‘Lucho’ Gamín y Ricardo Oscar Pereira recordaron los inicios del Club Náutico Ioshlelk Oten de Río Grande y cómo nació el Raid binacional que ya tiene más de tres décadas de historia fomentando la integración entre argentinos y chilenos.
Río Grande.- En el marco de la celebración del 33º Raid Náutico, dos figuras emblemáticas del Club Náutico Ioshlelk Oten, Luís ‘Lucho’ Gamín, uno de los fundadores y uno de los primeros presidentes del club, Ricardo Oscar Pereira, compartieron sus recuerdos sobre el nacimiento del club y la evolución del evento a lo largo de los años.
Pereira recordó cómo surgió la idea del Club Náutico, que se gestó a partir del primer Raid Náutico, impulsado por la iniciativa del Municipio de Río Grande y la colaboración de figuras como Carlos María Ratier. La primera comisión directiva se formó en la Casa de la Cultura, donde Ratier fue elegido presidente y Pereira vicepresidente y luego presidente cuando el primero culminó su mandato.
Pereira recordó que el primer Raid Náutico fue un desafío, con embarcaciones rudimentarias y un grupo de competidores que, en su mayoría, nunca habían navegado antes. Sin embargo, la pasión y el compañerismo permitieron que el evento se realizara con éxito, sentando las bases para lo que hoy se considera uno de los tres grandes eventos deportivos de la región, junto al Gran Premio de la Hermandad y la Vuelta a Tierra del Fuego.
“Era un paseo, se disfrutaba bien”, comentó sobre el primer evento, que se llevó a cabo en un entorno donde la navegación era completamente nueva para muchos participantes.
La creación de una sede para el club fue otro hito importante, que se logró gracias a la convocatoria y el éxito del Raid Náutico. En 1992, se formalizó la creación del Club Náutico Ioshlelk Oten, consolidando así un espacio para la práctica y promoción de actividades náuticas en la región.
El evento no solo ha crecido en participación, sino que también ha fortalecido los lazos entre Argentina y Chile.
Por su parte ‘Lucho’ Gamín destacó la relevancia del Raid Náutico como un evento binacional que une a ambos pueblos. Este año, el evento coincide con el 40 aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, lo que añade un significado especial a la celebración.
“Era todo nuevo, de muchas cosas nos íbamos enterando ahí en el camino. Sabíamos de dónde salir, pero no sabíamos cuánto íbamos a demorar. Las paradas previstas se cumplieron, pero eso se fue limando con los años y hoy ya tenemos paradas fijas, ya conocemos bien el río”, compartió.
Sobre el primer raid náutico, Gamín recordó que “nadie conocía el río. El equipamiento, la ropa, todo eso nada que ver con lo que estamos usando hoy. Las embarcaciones tampoco. Largaban botes de madera, zodiacs, botes inflables de 5 metros, una locura. Uno de los participantes venía en un gomón redondo, que venía girando por el río, cosas así. No teníamos idea de nada, la verdad. Era como los autos locos, como decían, pero en el agua”.
También comentó que “mucha gente se anotó y nunca había navegado y con pocos recursos, no había muchas embarcaciones, pero se hizo y hoy es un evento que nació y perdura en el tiempo y va a seguir en el futuro. Hoy lo califican como uno de los tres grandes eventos deportivos e integración. La carrera de la hermandad, que ya pasó su medio siglo, La Vuelta a la Tierra del Fuego”.
Consultado sobre cómo consiguieron hacerse de la sede, Gamín dijo que fue gracias al raid náutico y la habilitación del paso Radman. Lo primero fue comprobar si el río Grande era navegable y se comprobó que sí. Entonces toda esa conjunción de haber logrado ese primer Raid Náutico y la convocatoria que tuvo, porque realmente tuvo mucha convocatoria este primer evento, inclusive se anotaron un escocés y un norteamericano que andaban navegando por acá y se enteraron del raid y se sumaron. A raíz de eso se formó la comisión y de ahí nació la idea de crear el club. Y es así que en el año 92 conseguimos la primera comisión y la personería jurídica y se creó el club Náutico. Así nació el Ioshlelk Oten”.
Recordó que en los primeros tiempos los amantes del kayak se reunían en la confitería Isla del Mar.
Gamín observó que “es el raid náutico más austral del mundo, con un recorrido de más de 170 kilómetros que comienza en la comuna de Timaukel y concluye en Río Grande”. La integración y la colaboración entre las comunidades de ambos países son fundamentales para el éxito del evento, que se ha convertido en una verdadera fiesta binacional.
Con la participación de autoridades chilenas y la comunidad local, el Raid Náutico no solo celebra la navegación, sino que también promueve la amistad y el entendimiento entre naciones, reafirmando su lugar en el calendario histórico de Tierra del Fuego”.