El productor ganadero Alejandro Alonso aseguró que el precio de la carne está en baja, luego del pico del verano, por el aumento de la oferta y la caída en las ventas. Cuenta con cinco carnicerías y un distribuidor en Ushuaia que abastece a sectores del turismo. “Ya va a empezar a haber ofertas porque el precio empieza a bajar. El bolsillo no da así que, o baja, o no se vende”, dijo. Se mostró optimista respecto de los fondos del FAMP y adelantó que presentarán proyectos para aprovechar el financiamiento al sector privado a tasas promocionales.
Río Grande. -Alejandro Alonso, productor ganadero y propietario de la cadena de carnicerías El
Príncipe, dialogó con Radio Provincia sobre el aumento del precio de la carne en los meses de
verano y aseguró que ya empezó a bajar, por el aumento de la oferta.
Atribuyó la variación a “la ley de oferta y demanda. El precio subió porque se terminó la oferta y
sigue la demanda. Yo tenía entre cuatro y cinco mil animales encerrados, porque en invierno uno
acumula hacienda para tirar la mayor cantidad de tiempo posible. A mí se me terminó, pero no
quiere decir que por eso aumentó la carne. Esto pasó en el país, porque a los engordadores de
otras provincias no les cierran los números. Son muy altos los insumos, la mano de obra y todos
los costos fijos de hacer un engorde, y la carne no aumentaba”, explicó.
“El engordador dejó de encerrar, se fueron vaciando los engordes y, si bien había hacienda, no
estaba en condiciones de faena. Al faltar hacienda gorda, aumentó el precio. Ahora está
ocurriendo lo contrario, porque empezó a haber mucha oferta y el precio se va acomodando para
abajo. Ya va a empezar a haber ofertas porque el precio empieza a bajar. El bolsillo no da así que,
o baja, o no se vende. Yo necesito volumen de gente y eso se mantiene cuando la persona tiene
poder adquisitivo. En las cinco carnicerías tengo estipulado cuánta gente tiene que entrar para que
la rueda no se trabe”, sostuvo.
El producto también comercializa cordero. “Compro el cordero que no está para faena y lo
engordo, con alimento balanceado y forraje. El flete de forraje cuesta más que la materia prima y
con el alimento balanceado son 420 mil pesos la tonelada puesta en Río Grande. Son 28 toneladas
las que traigo. Hoy estoy consumiendo poco porque tengo poca hacienda. Recién está empezando
a moverse y está en muy buen estado. No se necesita tanto engorde y por eso el precio va a
disminuir, porque la oferta va a ser mayor”, reiteró.
El producto que se comercializa en la carnicería “es 100% local, tanto el cerdo como el ovino y el
vacuno. Siempre apostamos a lo local y tratamos de darle valor agregado”.
También tuvo en cuenta la competencia con el pollo. “El consumo de pollo ha subido mucho, por
la diferencia de precio, y no tiene límite. El kilo está en tres mil pesos, contra diez o doce mil pesos
de algunos cortes de vacuno. El cordero lo tenemos en ocho mil pesos, porque hay mucha
cantidad y es ley de oferta y demanda”, detalló.
Consultado sobre el precio de las achuras, que es más alto que la carne, aseguró que se debe a
“una moda, como es el caso de la entraña. También el que puede le vende a los hoteles de
Ushuaia, que requieren ese producto. Los barcos piden mucho ovino deshuesado y cada vez se
pide más. Luego piden cortes específicos, como el chuletero de punta a punta del cordero”.
Alonso vio con buenos ojos la inversión de María Behety a partir de Vitalcan. “Nosotros
necesitamos que se faene. El matadero municipal viene bien y en la competencia se ve favorecido
el pueblo”, manifestó.
Respecto del fondo de ampliación de la matriz productiva, que prevé financiamiento para el sector
privado, informó que “tuvimos una reunión en Ushuaia con el contador Ramón Gallardo y la
presidente del FAMP. Nosotros tenemos proyectos armados y los vamos a presentar. Depende de
nosotros y, si no activamos, no es culpa del otro. Si se cumple, es muy interesante. Está la plata y
con una tasa muy baja. Yo soy optimista y apunto a que esto tiene que andar”.
Finalmente destacó la mano de obra empleada, dado que El Príncipe “tiene 40 empleados en
planilla, pero después están los camioneros, changarines que hacen la carga y descarga, la gente
que se contrata en forma temporal para el trozadero de corderos. Además nuestra familia después
tiene otros rubros”.