La profesional que atendía al personal penitenciario comentó las graves falencias que existen

La psicóloga Itatí Aldavez, quien estaba al frente del departamento que atendía en saludmental al personal del Servicio Penitenciario de la provincia, se refirió a las graves falencias que existen en dicha materia en la mencionada fuerza. Habló sobre situaciones de estrés, presiones de la jefatura, falta de elementos de trabajo, problemas edilicios, sometimiento y discriminación; entre otros problemas. También habló sobre el suicidio de un agente penitenciario, ocurrido la semana pasada.

Río Grande – La licenciada Itatí Aldavez, quien se desempeñó en el Departamento que existía en el Servicio Penitenciario de la Provincia, atendiendo al personal penitenciario, se refirió al tema de la salud mental en ese sector y comenzó pronunciándose acerca del suicidio que ocurrió anoche en la Unidad de Detención Uno. Dijo la profesional que “primero que todo quiero dar el pésame y referirme a lo lamentable que ha sido la situación. Nunca es para nada agradable levantarte o estar a la noche y que te llegue la noticia de que un excompañero se quitó la vida”.

“Me parece que este tipo de problemática hay que tratarla, no se puede seguir haciendo oídos sordos y así como antes había un organismo psicoasistencial, me parece que este, más allá de la persona que esté a cargo o del nombre que tenga, tiene que volver a estar porque elpersonal tiene que volver a ser asistido, tiene que ser contenido, desde la parte psicológica mínimamente. A esto me parece que se le suman como varios factores, porque solamente agregar la parte psicológica cuando por ahí muchos no quieren asistir a la atención que se da, también es reducir mucho la problemática y no darse cuenta de un montón de situaciones que se atraviesan ahí adentro como personal penitenciario”.

En ese sentido, la licenciada dijo que “El descanso no es una cuestión menor, el personal mentalmente está cansado, pero no solamente por lo hostil que es su trabajo y por lo difícil que es su trabajo, sino porque literalmente no pueden dormir determinado tiempo, el mismo trabajo conlleva pocas horas de sueño y eso repercute en su bienestar. También la parte social, al poco descanso se le suma esto de no poder ver a su familia o demás cuestiones, el poco descanso en general, tenés 8 horas para hacer todo lo que en realidad tenés que hacer en 12”, señaló.

Igualmente, se refirió a las condiciones “del establecimiento y demás, uno trabaja casi sin insumos, literalmente no hay ni papel higiénico para el personal, los móviles son viejos, se tiene que trabajar casi sin herramientas y eso también conlleva estrés laboral. Trabajar, por ejemplo, la parte del GEAR, que tienen que tener uniformes. Por ahí yo no soy la especializada en el tema, pero armas, gas pimienta, cuestiones así, las que tienen son muy rudimentarias, nunca hay insumos para el personal, yo no sé qué pasa de trasfondo, pero los insumos para el personal son muy escasos, los edificios también no tienen mantenimiento”.

“La parte de la Torre 3 que es el lugar donde aconteció esto de anoche, no es un detalle menor que no tiene calefacción, no tiene baño, mi opinión es que realmente es un maltrato llevar a un personal o a una persona a ese lugar, porque tienen que pasar mucho tiempo al frío, aislados, solos, y bueno, sin baño, sin calefacción, la verdad es que muy poco, se piensa muy poco a la hora de mandar a una persona que esté ahí sufriendo todas esas situaciones”, relató. Sobre el departamento que ella encabezaba, indicó que “Lamentablemente, cuando mesacaron a mí, porque a mí me pasaron para la atención de las personas privadas de la libertad, incluso cuando no había psicólogos en Ushuaia, también me llevaban de Río Grande a Ushuaia. Entonces ese Departamento dejó de existir, lamentablemente. No fue que se puso alguien en mi lugar, o digamos, se cambió de psicólogo, llamaron a otro psicólogo. No, lamentablemente dejó de existir”, afirmó. La licenciada Aldavez señaló que “lamentablemente, salen después en los medios y dicen que hacen cursos de prevención de suicidio y demás, pero si uno hace cursos de prevención de suicidio, con todo respeto, y por otro lado, digamos que hay todas estas variables. Porque no tienen, o tienen poca vida social, tienen poco descanso, los maltratos hacia el personal están. El salario es poco digno, se les suman un montón de variables, incluso por más que pongan psicólogo”.

La profesional aseguró que no se avanza en “trabajar la problemática de fondo, porque hay un montón de factores que generan malestar, y poner al psicólogo es como lo básico que debería tener el personal penitenciario. Pero hay un montón de cuestiones más, parece una fuerzacomo discriminada muchas veces, porque -esto es una apreciación personal- muchas veces se le brindan cosas a la policía, no sé la policía tiene gimnasio, esto también hace a la parte recreativa del personal, que se le brinde un lugar donde hacer gimnasia, propio del servicio penitenciario”, ejemplificó.

Para concluir, respecto de los problemas que se le presentaron cuando se desempeñaba en el Servicio Penitenciario, dijo que “en su momento, yo quería convocar a alguien   de guardia interna y me decían que no, porque tenía que ser fuera del horario laboral. A ver, fuera del horario laboral es el tiempo de descanso del personal. Entonces, siempre se veía la salud mental como en segundo plano. Incluso era mal visto para el personal, en el sentido de que las fuerzas creen que es como que no pueden mostrar lo que ellos le llaman debilidad. Pero en realidad tratar las problemáticas de manera asertiva, con algún profesional, es algo saludable”, concluyó.

Línea telefónica gratuita de emergencia para orientación y apoyo en salud mental: 0800-999- 0091 Pero muchas veces se fomenta esto desde el curso, desde el mismo curso, después en lo discursivo, en las fuerzas, digamos como que está mal que vayas a la psicóloga. Entonces, todas estas cuestiones me parece que hay que reerlas, hay que modificarlas. Si se expone a alguien en un curso, en una situación de encierro, en una situación de no poder hablar con la familia, o sea, deprivarlo de sus redes sociales, de sus vínculos y demás, a eso, bueno, todo lo que tiene que ver con las fuerzas y encima no se le brinda asistencia psicológica, me parece que hoy día se le está errando, por decirlo así. Hay como que rever muchas cosas, ni hablar de los abusos de autoridad e irregularidades que hayan habido en los cursos, y a todo esto también se le suman como otras problemáticas, ya de, digamos, por ejemplo, hoy día en Ushuaia hay cuatro compañeros que están apartados de sus funciones, que parece que van a perder el trabajo por la fuga que ha habido. Entonces, son situaciones en las que pasa algo, se castiga a los que tienen menos jerarquía y no es que se castiga ya con una sanción o algo, sino que se quedan sin trabajo por algo así. Y en verdad cuando uno quiere renunciar del servicio penitenciario, está el caso de una ex compañera, Graciela Flamenco, a quien quiero, digamos, públicamente apoyar, mostrar mi apoyo. Porque, bueno, ella denunció cierta situación y después de eso tuvo una persecución laboral que hasta le dificultaron trabajos a futuro. Incluso a mí también me pasó de la baja para los profesionales, a mí me tardó seis meses. En esos seis meses, yo sí, porque tenía muchas propuestas laborales, gracias a Dios hoy tengo un trabajo y demás, pero en esos seis meses las propuestas laborales que tenía se me cayeron y eso no me pasa a mí, le pasa a un montón de profesionales. Entonces es difícil no solamente sostenerse en el trabajo, sino incluso después salir del trabajo. A Graciela le pasó mucho peor, incluso le dejaron de le suspendieron el salario, todo, la obra social también, fue como un abuso de autoridad muy marcado.

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