Fue por 129 votos a favor y 108 en contra. Los libertarios tuvieron el apoyo de sus aliados y de la mayoría de los gobernadores. Unión por la Patria lo rechazó, pero los peronistas de Catamarca se ausentaron al momento de la votación.
Buenos Aires.- El oficialismo logró ratificar en la Cámara de Diputados el decreto que habilita al gobierno nacional a firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Los libertarios llegaron a los 129 votos afirmativos gracias al apoyo del PRO, la UCR, la Coalición Cívica, parte de Encuentro Federal y los diputados que responden directamente a los gobernadores.
La sesión estuvo enmarcada en un gran operativo de las fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Palacio Legislativo a la espera de una nueva movilización en defensa de los jubilados. El miércoles de la semana pasada la marcha terminó con graves incidentes, heridos y cientos de detenidos. Para esta tarde el Gobierno anticipaba una convocatoria aún más nutrida debido a que agrupaciones políticas, organizaciones sociales y sindicatos adelantaron que se sumarían al reclamo.
El clima dentro del recinto fue muy tenso al comienzo de la sesión. Los diputados de La Libertad Avanza propusieron un Plan de Labor que apuntaba a que el debate sea lo más corto posible. La moción que presentaron recortaba los tiempos de exposición y la cantidad de cuestiones de privilegio para que la votación sea a las 16.
Desde el peronismo protestaron enérgicamente y acusaron al oficialismo de restringir el derecho a expresarse en el recinto. Finalmente, la moción fue aprobada con una amplia mayoría de 141 votos, contra 95 rechazos.
“Creemos que el tema tiene una envergadura tal que no puede haber limitante en el uso de la palabra. Entiendo que algunos pueden estar culposos, pero estos temas merecen un debate a fondo, lo expresamos en Labor Parlamentario”, planteó Germán Martínez, presidente del bloque Unión por la Patria.
Tras su exposición, Menem le advirtió que si se extendía en el uso del tiempo acordado, le restaría tiempo a otros diputados de su bloque. Una amenaza que se repitió a lo largo de toda la sesión.
“¿Qué tiempo le estoy quitando a mi bloque? ¡Vení a laburar!”, contestó Martínez a los gritos. El presidente de la Cámara le advirtió que lo llamaría al orden. “¡Llamame al orden! ¡Llamalo a (Lisandro) Almirón, que cagó a trompadas a un diputado!”, insistió el jefe del bloque peronista.
No fue el único choque entre libertarios y peronistas. Otro discurso que contribuyó a calentar el clima del recinto desde las primeras horas fue el del libertario Lisandro Almirón. “Hay dos países. Un país donde Argentina tiene la oportunidad histórica de subsanar errores. Hoy los argentinos están afrontando la deuda que en el pasado la generaron los gastos políticos del kirchnerismo. Han generado un daño terrible. Han dejado al país en un 55% de inflación y un 16% de indigencia”, dijo el libertario que protagonizó una bochornosa pelea con Oscar Zago la semana pasada.
Pero estos no fueron los únicos episodios de tensión. Inesperadamente, la diputada libertaria Marcela Pagano sacó de su cartera un megáfono y comenzó a recriminarle a Menem a los gritos por desconocerla como presidenta de la Comisión de Juicio Político. Pagano había sido nombrada el año pasado al frente de esa comisión, pero luego el titular de la Cámara desconoció esa reunión constitutiva y la designación quedó en un limbo. “Usted está en un exceso, cometiendo un exceso del uso de sus facultades. Y no me calle porque ¿sabe qué, señor Martín Menem? Interrumpir al orador es de fascista”, le recriminó Pagano, que se había negado a dar quórum al inicio de la sesión junto con su compañera díscola Rocío Bonacci.
Al tratarse de un DNU, en vez de un proyecto de ley, el Gobierno solo necesitaba la aprobación en una de las Cámaras para que quede firme, ya que la ley establece que para voltear un decreto es necesario el rechazo de ambas instancias. Fue la táctica que implementó el Gobierno para contrarrestar su debilidad legislativa en el Senado.
Entre las voces críticas, el neurocientífico Facundo Manes, referente del radicalismo disidente de Democracia para Siempre, rechazó el DNU y reclamó que el Gobierno envíe un proyecto de ley con los detalles del acuerdo, tal como dispone la Ley de Administración Financiera.
“No acompañaremos el acuerdo con el FMI porque es una irresponsabilidad institucional, económica y política. El acuerdo no se puede hacer de espaldas a la sociedad por decreto y sin toda la información a la vista”, dijo Manes. Y agregó: “La Argentina, señor presidente Milei, no necesita más fracturas. Y si realmente usted quiere un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, envíe un proyecto de ley, permita el debate. Y si es un buen acuerdo, será aprobado con argumentos y no con patotería o imposición”. No obstante, no pudo contener a los diputados de su bloque que responden a gobernadores, como Jorge Rizzotti de Jujuy, Juan Polini de Chaco o Melina Giorgi de Santa Fe, que votaron a favor.
Desde el peronismo insistieron en que el Gobierno no informó el monto, ni el plazo ni el interés del nuevo préstamo y también recordaron que desde hace dos años no hay ley de Presupuesto. “Están queriendo aprobar un endeudamiento para siempre de los argentinos por vía de un DNU, violando la Ley Guzmán, violando la Constitución Nacional”, reclamó el diputado Eduardo Valdés.
“Estamos ante una estafa. Mienten cuando dicen que no se aumente la deuda. Mienten cuando dicen que este acuerdo va a ayudar a estabilizar. Los endeudamientos con el FMI han sido una de las causas de las grandes crisis de Argentina. Mienten cuando dicen que es por herencia. Si hubo una herencia fue la del acuerdo del gobierno de Macri. Mienten cuando dicen que no va a afectar a la gente, porque están negociando una nueva tanda de ajuste. Y mienten cuando dicen que hay necesidad y urgencia”, argumentó Itai Hagman.
Máximo Kirchner fue uno de los más duros. Primero recordó que el camporismo votó en contra del acuerdo con el FMI que impulsó Martín Guzmán cuando era el ministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández.
“Nosotros fuimos capaces de decirle a nuestro propio gobierno que no. Acá se juega el destino de millones de argentinos. La argumentación nuestra en 2022 para no votar aquel acuerdo. ‘Este acuerdo no asegura la sostenibilidad del endeudamiento más allá de 2025’, por eso estamos acá”, dijo.
Y agregó: “Esto va a fracasar y ustedes lo saben. Lo que están haciendo es sacarse los problemas de encima. Tenemos que encontrar la forma de que nuestro país pueda pagar, así no va a poder pagar nunca”.
El peronismo votó mayoritariamente en contra, pero no pudo evitar, incluso a pesar de las advertencias de Cristina Kirchner en la última cumbre del PJ, que los diputados de Catamarca que responden al gobernador Raúl Jalil, se ausenten al momento de la votación.
En línea con el Gobierno, desde el PRO destacaron la importancia del acuerdo con el FMI para llevar calma a los mercados y para fortalecer las reservas del Banco Central. “Nosotros sabemos en carne propia lo que significa que te quieran desestabilizar un gobierno, vivimos en carne propia el cisne negro de los mercados. Sabemos que cuando te empieza a ir mal, te dejan solo. Por eso nosotros tenemos una actitud diferente y no especulamos. Seguimos pensando que todos tenemos que poner nuestro granito de arena para que esto salga adelante”, dijo Silvia Lospennato.
“El kirchnerismo podrá especular y obstaculizar el tratamiento. Cuanto peor, mejor. Nosotros ya lo sufrimos, y no vamos a dejar que otros gobiernos lo sufran. Estamos decididos a trabajar juntos y a dejar gobernar al gobierno de Javier Milei”, aseguró Cristian Ritondo, con un guiño al eventual acuerdo entre ambas fuerzas en la provincia de Buenos Aires.
En tanto, el radicalismo señaló que cada vez que Argentina fue al default con el FMI “se duplicó la pobreza”. “Hacernos de fondos acrecienta nuestra capacidad crediticia. Y también puede dar la posibilidad de salir del principal obstáculo económico que tenemos que son el cepo y la brecha”, explicó Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada.
“Una vez más nuestro bloque viene a ayudar a un gobierno que no integra en un momento crítico, como lo hizo con el gobierno de Alberto Fernández, y con una actitud de sensatez, razonabilidad, coherencia e institucionalidad. Vamos a tratar de que la Argentina sufra peores consecuencias”, concluyó.
El momento de la votación llegó pocos minutos antes de las 17. El oficialismo logró sumar 129 votos afirmativos (el mínimo necesario), contra 108 votos en contra. Se abstuvieron la ex libertaria Lourdes Arrieta; Emilio Monzó, Nicolás Massot, Florencio Randazzo y Oscar Agost Carreño de Encuentro Federal; y el radical Martín Tetaz.
Qué significa la aprobación del Congreso y cuáles son los próximos pasos para cerrar el acuerdo
El Congreso validó este miércoles el decreto presidencial que autorizó la concreción de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y así se abrirá una etapa en la que el equipo económico deberá cerrar la letra final del programa con el organismo con detalles como el monto final y si existirán cambios en el esquema de política cambiario.
La Cámara de Diputados apoyó la autorización vía DNU que el Poder Ejecutivo se dio para cerrar un acuerdo técnico nuevo con el organismo y que sea girado al directorio para su luz verde final. Con la cuestión legislativa y normativa resuelta por decreto -algo que fue cuestionado por la oposición porque implicó no presentar un proyecto de ley como estipulaba la “Ley Guzmán”- le quedará al equipo economico una nueva ronda de reuniones con el staff técnico para cerrar la letra chica.
Este miércoles por la mañana el jefe de Gabinete Guillermo Francos sugirió que el equipo económico, con Luis Caputo a la cabeza, podría viajar a Washington para continuar esas conversaciones como paso siguiente al debate en el Congreso. Desde el Ministerio de Economía no confirmaron si está en agenda una misión a la capital norteamericana.
Programa con el FMI: qué es lo que validó el Congreso
El DNU no termina de dar detalles sobre buena parte del contenido del acuerdo a cerrar, pero sí deja explícito cuál será el armazón que lo sostendrá. El nuevo programa se enmarca en un Extended Fund Facility (EFF), con una duración prevista hasta 2035. Este tipo de acuerdo ofrece plazos más largos para la devolución de los préstamos. El período de gracia de cuatro años y medio, durante el cual el país no realizará pagos de capital al FMI. Esta medida busca aliviar la carga financiera en el corto plazo y permitir una recuperación económica más sólida.
Aunque el monto total del acuerdo aún se oficializó, estimaciones de mercado sugieren que podría oscilar entre 20.000 y 25.000 millones de dólares. Este financiamiento incluiría la renovación de vencimientos de deuda existentes -unos USD 14.000 millones solo de refinanciación de capital- y otra porción de deuda nueva para cancelar Letras Intransferibles.
Según la justificación del DNU, la prioridad del Gobierno es garantizar que los pagos no generen una salida abrupta de divisas en el corto plazo, lo que podría poner en riesgo la estabilidad cambiaria y monetaria. La estrategia de extender los vencimientos responde a esta necesidad de evitar tensiones adicionales en el mercado financiero local.
El período de gracia de cuatro años y medio implica que Argentina comenzará a realizar pagos de capital al FMI a partir de 2029. En cuanto a la tasa de interés, se espera que sea inferior a la que Argentina podría obtener en los mercados internacionales. Si bien existieron estimaciones privadas que la ubicaban más arriba, el secretario de Finanzas Pablo Quirno aseguró ante la bicameral de Trámite Legislativo que será de 5,63% anual en dólares.
Una porción significativa de los fondos provenientes del FMI se destinará a la recompra de Letras Intransferibles emitidas por el Ministerio de Economía y actualmente en manos del Banco Central. Estas letras, que suman alrededor de 23.000 millones de dólares, representan una parte considerable del activo del Banco Central. Según estimaciones preliminares del mercado, solo para cancelar la primera Letra Intransferible del cronograma, con vencimiento el 1° de junio por USD 10.000 millones a valor nominal, el Gobierno requeriría USD 3.000 millones en financiamiento adicional del FMI.
La diferencia entre ambos valores se explica porque estas letras tienen dos formas de contabilización: en el Ministerio de Economía aparecen por USD 10.000 millones, mientras que en el BCRA figuran con una valuación equivalente al 30% de ese monto, más ajustado al valor “real” de este instrumento de deuda intra sector público.
A pesar de los avances, aún existen aspectos por definir en la negociación con el FMI. La falta de certezas sobre el monto total y las condiciones específicas que implicará para el esquema de política económica genera incertidumbre en los mercados financieros.
En el equipo económico evitan dar detalles sobre la marcha de las negociaciones pero la resolución del frente legislativo abrirá la puerta para que el Poder Ejecutivo acelere en la parte final de las conversaciones. Hay un evento clave en el calendario que, en las próximas semanas, puede marcar el destino del acuerdo. Entre el 21 y 26 de abril tendrá lugar en Washington la reunión de primavera en el hemisferio norte del Fondo Monetario y el Banco Mundial, una cita que suele reunir no solo a la conducción de los organismos internacionales sino también a los ministros de Economía y banqueros centrales.
Marcha y sesión en el Congreso
El presidente Javier Milei monitoreó desde la Casa Rosada no sólo el operativo de seguridad por la marcha al tiempo que también hizo un pormenorizado seguimiento de la sesión en la Cámara de Diputados que habilitó al Poder Ejecutivo continuar las negociaciones con el FMI.
Apenas concluida la votación se conoció un posteo del presidente en sus redes sociales donde se lo veía junto a la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y el Ministro de Economía, Luis Caputo, quien llegó a la Rosada una hora antes de la votación.
Unos minutos después la oficina presidencial envió un comunicado donde Milei felicita y celebra el resultado de la votación.
En el parte ratifica que “el Gobierno no descansará ni un minuto hasta que el proceso de desinflación sea definitivo y la liberación de las restricciones cambiarias sea una realidad».
Se retiró de la Casa Rosada pasadas las 19 horas.