Quieren pedir una sesión especial para la semana que viene y meterle los últimos goles a Milei, antes de que terminen las ordinarias. Ninguna iniciativa necesita dos tercios. La convocatoria todavía no se formalizó
Buenos Aires.- La oposición “dialoguista” de la Cámara de Diputados quiere avanzar con un pedido de sesión especial para el próximo martes 12 de noviembre en pos de aprobar la reforma a los decretos de necesidad y urgencia (DNU) que dictaminaron la semana pasada y, de paso, intentar voltear el DNU 846/2024 que flexibiliza los canjes de deuda. De esta manera, presionan sobre el tercer veto del presidente Javier Milei y apuran bajarle su segundo DNU antes de que culminen las sesiones ordinarias.
Así se lo precisaron fuentes parlamentarias a BAE Negocios. El pedido formalmente se daría a conocer entre hoy y mañana, y correría por parte de los bloques de Encuentro Federal, presidido por Miguel Ángel Pichetto, y Democracia Para Siempre, la bancada de radicales díscolos que conduce Pablo Juliano.
Con la modificación a la ley 26.122, de autoría de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, buscan limitar las facultades legislativas de Milei para que un DNU pueda ser derogado con el rechazo de una sola Cámara. El dictamen de EF, UxP y DPS, además, impone un plazo de vigencia para que estos decretos se deroguen automáticamente después de 90 días corridos, si ninguna de las Cámaras lo aprueba. Si el peronismo da asistencia perfecta, con la ayuda de la izquierda les sobra los votos para avanzar con esta iniciativa.
Por su parte, la UCR de Rodrigo de Loredo y la Coalición Cívica apoyaron este proyecto en comisiones, pero con sus reservas: ambos coincidieron con que una sola Cámara pueda voltearlo pero no están de acuerdo con fijar un plazo de caducidad. El dictamen de la vicepresidenta de la bancada radical, Karina Banfi, además agrega que con solo cinco firmas en total -ya sean de diputados o senadores- se pueda convocar una reunión de la comisión Bicameral de Trámite Legislativo: así, destrabarían su inactividad (se trata de la comisión encargada de expedirse sobre los DNU).
Sin embargo, no todos los radicales acompañaron la firma de dictámenes y fuentes del espacio pisaron firme en que no aprobarían el proyecto en general si no descartaban el artículo de caducidad. Por su parte, de la CC habían expresado la voluntad de dejar este proyecto para el año que viene. “No hay que sacar esto apurados, hay que charlarlo bien. Hacerlo de despecho estuvo bueno y todo, pero no es la idea”, había considerado uno de los dialoguistas la semana pasada, luego de que haya trascendido la intención de llevarlo al recinto después de las elecciones de Estados Unidos. La UCR se mostró en coincidencia con esta postura en ese entonces, más de ninguno de los dos bloques quisieron asegurar nada hasta no ver el pedido de sesión.
A este proyecto le quieren sumar el tratamiento del DNU que publicó el Gobierno a fines de septiembre, que reemplaza el artículo 11 de la Ley Complementaria Permanente de Presupuesto que, a su vez, replicaba el artículo 65 de la Ley de Administración Financiera. Se trata de una norma que exigía que el Estado debería garantizar por lo menos dos de los siguientes requisitos: estirar los plazos de los vencimientos, achicar el monto del capital total o reducir la carga de los intereses, a la hora de encarar la reestructuración de una deuda. El Presidente eliminó estas condiciones y con este DNU permite realizar canjes de deuda en cualquier moneda y “teniendo en cuenta los valores existentes en los mercados”.
UxP montó una conferencia de prensa en ese entonces para repudiar la medida y aseguró que iba a impulsar su rechazo. Sin embargo, el plazo para que se expida la bicameral se venció hace dos semanas y el pedido para tratarlo brilló por su ausencia: nadie dio el primer paso hasta que el bloque de Pichetto lo incluyó en su dictamen del Presupuesto 2025. Ahora, junto con los radicales díscolos, buscan imponerlo en el recinto directamente, luego de aprobar la reforma de los DNU. Ninguna de las dos iniciativas necesita mayoría especial.
Si la oposición logra rechazar el DNU 846 el Senado inmediatamente podrá tratarlo. Hasta que no aprueben el proyecto sobre la reglamentación de los DNU sigue siendo necesario que las dos cámaras se expidan para derogarlo: hasta ahora, el único que se pudo bajar con el rechazo de ambas Cámaras fue el DNU que le otorgó $100.000 millones a la SIDE. Dependerá de la vicepresidenta Victoria Villarruel el orquestar su postergación para que no puedan avanzar sobre este antes del 30 de noviembre, cuando terminen las sesiones ordinarias. En ese sentido, la reforma de los DNU tiene más posibilidades de que se aplace porque debe pasar por las comisiones de la Cámara alta; solo conseguirían aprobarla de forma express si consiguen dos tercios para emplazarlas. La decisión de los diputados es definitiva, puesto que también está la posibilidad de que el peronismo del Senado tome las riendas sobre este DNU, también la semana que viene.