La angustia de la familia de Elio Torres desaparecido hace 1 años y 2 meses

Elio Rubén Torres, un abogado y experimentado montañista, desapareció el 20 de julio de 2023 mientras realizaba una travesía por la inhóspita Península Mitre, en Tierra del Fuego. Desde entonces, su esposa, María Manuela Lepifán, y su familia lo buscan, pero su paradero sigue siendo un misterio.

Río Grande.- El último rastrillaje en la zona se llevó a cabo en marzo de este año, aunque fue interrumpido por las duras condiciones climáticas que dificultan las labores. Desde entonces, las búsquedas se encuentran paralizadas. María Manuela expresó su frustración, «desde ahí, todo quedó parado», comentó a TN, desesperada por la falta de avances en la investigación.

Recientemente, la Cámara de Apelaciones ordenó al juez de la causa, Silvio Pellegrino, que avance con algunos procedimientos. Sin embargo, no se definió cuándo se llevarán a cabo. La familia de Torres, que incluye a sus dos hijos pequeños de 3 y 7 años, vive con la angustia de no saber qué ocurrió con él. “Saben que algo pasó y por eso su papá no volvió, saben que lo buscamos, que fueron la policía y sus amigos a buscarlo. Esperan que algún día alguien lo encuentren y podamos saber qué pasó”, afirmó Lepifán.

En diciembre del año pasado, se hallaron algunos objetos cerca de la zona de la desaparición: una botella, un cordón y huellas, aunque aún no se determinó si pertenecían a Elio Torres. Su esposa también denunció presuntas irregularidades en las primeras etapas de la investigación, “si se hubiera buscado bien en un primer momento, no estaríamos en esta situación”, señaló.

 

La desaparición de Elio Torres y el desafío de Península Mitre

 

Elio Rubén Torres, de 43 años, comenzó su travesía el 16 de julio desde la estancia María Luisa, en la costa atlántica de Tierra del Fuego. Su plan era recorrer a pie 400 kilómetros por el sureste de la provincia hasta llegar a la estancia Moat, un trayecto que ya había realizado en dos ocasiones anteriores, aunque durante el verano. Torres contaba con un intercomunicador satelital que le permitía enviar mensajes y marcar su posición. El último contacto que tuvo con su esposa fue el 20 de julio, cuando le informó que comenzaba una nueva jornada. Desde entonces, no volvió a saber nada de él.

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