La Ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia reconoció que el gobierno nacional tiene la facultad de decidir a quién enviar la leche para las familias vulnerables, pero lamentó que no se haya recurrido al gobierno fueguino, que cuenta con los datos de los beneficiarios y tiene una estructura para llevar adelante la logística. Remarcó que lo importante es que un alimento tan fundamental llegue a quienes lo necesitan antes de la fecha de vencimiento. Consideró “irracional” que se haya guardado en un depósito y hasta el momento no hay comunicación con el gobierno nacional ni sobre este tema, ni sobre la política en general del Ministerio de Capital Humano, para conocer qué programas van a continuar. Dio un detalle de la demanda de la población, que sigue aumentando, y remarcó que la decisión del gobierno es sostener la asistencia, si bien los requerimientos son muchos, a la par que disminuyen los ingresos.
Río Grande.- La ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia, Dra. Adriana Chapperón, fue consultada en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre el reparto de la leche enviada por el gobierno nacional a la fundación Dar CONIN, por un total de ocho mil kilos y con una fecha de vencimiento muy cercana, dado que caduca el 7 de julio. “Nosotros hemos reclamado como todas las provincias que los alimentos fueran distribuidos, porque la gente lo necesita, y nos parecía irracional que estuvieran guardados en un depósito, algunos con fecha de vencimiento en poco tiempo”, dijo.
“El gobierno nacional tiene la potestad de decidir a quién entrega esos alimentos y no cuestionamos que haya sido a la fundación CONIN, pero a nosotros nunca se nos comunicó esto, ni del gobierno nacional, ni de la fundación, para solicitar a la provincia algún tipo de colaboración. No tenemos por qué desconfiar de cómo están haciendo la distribución, pero hubiera sido mucho más sencillo para la fundación poder hacerlo a través del gobierno de la provincia, porque nosotros tenemos los datos de los comedores y merenderos de las tres ciudades, y tenemos una estructura que no puede tener la fundación, que atiende a 30 familias. Hubiese sido oportuno poder colaborar, pero esa colaboración no fue pedida”, lamentó.
“Nosotros no hemos participado porque nadie nos ha solicitado colaboración, ni siquiera los datos de los comedores o de las familias que se asisten. Entendemos que los habrán conseguido de otra manera”, barajó, y aseguró que “Nación sabe que tenemos esos datos porque tenemos cruce de datos con el gobierno nacional a través de un sistema con el que conectamos con ellos para saber la situación de cada una de las personas que atendemos. Celebramos que se haya podido repartir la leche y ojalá llegue a todas las personas. Para Tierra del Fuego ocho mil kilos es mucho y la leche tiene un vencimiento pronto, así que hay que repartirla oportunamente para que no se pierda, cuando hay tanta gente que lo necesita”, subrayó.
“Nosotros no fuimos convocados y no quisimos intervenir en algo en que no fuimos convocados. Si no nos han convocado es porque lo tienen resuelto y no tenemos nada que objetar. El fin no era que el gobierno de la provincia fuera el que repartiera, sino que la gente reciba la leche y que se pueda aprovechar un insumo sumamente necesario para muchas familias en las tres ciudades. Sería una pena que por una cuestión política partidaria no se use correctamente”, manifestó.
Reparto de siete mil módulos
Con respecto a las personas asistidas con módulos alimentarios, precisó que “nosotros estamos comprando mensualmente alrededor de siete mil bolsones de alimentos para repartir. En el último tiempo se ha incrementado mucho la demanda por la cantidad de gente desempleada que está solicitando ayuda. Desde el gobierno nacional han dejado de asistir a las organizaciones y no sabemos cómo era la disposición que ellos tenían. Evidentemente alimentaban a un grupo importante de la población, porque esa gente está llegando al ministerio, solicitando la ayuda que hoy no pueden dar los comedores solos si no los asistimos. Nos han pedido refuerzos para poder continuar con los comedores, porque ayudan con la preparación de viandas para que la gente pueda comer. Hay muchos chicos que tienen el almuerzo en el colegio, pero ellos preparan las viandas para la noche”.
“Se está trabajando en colaboración con cooperativas, con organizaciones sociales, y son siete mil los módulos alimentarios individuales, para las familias. Por otro lado tenemos la asistencia a los comedores y merenderos, y tratamos de llevar refuerzos. Hoy hay un incremento importante de la demanda, sobre todo en Río Grande, por la situación de la industria, que tiene suspendida la actividad y no siempre los empleados están cobrando. A veces cobran un monto menor y otras veces ni siquiera lo cobran, y esas familias también están necesitando asistencia”, planteó.
Respecto de la cantidad de comedores, indicó que “tenemos 14 comedores en Tolhuin, 60 en Ushuaia y 84 registrados en Río Grande, que están pudiendo continuar con la actividad, porque había más comedores. El punto es que, entre el incremento en los servicios más los cortes de llegada de alimentos de nación, ha hecho que algunos comedores no puedan cumplir con lo que tenían planteado. Hoy hay 84 comedores en Río Grande y nos consta que están cocinando sobre todo viandas para poder entregar. Nosotros corroboramos con cada uno de los comedores el listado de personas que están yendo”, aseguró.
“La cantidad de personas es variable y además no todos los comedores pueden dar asistencia todos los días. Cuando empezamos a revisar, teníamos familias declaradas en varios comedores, sin embargo cuando vemos el detalle, hay comedores que cocinan determinados días, y otros cocinan otros días, y las familias tienen que comer todos los días. Hace poco tiempo estuvimos con el Polo Obrero, que asiste a 90 personas, y ellos nos dijeron del aumento del requerimiento, así que tratamos de reforzar lo que estaba llegando”, dijo.
“Estamos haciendo un control en conjunto de las personas que reciben las viandas, para que sea realmente gente en estado de vulnerabilidad que lo está necesitando”, observó.
En cuanto a otros requerimientos de asistencia, dijo que “tenemos requerimientos de todo tipo, de ayuda con materiales, porque el invierno hace que tengamos que reforzar esa ayuda; también piden ayuda para el subsidio del gas, porque no alcanza en algunos hogares; además hay pedido de pasajes de muchas familias, que buscan la contención familiar en otros lugares. Son personas que no tienen dónde vivir y se han quedado sin trabajo, así que estamos pagando pasajes para regresar a familias enteras que hace mucho tiempo están en Tierra del Fuego; y ahora empiezan a llegar los subsidios por los servicios”, detalló.
“Nosotros estamos haciendo un trabajo con la Ministra de Obras Públicas, con la gente de la DPE y de la DPOSS, para poder subsidiar de alguna manera los servicios a estas familias. Hemos sacado la tarjeta Bienestar para poder mejorar lo que hacíamos con el programa REDSOL y el programa Mesa Fueguina. Tratamos por todos los medios de mejorar las ayudas, y sabemos que lo que damos no alcanza. Ante el requerimiento hay un presupuesto que es finito y tratamos de que alcance a todas las áreas”, expresó.
Aclaró que “no somos el único Ministerio que tiene altos requerimientos. También está pasando lo mismo en Salud, en Educación, y la provincia está tratando de hacer frente a todo, porque no estamos teniendo programas de nación que estén dando respuesta. Solamente tenemos por ahora el programa de celiaquía que empezaría a funcionar a partir del mes que viene, con 35 mil pesos por mes”.
Panorama incierto
Ante la incomunicación del gobierno nacional no hay perspectivas para el corto ni el mediano plazo. “Es muy difícil decir cómo seguimos, porque no tenemos referentes en nación para poder explicar a nuestros vecinos qué cosas siguen y qué cosas no. Se está haciendo muy difícil, la reunión con la ministra Pettovello no se ha dado en ningún momento a pesar de nuestros reclamos. Hay programas que para nosotros son imprescindibles, como por ejemplo los kits de emergencia por las bajas temperaturas, el programa Mi Baño, y hoy no podemos confirmar que vayan a seguir”, señaló.
“Nosotros tenemos los programas REDSOL, que tenía aproximadamente seis mil personas activas y a ellos les estamos repartiendo la tarjeta Bienestar. El importe de REDSOL era de seis mil pesos para la persona sola, de ocho mil hasta tres hijos y de diez mil con más de tres hijos. También teníamos Mesa Fueguina, que eran dos mil quinientos pesos, con una cantidad menor de personas. Hoy estamos pasando todo a un único programa, que es la tarjeta Bienestar. Ya se está entregando y va a tener un monto de 20 mil pesos para personas solas, de 25 mil para familias hasta con tres hijos, y de 35 mil para los que tengan más de tres hijos. Esto se va a empezar a cobrar a partir del mes de julio y se hace con fondos provinciales. Son aproximadamente diez mil beneficiarios en total, pero esto se incrementa, porque al hacer el anuncio las personas comenzaron a preguntar cómo anotarse. Las tarjetas tienen requisitos, como no cobrar el programa Alimentar de nación, que tiene la misma finalidad; no cobrar más de un sueldo y medio mínimo vital y móvil, que son 350 mil pesos aproximadamente; no tener más de una vivienda y no tener más de un vehículo. Consideramos que la persona puede tener una vivienda pero puede estar en situación de vulnerabilidad, porque hay familias que han quedado sin trabajo y lo único que tienen es su vivienda, también sabemos lo necesario que es tener un vehículo y no queremos que tengan que desprenderse de lo poco que tienen”, explicó.
“Tratamos de llegar con la ayuda a todos los lugares, aparentemente el programa de celiaquía seguiría y queremos incorporarlo a esta tarjeta. La idea es que la gente pueda disponer de ese dinero para comprar alimentos, productos de higiene personal y productos de limpieza. El banco y el Ministerio de Economía manejan los comercios asociados. Hay comercios que ya estaban adheridos y estamos trabajando con el Ministro de Economía para adherir más comercios, sobre todo los comercios de proximidad, que necesitan trabajar y derrama en la economía local. Obviamente esos montos son ayudas y de ninguna manera resuelven la situación, por eso seguimos entregando los módulos alimentarios y estamos viendo si podemos reforzarlos, porque la necesidad aumenta”, alertó.
Consultada sobre el contenido de los módulos alimentarios, dijo que “las compras las hace el Ministerio de Economía y nosotros vamos retirando del proveedor os alimentos frescos, como frutas, verduras, pollo, alimentos secos, para que no lleguen en malas condiciones. Hay cosas que nos reclaman que no podemos comprar, por ejemplo bananas, porque no duran. Eso no quiere decir que estemos dando cosas de menor calidad, sino que depende del tipo de fruta y verdura, que acá llega enfriada. Hay que armar siete mil módulos y repartirlos, todo esto lleva un tiempo, y por más que pongamos la logística, hay productos que no llegarían en buenas condiciones. Los alimentos frescos los retiramos al momento que armamos los módulos y se los entregamos a la gente. Tenemos módulos de alimentos secos para emergencias, que tienen fideos, polenta, aceite, sal, harina, leche. Esto se puede sostener y siempre tenemos módulos preparados porque también hay demanda espontánea, hay emergencias, que las atienden las distintas áreas”, apuntó.
Sobre la posibilidad de incluir pescado, teniendo en cuenta el litoral marítimo de la provincia, aclaró que “no lo hemos agregado a los comedores. Tenemos una nutricionista que arma los módulos para determinados grupos, como los adultos mayores. Lamentablemente estamos rodeados de mar pero el pescado es caro, y los pescadores artesanales están mal porque no tienen trabajo. Hay algunas incongruencias que uno no llega a entender, pero esto pasa. Seguimos insistiendo en que las compras puedan hacerse siempre tratando de mejorar la calidad. Siempre estamos asesorados por la nutricionista y se hace difícil, porque hay que tratar de repartir entre todos de la mejor manera posible”.
Más necesidad y menos recursos
La ministra remarcó que “los requerimientos aumentan permanentemente y los recursos no aumentan en el mismo sentido. Obviamente se hace difícil sostener todo esto sin ninguna ayuda del gobierno nacional. Por ahora el planteo es que el federalismo no va a existir. El gobierno nacional se va a ocupar de determinadas cosas y las provincias van a tener que hacerse cargo de todo el resto, con un presupuesto que disminuye, porque disminuyen los aportes como Ingresos Brutos, por la caída del consumo. Es todo un círculo vicioso difícil de afrontar. De todas maneras la provincia va a seguir con las políticas sociales, porque son derechos de la gente, más allá de lo que plantee el gobierno nacional. Hay gente que no comprende esta situación y cree que el gobierno tiene la obligación de darle determinadas cosas. Tratamos de darle curso a todos los pedidos pero hay que entender que cada vez es mayor la demanda, con un presupuesto que es finito. Hay otros ministerios que también son esenciales, como Educación y Salud, y también ven la misma situación, cada vez más gente para asistir con menores recursos”, advirtió.
Finalmente se refirió a la demanda de asistencia de viviendas, y confirmó que se están dando muchos desalojos, pero no es la cartera a su cargo la que debe dar soluciones habitacionales, tema que le compete al IPV y hoy tiene todas las obras paralizadas. Lo que se hace desde Bienestar es brindar alojamiento por 30 días.