Romina es mamá de 2 nenas, de 5 y 8 años, una de ellas con la condición de trasplantada. Denunció públicamente a la jueza de Familia y Minoridad 2, Dra. Marina Montero, por falta de resolución en las múltiples causas por régimen de visita, violencia de género, cambio de cuidados, y una cuota alimentaria que no cobra desde hace 5 años. Debido a que no es la primera persona que transita esta situación en el mismo juzgado, Romina piensa reunirse con otras mamás y papás, e iniciar acciones a fin de obtener resultados. «La Justicia tiene el poder absoluto sobre nuestras vidas, quiero aclarar que siempre voy a favor de las mujeres, quiero que la jueza Montero cumpla la ley, se terminen los amiguismos, estoy cansada de estas cosas que deberían ser objetivos e imparciales».
Río Grande.- Las declaraciones de Romina fueron vertidas en el programa ‘Periodismo’, que se emite por Radio Provincia.
“Vengo denunciando y hablando del Juzgado de Familia Nro. 2 de Minoridad y Familia, a cargo de la jueza Marina Montero, que tiene todos mis expedientes a cargo, tanto de violencia de género, de alimentos, de régimen, de cambio de cuidados, algunos en mi contra, otros que inicie yo, y tratando de poner de manifiesto que hace 5 años estoy sin cuota alimentaria, es un atropello a los derechos de mis hijas, con un padre deudor, que me hostiga de manera permanente de modo judicial y estoy cansada”, dijo.
“Hoy te digo que hay ensañamiento hacia mi persona, en el tiempo, se fueron agotando las instancias, en el momento que se dicta la cuota alimentaria de mi primera hija, mientras estaba embarazada de la otra, cosa que entendí con el tiempo, porque que mientras estas embarazada no podes reclamar cuota alimentaria y Ofe desde su nacimiento y hasta el día de la fecha, no recibe cuota alimentaria”, reclamó Romina.
En el mismo sentido, la mujer sostuvo: “Hay un padre moroso, vengo a denunciar que él sigue consignando, para que yo no pueda ir contra los abuelos, se le ha dado tiempo a él, y mis hijas no reciben más que una consignación, que es una plata que pone por voluntad, al principio fueron 30 mil pesos, y no paga nada más”.
Actualmente, “tenemos un regimen en vigencia que él pidió no hacerse cargo de ellas durante la semana, imaginate que hay que poner niñera, guardería, cuidarla, escuela, darles de comer, guardería, a esto yo pago la escuela, y todo lo que tiene que ver con el cuidado de mis hijas”, explicó.
“No se ha generado un provisorio por el cuidado de mis hijas”, indicó Romina y explico que “primero hay una mediación, si no se ponen de acuerdo las partes, pasan a juicio, ahí se ve si el padre es solvente y si trabaja, si no trabaja, pero si no es solvente, igual paga una cuota, debe generar ingresos, no esconderlos. El papá tiene un nivel de vida que viaja 3 veces al año, construye, y esta en todo su derecho; siempre y cuando aporte lo que corresponde. Él esta inscripto como monotributista. y esconde sus bienes a nombre de otras personas”, denunció.
La lucha de Romina tiene que ver con que a otras personas no les pase lo que a ella, y reclama: “Este juzgado nunca saco una sentencia a favor mío, siempre tengo que apelar a la Cámara y Superior Tribunal de Justicia, que es la tercera instancia, la última, una vez que se gana, hay sentencia definitiva, tiene que empezar a pagarse, que sigue consignando plata, con lo que él cree que sus hijas necesitan”.
Sobre la consignación de dinero, la mujer comentó: “esta jueza, ahora de oficio, lo deposita en mi cuenta, o sea que le acepta esa plata, para achicar una duda, estamos hablando de 7 millones de pesos porque mis hijas se merecen el mismo nivel de vida y económica de su papá”.
“Yo trabajo, y no es limosna, cuando uno decide traer un hijo al mundo, hay dos partes, éramos una familia, así como hay derechos también hay obligaciones”, comentó.
En este marco, y sobre las medidas que adopta Montero, Romina dijo: “Ahora hay un interdicto de la jueza para que yo no pueda salir de la provincia, porque no lleve a mis hijas a la guardería, porque estaba estudiando, tenia que rendir. No lo entiendo. Un día decido no llevar a mis hijas a la guardería y me como un interdicto”.
Otras de las tantas situaciones que relato Romina es que, el pasado 8 de marzo, en el momento en que retiraba a su hija de la escuela, fue violentada por el progenitor de las niñas, en mis establecimiento educativo, lugar al que asisten los hijos de la propia jueza Montero, la cual intervino y “me pidió no denunciar más cosas, porque según ella yo había logrado lo que quería, lo único que pido es justicia, estoy pidiendo una cuota alimentaria y un regimen de visita”, dijo para concluir.