En términos interanuales, la caída representa un promedio del 72% en el sector de producción de telefonía celular y un 65% en el sector electrónico en general en los primeros tres meses del 2024.
Río Grande.- Un informe de la consultora Neodelfos publicado la semana pasada grafica la influencia que tiene la caída del consumo en todo el país, en la producción de la actividad electrónica, en buena parte concentrada en nuestra provincia.
Para el mes de enero la caída de la producción de telefonía celular fue de 414.310 unidades en comparación al mismo mes del año 2023, mientras que para el mes de febrero la caída fue de 622.897, y por último para el mes de marzo la caída fue de 877.491 unidades menos en términos comparativos para el mismo mes del año 2023.
La suma de perdida de producción en lo que va del 2024 es de unas escalofriantes 1.914.698 unidades menos que en 2023.
Adicionalmente la caída de la producción tiene un gran impacto en el sector industrial de telefonía celular que ocupa la mayor cantidad de mano de obra en el polo industrial fueguino, estimando una caída superior a los 3200 puestos de trabajo para los primeros tres meses del 2024.
El fuerte desplome del consumo a nivel nacional es histórico, para enero del 2024 la caída del consumo masivo fue de 13.8% en términos interanuales, para el mes de febrero de 13.4%, para el mes de marzo 17.1% y para abril fue del 20.4%.
Mientras tanto la inflación acumulada durante el primer cuatrimestre del gobierno de Javier Milei alcanzó el 90,1% contra el 58% que crecieron los salarios registrados, generando una fuerte caída del poder adquisitivo que se refleja en el derrumbe del consumo masivo.
En cuanto a los datos de pobreza, según el observatorio mensual elaborado por el departamento de Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella, ya esta llegando el 51.8% empujando en los últimos tres meses a 3,25 millones de personas en esa situación.
En síntesis, el sueldo promedio registrado para los primeros meses de la administración libertaria tuvo una pérdida de poder adquisitivo de al menos el 32% en apenas 4 meses, la consecuencia directa es la caída del consumo y la producción generando desempleo, más pobreza, indigencia y exclusión.