se acercaban al puerto cuando llegaba una embarcación. Se encontró con Fadul que le cedió una casa de madera donde hoy está la fiscalía federal. Puso un negocio y comenzó el comercio en Ushuaia”, recordó.
“El Viejo Almacén está frente al puerto, porque Salomón estableció ese lugar estratégico para la venta. Fue una persona muy querida en la comunidad, muy luchador y amante de la comida. Los turistas que vienen ya han leído algunas cosas en nuestra página. Ya tenemos 12 millones de likes en la página de Facebook Almacén de Ramos Generales Ushuaia. La gente ya viene con algún conocimiento y lo curioso es que ya vienen con un papelito en la mano que dice ‘sopa de calabaza’ o ‘conejo confitado’, que son platos característicos. La gente que no habla el idioma y prueba un plato que le gusta le pasa la información a otra gente”, dijo.
Como anécdota, contó que “cuando estaban filmando la última parte del Renacido, vino Leonardo Di Caprio con su padre, su madre y el director de la película. Querían un lugar privado y los ubicamos en la cocina original de Salomón, así que estuvieron a puertas cerradas. La mamá de Di Caprio pidió sopa de calabaza, Di Caprio se relajó y la pasó muy bien. Después los padres vinieron dos días más a tomar la sopa de calabaza. Han venido de muchos lugares del mundo para tomar la sopa de calabaza, que es un icono del Almacén”, concluyó.