El biólogo Adrián Schiavini afirmó que, de acuerdo al texto del proyecto ingresado por los legisladores de Republicanos Unidos, quedaría permitido el uso de jaulas en cualquier zona de la provincia, fuera del Canal de Beagle. Puso la mirada sobre los fiordos de la Isla de los Estados, que son lugares resguardados, como objetivo del “inversor que motorizó a algún legislador a hacer esta modificación de la ley”, dijo, vinculando la inversión que pretendería hacer el empresario Rubén Cherñajovsky con el ingreso de esta propuesta. También lo relacionó con el discurso de Milei luego de la firma del Pacto de Mayo, que acusó a los ambientalistas de “promotores del atraso económico”. Lamentó los términos ofensivos del legislador Coto, al referirse a los científicos y miembros de las ONG como “hippies con OSDE”. De instalarse jaulas en cualquier punto, aunque sea por fuera del canal, habría riesgo de impacto en la ciudad de Río Grande y en zonas protegidas como Península Mitre.
Río Grande.- El biólogo Adrián Schiavini fue consultado sobre el proyecto de Republicanos Unidos, que pudo leer en detalle y en principio expresó que “es un proyecto bastante reglamentarista, tiene 50 artículos y deroga la ley provincial 1355. Lo que veo es mucho cacareo previo, mintiendo acerca de que la salmonicultura está prohibida, para terminar elaborando un proyecto de ley que en el fondo lo que hace es permitir el cultivo de salmónidos en aguas marinas fuera del Canal de Beagle. Prohíbe el uso de jaulas en el canal, prohíbe la salmonicultura en cuerpos de agua continental, pero lo demás no lo prohíbe”, afirmó.
“Hay una redacción deficiente en muchos artículos, generada probablemente por el desconocimiento de las especies y de algunos aspectos técnicos. Lo curioso y preocupante es que acerca de la salmonicultura dice que la autoridad de aplicación determinará las especies de salmónidos aptas para cultivo y crianza, y en el siguiente artículo dice que todo permiso para proyectos vinculados con trucha arco iris, la marrón y la de arroyo, debe ser bajo los principios rectores de la preservación, conservación, defensa y mejoramiento del ambiente. Nadie está en desacuerdo con eso, pero no menciona otras especies de salmónidos”, observó, siendo justamente las especies que se cultivan en Chile.
“En este mismo capítulo prohíbe la instalación de jaulas en el Canal de Beagle y en cualquier curso cerrado, lago o laguna. A mi entender esta ley permite el cultivo utilizando jaulas en aguas marinas exteriores al Canal de Beagle. Ese sería el punto principal. El proyecto no prohíbe la utilización de jaulas marinas para el cultivo de salmónidos en aguas marinas, fuera del Canal de Beagle. La ley 1355 prohíbe la instalación de jaulas en cualquier cuerpo de agua lacustre o marítimo. Este proyecto no, solamente lo prohíbe en el Canal de Beagle y en cuerpos cerrados lacustres o continentales. No dice nada acerca de las aguas marinas exteriores al Canal de Beagle, como Bahía Aguirre, Península Mitre, la costa de Río Grande, o Isla de los Estados”, citó como ejemplos.
Admitió que tras la política de Milei por un lado y el anuncio de un renombrado empresario interesado en invertir a gran escala, “este era uno de los escenarios posibles, que se buscara habilitar el cultivo fuera del Canal de Beagle. Además no limita las especies permitidas, porque en el artículo 44 habla de la trucha marrón, arroyo o arco iris, pero no dice que no se pueda cultivar salmón del Atlántico o el salmón cojo, que son los salmones que nos preocupan y se cultivan en Chile, generando el desastre ambiental del que ya hemos hablado hasta el hartazgo”, dijo.
“Sutilmente queda la puerta abierta en este proyecto para permitir el cultivo de la salmonicultura tradicional en aguas abiertas exteriores al Canal de Beagle. Los legisladores tendrán que ver ahora cómo colisiona esta ley con la ley de aguas, porque la instalación de cualquier cultivo necesita agua y eso está reglamentado por una ley provincial. Esta ley crea un fondo que viene de los cánones que se pagan por el uso del agua, pero es harina de otro costal. Lamentablemente en la Legislatura a veces se elaboran leyes sin tener en cuenta cómo colisionan con otras legislaciones preexistentes”, cuestionó.
“A mí lo que me preocupa realmente es que deja la puerta abierta y me da la impresión de que lo que hizo el legislador Coto fue un ‘acting’ para la tropa propia, para decir que la salmonicultura estaba prohibida y ahora viene a resolver todo. En el fondo la ley es prácticamente idéntica a la ley 1355, sólo que abre la puerta para la salmonicultura en aguas marinas exteriores al Canal de Beagle. También menciona otro tipo de acuicultura, como el cultivo de mejillones, que existe hoy en día en el Canal de Beagle, y el tema de algas, que todavía no tiene desarrollo en nuestra provincia, más allá de la recolección artesanal. En términos de la salmonicultura lo que hace es habilitarla en aguas marinas externas al canal”, reiteró.
Isla de los Estados, el objetivo
Para el biólogo habría una mirada puesta concretamente en los fiordos de Isla de los Estados, pese a que esas aguas están incluidas en la ley de creación del área protegida Península Mitre. Otro objetivo sería la costa de la zona de San Sebastián.“Yo considero que extremadamente riesgoso colocar instalaciones de salmonicultura en el mar abierto en nuestra costa atlántica, por la energía que tiene nuestro mar austral, la diferencia de mareas de hasta nueve metros. Son todas cosas que atentan contra tener una jaula de 30 metros de profundidad colgando de la superficie marina y arraigada al fondo. Es extremadamente riesgoso, pero si hay un privado que lo quiere hacer, se evaluará. Tenemos el gran riesgo de que todo eso termine en algún lugar del mar o en la costa, o en Isla de los Estados, o en Península Mitre, o frente a Río Grande. A Península Mitre varios la deben estar mirando con cariño para colocar jaulas, pero es un desafío mayúsculo en términos de distancia y accesos, que son importantes en la ecuación económica. Las recomendaciones internacionales dicen que no hay que colocar jaulas cerca de colonias de lobos, y ese cerca son 30 ó 50 kilómetros, que para ellos no es nada. Uno de los problemas de colocar jaulas en el canal era dar comida gratis a los lobos, y lo mismo ocurre en Península Mitre, en Bahía Aguirre, en Sloggett. Creo que es una locura por el riesgo que tomaría un inversor al colocar jaulas en un ambiente tan energético como el mar litoral fueguino”, opinó.
“Un lugar ideal para colocar jaulas fuera del Canal de Beagle son los fiordos de la Isla de los Estados, que son aguas protegidas por la ley de creación de Península Mitre, que incluyó en los alcances las aguas litorales de la península y de Isla de los Estados, así que va a haber que tener un ojo puesto en el plan de manejo de Península Mitre, porque lo que se va a mirar primero son los fiordos de la Isla de los Estados para instalar jaulas. Si yo fuera un inversor que motorizó a algún legislador a hacer esta modificación de la ley, habría mirado ese mapa”, disparó, relacionando el proyecto de Coto con los intereses de Cherñajovsky.
“No hay que perder de vista que el presidente que tenemos hoy en día en su discurso al momento de la firma del famoso Pacto de Mayo, le dedicó un párrafo especial a los ambientalistas, y nos acusó a académicos y ambientalistas de ‘promotores del atraso económico’, enarbolando una filosofía que viene de la tradición judaica, que es que la naturaleza está al servicio del ser humano. Es una filosofía que viene desde hace miles de años, y entonces el hombre domina la naturaleza y la utiliza para su servicio, por lo tanto no puede ser que tengamos recursos naturales sin explotar en la Argentina. Ese es un discurso que atrasa por lo menos 50 años, porque el mundo ha aprendido que, si destruye el tapiz del ambiente, a partir del cual obtiene bienes y servicios, después tiene que pagar más por ellos y tiene que pagar el costo de restauración de las condiciones, que es el caso de las salmoneras. Pero como ocurre bajo el agua y lejos de la gente, no se dimensiona. Esa concepción de que tenemos que hacer pelota todo para obtener beneficios y poner como escudo en el discurso a la pobreza, es un discurso de hace 50 años atrás. Los países han firmado compromisos para tratar de reducir la pérdida de diversidad biológica y en ese convenio de diversidad biológica se busca poner un ojo en que lo que se hace como actividad económica extractiva o productiva no destruya el patrimonio que es de todos, que es la capacidad de los suelos y de los mares de sostener la vida. De esa vida nos nutrimos, por lo tanto actuar como el presidente Milei propone, es simplemente comerse el capital, pensando que es eterno y que no hay limitaciones. Eso está demostrado ampliamente que es falso y se necesita una mirada que tenga en cuenta que la capacidad de proveer servicios y bienes por parte de los ecosistemas no esté amenazada por nuestras propias acciones, porque dependemos de la naturaleza. Lamentablemente estamos viviendo una época donde eso se desconoce, se interpela al colectivo ambientalista y al sector científico como ‘zurdos empobrecedores que escriben papers de cuarta’, según palabras textuales del presidente, y entonces acá los legisladores toman este discurso con un tono hasta ofensivo, como el legislador Coto al referirse a las organizaciones ambientalistas como ‘hippies con OSDE’. Es una época complicada y lo que más preocupa es esta idea de que tenemos que hacer pelota la naturaleza para obtener recursos”, concluyó.