El titular de CAFIN, Alberto Garófalo, planteó un escenario más que complicado para las textiles de Tierra del Fuego. De las once que habían solamente quedan cinco dentro del subrégimen, pero aparecen dos grandes inconvenientes que ponen en juego su continuidad: deben pagar el aporte al FAMPF desde el 1° de enero del 2022 y al 100%; y hay una controversia con la interpretación del decreto que le comienza a quitar beneficios promocionales a partir de 2025. Los problemas de interpretación a criterio del licenciado tienen que ver con el lobby de las textiles del continente, que “fue mucho más agresivo” con Tierra del Fuego que con la apertura de importaciones que los estaría perjudicando más. “Se hace muy difícil saber si conviene o no conviene seguir insistiendo con Tierra del Fuego”, dijo.
Río Grande- El presidente de CAFIN, licenciado Alberto Garófalo, expuso un panorama más que complejo para las pocas textiles que quedan en la provincia que, pese a haber quedado incluidas en el subrégimen, podrían no continuar con sus actividades.
Hay un combo de escenarios poco favorables: la apertura de importaciones específicamente en el rubro textil, la obligación de aportar al FAMPF el ciento por ciento retroactivo al 1° de enero de 2022; y la interpretación que le estaría dando el gobierno nacional a la quita de beneficios progresiva, que comienza en enero de 2025.
“Cuando se promueve la importación, esto tiene dos aspectos, por un lado la posibilidad de importar insumos con mayor facilidad, y por otro la aparición de una competencia con productos del exterior y no siempre se consigue nivelar el terreno para competir contra ello. Sabemos que es una nueva etapa y hay que prepararse para esto. A eso están abocadas hoy las empresas”, señaló al programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia.
“En el caso de las textiles, algunas han decidido no seguir porque han quedado afuera de la prórroga. Hay otras que han conseguido la prórroga pero también están con problemas, porque todavía no está definido cómo se va a calcular la baja de beneficios progresiva que debería comenzar a regir el 1° de enero de 2025”, puntualizó.
“Hay algunas empresas que van a judicializar y entiendo que alguna de las que quedaron afuera ya lo han hecho. Para las que quedaron adentro tiene que definirse cómo se calcula esa disminución de beneficios, porque tenemos serias diferencias de interpretación”, sostuvo.
Lo cierto es que de las once empresas textiles que tenía la provincia quedan cinco, “y de esas cinco no se sabe cuántas van a quedar. Dependerá de cómo se defina la baja de beneficios, porque el decreto no es muy claro. En caso de que el cálculo sea como sugiere nación, muchas empresas se van a ver afectadas y quizás no continúen”, advirtió.
Garófalo atribuyó esta interpretación de decreto también al lobby del continente y cuestionó que “han mostrado mayor agresividad hacia Tierra del Fuego que hacia la importación del exterior, que ahora les empieza a preocupar. Nosotros entendemos que han redoblado sus esfuerzos para conseguir esto y lo están logrando. A ellos los va a afectar, si bien todavía no ha habido una baja generalizada de aranceles como para que la cosa pase a mayores, pero la flexibilización, la posibilidad de importar vía curier, sin impuestos salvo el IVA, va sumando”, observó.
Esto de mirar hacia adentro y dejar en segundo plano la amenaza desde el exterior, lo atribuyó a que “históricamente no quieren competencia en el sur, porque Tierra del Fuego ha demostrado que puede llegar con mejores precios al mercado que las textiles del continente, si bien en los bienes de tejeduría no hay competencia, porque el 80% se hace a partir de fibras que no se fabrican en el país”.
Consultado sobre el seguro de caución que tenían que pagar las textiles y cómo quedó la situación, dijo que “si las que han sacado mercadería con esa caución finalmente reciben un revés de la justicia en lo que hace a la cautelar que ahora las ampara, van a tener que pagar todos los derechos y los impuestos a los que no estuvieron expuestos cuando salieron con la caución. La cifra es muy importante”, aseguró.
Por otra parte, “las empresas tienen que pagar desde el 1° de enero de 2022 y tienen que abonar el 100%, no pueden retener el 40% como hicieron las demás actividades. Modificaron el decreto reglamentario, hubo una resolución del año pasado, y la posibilidad de retener sobre lo viejo, no corre para las textiles. Tienen que pagar el 100% y solamente pueden empezar a retener el 40% a partir de tener un proyecto aprobado”, explicó.
De fabricantes a importadores
El resto de la industria fueguina también empieza a moverse al ritmo de la política nacional y ya una de las empresas electrónicas comenzará a importar productos terminados. “Tenemos un asociado que ya habilitó en su plataforma la posibilidad de traer productos del exterior a través del mecanismo que ellos tienen para comercializar. Por ahora son productos que no se fabrican en Tierra del Fuego y más adelante se verá cómo evoluciona esto. Por ahora están trayendo pequeños electrodomésticos”, dijo.
“Un dólar atrasado siempre es una atracción para aumentar las importaciones. Hay para discutir si realmente esta es una paridad que está atrasada históricamente o no, pero se siente así y en la práctica el reverdecer de importaciones tiene que ver con eso. Habrá que ver si la posibilidad de importar con un dólar barato viene a promover la importación de insumos para su transformación, o simplemente de productos terminados. Hoy tenemos la sensación de que estamos viviendo en un país que resulta caro en dólares y es una etapa por la que ya ha pasado la Argentina. Veremos si esto es aprovechado para la incorporación de bienes de capital a buen precio, o si nuestros industriales van a optar por cambiar el chip y dedicarse a la importación de productos terminados”, expresó.
“Es difícil decir qué va a pasar. La reactivación del consumo por ahora se está dando en cuentagotas y en sectores muy específicos. Puede haber cierto entusiasmo por equiparse y trabajar, sobre todo aquellos bienes que tienen cierta posibilidad de competir en condiciones de igualdad con el exterior. No es generalizado pero puede haber nichos que aprovechen esto”, dijo más como expresión de deseo que como certeza de lo que va a venir.
También “a nivel nacional están haciendo valer un mini RIGI sobre todo para pymes nacionales y vamos a ver cómo influye en Tierra del Fuego y si esos estímulos van a ser válidos para la industria fueguina”, apuntó.
FAMPF
Con respecto al fondo de ampliación de la matriz productiva fueguina, indicó que “las empresas que están dentro del subrégimen en general tienen proyecto. Algunas han tenido que rehacerlo porque no les fue aprobado el que presentaron originariamente y entiendo que van a cumplir con el plazo. Uno de los proyectos que tiene aprobación definitiva del FAMPF es el de Newsan, lo mismo Río Chico con su planta logística”.
“En el caso de las textiles que están adentro del subrégimen están en una situación difícil, porque tienen que abonar por lo que está retenido y deben desde el 1° de enero del 2022 hasta acá, que es todo un número; y no saben cómo se les va a aplicar la dichosa baja de beneficios a partir del año que viene. Se hace muy difícil saber si conviene o no conviene seguir insistiendo con Tierra del Fuego”, reiteró.
Pesca
Finalmente se le preguntó sobre la industria pesquera y manifestó que “es la que más exporta y durante mucho tiempo fue la única que tenía exportaciones al exterior. Actualmente dentro del subrégimen quedaron solamente dos, y las dos tienen una planta en tierra. Hay otras que están trabajando y obtienen certificado de origen, no acreditación de origen, porque no están en el subrégimen industrial. La exportación de este sector es importante a nivel nacional”.
“Esperemos que en 2025 empiece a concretarse la obra del puerto. Siempre fuimos defensores de que Río Grande pueda tener un puerto, porque le cambia la cara a la provincia”, concluyó.