Garófalo se mostró optimista y antes de fin de año habría una tendencia a la reactivación

El apoderado de CAFIN confió en que antes de fin de año se van a empezar a ver las primeras señales de reactivación del consumo, y marcó como bisagra las nuevas paritarias, que permitirán empezar a recuperar la pérdida de poder adquisitivo. Habló sobre las bondades del RIGI, que abre oportunidades para Tierra del Fuego sobre todo en el campo de la energía y el turismo, pero también para las electrónicas, que podrían fabricar insumos para empresas que inviertan en el continente. También espera que pronto se empiece a ejecutar el FAMPF, como una gran herramienta para empezar a diversificar la matriz productiva fueguina.

Río Grande.- El licenciado Alberto Garófalo, apoderado de CAFIN, fue consultado en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la situación de las empresas y las perspectivas para lo que resta del año, y se mostró optimista ante una tendencia a la reactivación. “Las empresas están en un grado disímil, en algunos casos se ve una leve recuperación y en otros todavía no. Con las medidas que han comenzado existe cierto optimismo de que esa tendencia pueda crecer hacia fin de año y empezar a mostrar otra cara. Eso tiene una relación directa sobre la actividad de empresas, los niveles de producción y el empleo, que es el motivo por el cual estamos más angustiados”, dijo.

“Las textiles aun no tienen las prórrogas otorgadas, tenemos la reunión de la comisión del área el próximo jueves y creemos que tampoco allí no va a haber nada. Sabemos que se ha estado trabajando en distintos niveles del gobierno nacional, no sólo de la Secretaría de Industria sino de la AFIP. Todos han estado trabajando en esto y no sabemos si todas las empresas van a poder acceder a esa prórroga. Hay un estudio muy profundo sobre la situación de cada una, no sólo en la provincia sino de aquellas que tienen otras plantas en el país y también han sido visitadas, se les ha requerido información de todo tipo, que se ha entregado, y no tenemos al día de hoy una definición al respecto, pero entendemos que en lo que hace exclusivamente a la actividad de Tierra del Fuego, la gran mayoría de ellas no deberían tener problemas”, indicó.

Sobre la situación de Textil Río Grande, que involucra a más de 60 trabajadores, dijo que “es un tema que preocupa, porque es una empresa fueguina. No es asociada de CAFIN, así que no voy a emitir ningún comentario al respecto, pero compartimos la preocupación por una empresa que tiene décadas en Tierra del Fuego y ha llegado a esta situación terminal”.

Con respecto al resto de las empresas, señaló que “la situación con los insumos se ha regularizado bastante, ahora el acento está puesto en una demanda muy incipiente que empieza a mostrarse. Algunas ya están trabajando con números razonables, otras todavía están lejos, pero esperemos que se generalice esta tendencia que estamos viendo, para que se pueda volver a los números de ocupación que supimos tener y en el último tiempo han sido muy deteriorados”.

Respecto de la competencia con productos importados, por ahora no ve una amenaza concreta. “La realidad en lo que hace a importación es que no hubo grandes novedades en los últimos tiempos. Ha habido algunas medidas para facilitar el papeleo de la importación, pero no ha habido nada trascendente como la baja de aranceles, que sería lo que impactaría de lleno. Mientras hubo importación, las empresas de Tierra del Fuego se mantuvieron a niveles razonables y siempre han competido. Evidentemente hay productos en los que estamos lejos y hay otros que, por ventajas comparativas, Tierra del Fuego es una opción más razonable frente a la importación, en lo que hace a disposición, a la posibilidad de tener la mercadería en un plazo razonable. Son una cantidad de elementos que nos permiten competir. Una apertura indiscriminada sin duda dejaría fuera de juego a toda la industria textil nacional, incluida la de Tierra del Fuego, pero no es lo que está sucediendo por ahora”, expresó.

También se le preguntó sobre la posibilidad de exportar productos elaborados en la provincia, y explicó que “el sistema de Tierra del Fuego está diseñado para enviar productos al continente. El premio mayor del punto de vista de estímulo fiscal, que es el crédito fiscal presunto del IVA, desaparece en la exportación al exterior, porque en las exportaciones no existe el IVA, por lo tanto tenemos un aliciente de primer orden que no aparece si tenemos que vender al exterior. En segundo lugar, lo que produce Tierra del Fuego son bienes de amplia producción en todo el mundo y en la mayoría de ellos no estamos en condiciones de competir por lo que llamamos el costo argentino. Los reintegros de impuestos para la exportación no funcionan en forma acelerada y no existe un reembolso que estimule esas exportaciones. En términos competitivos estamos lejos de poder llegar al mundo con lo que hoy se produce en la isla. En el tema textil, una tela estampada producida en Pakistán es más barata que la misma tela cruda fabricada en Argentina, y eso tiene que ver con la cantidad de costos implícitos que hacen al costo final de estos productos. No estoy hablando de la mano de obra ni de los salarios de hambre que se pagan en el extremo Oriente, porque no pasa por ahí la cosa. Hay muchos otros factores que intervienen, que tienen que ver con el costo de flete y una cantidad de cuestiones internas que finalmente repercuten sobre el valor final. Hay un tema de escala también, porque no es lo mismo fabricar cien unidades que un millón, y todo esto hace que no seamos competitivos al menos con lo que hoy se fabrica en la isla. En el caso de las electrónicas, las marcas distribuyen su provisión en el mundo y tienen su productores de acuerdo a su propia visión y su propio interés, y no es sencillo para este tipo de bienes pegar el salto a la exportación”, desarrolló.

 

Reforma impositiva

 

Asimismo, planteó la necesidad de avanzar en una reforma impositiva para cambiar la ecuación y poder ser competitivos. “A nivel nacional hace falta una reforma impositiva, porque hoy los bienes que se quieren exportar al continente tienen un gran porcentaje de impuestos. Hay que buscar alguna forma de bajar esa carga impositiva para ponernos en condiciones de igualdad con la competencia. Salvo aquellos productos que tienen ventajas competitivas, como el agro, que aun así está bastante castigado por el lado de las retenciones, está el impuesto PAIS y una serie de cosas. Está la promesa de que el impuesto PAIS tendería a la baja. En el caso de Tierra del Fuego, yo no quiero cambiar lo que se hace hoy, sino que lo que pretendo es complementarlo. Si ante esa complementación, lo nuevo a lo que se pueda acceder supera a lo que tenemos, bienvenido sea si eso implica un mayor nivel de actividad y de empleo”, manifestó.

 

Las bondades del RIGI

 

Puntualmente sobre el nuevo régimen de incentivo a las inversiones, aseguró que “puede ayudar mucho, porque lo que hace es ponernos en el mapa en algunas cuestiones donde Tierra del Fuego tiene ventajas comparativas. El principal es el tema de energía y también tiene mucho para ofrecer el turismo. En el ramo de electrónica hay un plantel muy capacitado que estaría en condiciones de producir otro tipo de bienes, sin abandonar lo que hoy se está haciendo. Otro tipo de bienes serían insumos para empresas que, gracias al RIGI, podrían estar radicándose en un futuro en la Argentina”.

“Sin duda el RIGI abre una puerta que puede ser aprovechada por Tierra del Fuego. Lo que hace es brindar condiciones para quitar la desconfianza sobre la Argentina y facilitar la inversión de capitales en cantidades a las que hoy la Argentina no tiene acceso. El país tiene cerrado el crédito, no está en la categoría de país elegible para las inversiones, y lo que se pretende es saltar estos escollos y ponernos de nuevo en el mapa, al menos para las actividades que la ley define como prioritarias, entre ellas la energía y el turismo, donde Tierra del Fuego tiene mucho qué decir. Por otra parte, sin necesidad de que una empresa esté en Tierra del Fuego, puede ser demandante de insumos fabricados en la provincia y a eso estamos apuntando”, subrayó.

 

Balance del año

 

Garófalo hizo un balance de los meses transcurridos y las perspectivas para lo que resta del 2024. “Es un año duro, sabíamos que una política antiinflacionaria como la que se está llevando adelante iba a tener su consecuencia sobre el mercado. Son cosas que han sucedido en otros países y la gran incógnita es si la reactivación esperada se va a dar en una forma significativa durante el corriente año, o si vamos a tener que seguir esperando. Yo tengo la esperanza de que durante este año tengamos ya alguna visión de que el esfuerzo no ha sido en vano y que la demanda pueda empezar a recuperarse, a partir de las próximas paritarias que deberían empezar a mejorar el salario real de los empleados”, marcó como bisagra.

 

FAMPF en espera

 

Por último cifró grandes expectativas en el fondo de ampliación de la matriz productiva. “Es un tema que tiene que empezar a funcionar rápidamente porque los fondos están. No sólo están los que ya se aportaron por el 60% sino el 40% de las empresas. Las empresas textiles, en cuanto empiecen a salir las autorizaciones, van a empezar a aportar también. Hay voluntad de llevar adelante proyectos y hay un enfoque nuevo de evaluación de los proyectos que se presentan. Vamos a tener una nueva reglamentación para los proyectos del FAMPF y una definición sobre el horizonte que se pretende alcanzar con la inversión de las compañías. Sólo nos resta esperar que se ejecute y se ponga en marcha, para empezar a concretar todo lo bueno que tiene el FAMPF, porque estos aportes son una oportunidad única para ayudar a la diversificación de la matriz que estamos buscando”, concluyó.

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