La delegada de OSEF Elvia Agüero expuso los problemas de fondo que tiene la obra social estatal, a partir de las políticas que implementó la gestión en curso. Aseguró que se ha monopolizado el servicio, con convenios “faraónicos” con dos grandes clínicas privadas, que tienen la libertad de ajustar los precios cuando hay paritarias nacionales de ATSA o cuando se dan aumentos locales a los empleados públicos. Además reveló que se ha tercerizado el servicio de farmacia, con un vaciamiento del sector, y se pagan medicamentos a precios exponenciales aun habiendo convenio con laboratorios. Lo mismo ocurre con las derivaciones, con la contratación de seguros y con los hospitales de Buenos Aires, a partir del direccionamiento al Güemes, que subcontrata servicios con el hospital Italiano. Aseguró que el financiamiento a la OSEF que aprobó la Legislatura “no va a servir de nada” frente a este cuadro de situación.
Río Grande.- La delegada de OSEF Elvia Agüero dio a conocer en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia los motivos de fondo que llevan a la obra social a la crisis en la que se encuentra, y aseguró que el financiamiento que aprobó la Legislatura “no va a servir de nada” si no se cambia la política de gestión.
“Según la presidente de la obra social, la situación es crítica. Hace dos meses el gobernador decía en algunos medios que la obra social estaba equilibrada y que tenía al frente una persona que la pudo equilibrar y tener las cuentas al día, pero el miércoles la presidente mandó a dar de baja los convenios de diez o quince prestadores, que brindan servicios tanto en Río Grande como en Ushuaia. Esto se debe a la situación crítica, económica y financiera, que tiene la obra social”, comenzó diciendo.
“Todos los afiliados vienen sufriendo esta situación desde hace cuatro años, porque los que no tienen cobertura de medicamentos son los afiliados. Entre estos convenios que dan de baja hay kinesiólogos, odontólogos. No tenemos odontólogos y dan de baja los dos o tres que tenemos por convenio en Río Grande. Yo esto lo venía anunciando hace casi cinco años, pero como el gobernador vive en una realidad paralela, dice que todo lo que nosotros contábamos era mentira. Evidentemente no era mentira y por eso estamos como estamos”, expresó.
El cambio de rumbo
“Tenemos unos 31 mil afiliados titulares, que son aportantes a la obra social, y con el grupo familiar son 56 mil. Nosotros hemos hecho denuncias en el Tribunal de Cuentas, en la Fiscalía de Estado, en la Legislatura, y en algún momento nos han acompañado los diferentes gremios municipales y provinciales, que reclaman por todas estas situaciones. Cuando llegó Mariana Hruby y el vicepresidente Olgiatti, querían llevar a la obra social por otro rumbo y así estamos hoy. La presidente aprendió cosas malas trabajando, porque ha hecho convenios faraónicos con algunos prestadores y ha tercerizado el tema de los medicamentos. Se han hecho convenios monopólicos con los prestadores, como las clínicas de Ushuaia y Río Grande. Han centralizado todo a un mismo lugar y el afiliado no tiene posibilidad de elegir. Podríamos tener convenios con un prestador chico o un prestador médico u odontológico, pero centralizaron todo y monopolizaron la atención a un solo centro”, cuestionó.
“Las autoridades de la obra social le dieron el poder al prestador para poner el precio. Antes el directorio se sentaba en una mesa con los prestadores, que por ahí pedían un 20%, pero se le ofrecía un 10%. Hoy no pasa eso. Hicieron un convenio donde el prestador recibe aumentos de ATSA nacional. Cuando hay aumentos, también aumenta el prestador, y nosotros como obra social no recibimos aportes de ATSA nacional. Cuando el gobernador le da el poco aumento que le dio a los empleados públicos, el prestador también recibe el porcentaje de lo que reciben los empleados públicos”, afirmó la delegada.
Farmacia desmantelada
Respecto de la farmacia de la obra social, planteó que la tercerización ha elevado todos los costos. “Hace unos años hicieron una licitación por 1.400 millones de medicamentos, que jamás aparecieron, porque decían que los empleados no trabajaban. Fue un anuncio de campaña, como todo lo referido a la OSEF. Eliminaron la estructura de farmacia que había, sacaron a los farmacéuticos y pusieron una farmacéutica funcionaria que terminó de vaciar la farmacia, porque no hizo una sola compra para los afiliados de OSEF. Terminaron tercerizando la compra de medicamentos. Con la farmacia dejamos de comprar en nación y empezamos a derivar a los convenidos, que son farmacias privadas. Eso nos salió carísimo y después delegaron en un tercero, que es el que paga a las farmacias privadas o convenidas de OSEF. Eso fue por un año y el año pasado sacaron otro convenio, diciendo que el que nos abastece de medicamentos es este tercero, a través de nuestras farmacias convenidas. De ahí el enojo de las farmacias privadas, porque antes nos vendían los medicamentos y ganaban fangotes. Ahora gana un tercero y las farmacias privadas ponen el establecimiento, el personal, entregan los medicamentos y les pagan dos mil pesos por receta. No es negocio para nadie y gana un tercero que no conocemos nosotros, porque es una asociación o federación de farmacias de Buenos Aires. Tercerizar significa que a la obra social le salga más caro de lo que le debería salir”, subrayó.
Convenios con hospitales de Buenos Aires
Por otra parte, dio a conocer el direccionamiento que se está realizando hacia el hospital Güemes, pese a que a obra social mantiene los convenios con el hospital Británico y el Italiano, cuando el Güemes no tiene todas las prestaciones y las termina subcontratando. “Dicen que el Británico se cortó, pero nosotros tenemos convenio con el Británico y lo que están haciendo es direccionar al Güemes, por más que el afiliado haya hecho su tratamiento en el Británico. Ellos deciden mandar a Güemes. El Británico y el Italiano son dos hospitales de última generación, en el Italiano no hay espera para los turnos, más cuando van con una derivación que acá no se puede tratar. Para tratamiento oncológico se contrataba al Italiano para radioterapia. Decidieron que no fueran más al Italiano y que fueran al Güemes, pero el Güemes no tiene radioterapia y lo que hace es contratar al Italiano para que le dé servicios a nuestros afiliados”, aseveró.
“Por eso todo sale más caro en la obra social. El Güemes contrata al Italiano para que atienda al afiliado. Se le paga al Güemes por un servicio que no da, cuando se podría contratar directamente con el Italiano, porque tenemos convenio”, sostuvo.
Los remedios más caros
A modo de ejemplo, comparó los costos de los medicamentos por la vía tercerizada, con lo que hubiera costado en un laboratorio. “Nosotros necesitábamos unidades de un medicamento que por farmacias privadas nos salía 24 millones de pesos, cuando teníamos cuenta con el laboratorio y se podía contratar directamente. Hablé con el laboratorio y pregunté cuánto salía la unidad para la obra social, y me dijo que eran 5 millones de pesos, pero la obra social pagó 24”, dijo.
Otro punto son los seguros. Planteó que a partir de la decisión del gobierno nacional de contratar un broker, que a su vez contrata el seguro, se encarecieron al doble, porque “el intermediario se lleva el 50%”, y lo mismo ocurre con los seguros del Banco Tierra del Fuego. “Hace poco tuvimos que renovar los seguros de todas las instituciones y contratamos a Martínez Sosa, que contrata a otro seguro para dar la prestación”, dijo de uno de los investigados a nivel nacional.
“Lo que se renovó ahora son los seguros de automotores e inmuebles. En automotores se hizo una contratación de tres millones de pesos por cuatro autos, y el más nuevo es de 2016”, enfatizó.
En materia de derivaciones pasa algo similar. “Nosotros tenemos convenio con una empresa de vuelos sanitarios y cada viaje a Buenos Aires con un afiliado nuestro salía 9 millones de pesos por vuelo. En enero el prestador dijo que no le alcanzaba para volar, por los aumentos que hubo, y le hacen una liquidación de convenio por 14 millones, con redeterminación de precio. Con convenios firmados, después ellos pagaron 28 millones de pesos por un viaje a Buenos Aires con un afiliado. Nunca buscaron una comparativa de precios. Si uno plantea cobrar 30 millones por un servicio, hay que buscar otras opciones. No se contrata con alguien que puede cobrar cualquier cosa. Sabemos que los vuelos sanitarios son una urgencia, pero se puede verificar si no hay otros más económicos”, indicó.
En conclusión, con esta política de tercerizar y monopolizar servicios, dijo que el financiamiento que aprobó la Legislatura para la obra social “no va a servir de nada. Esto no es culpa de los empleados, sino de los funcionarios que designó el gobernador para administrar la obra social”.