Marilina Ríos, una vecina de Ushuaia, asegura que la separaron de su hija por una supuesta insania que dice no tener. Le apunta al Juzgado de Minoridad y también cuestiona el accionar de sus propios padres. Dijo que en el medio hay “declaraciones falsas, y tienen a mi hija desde hace 7 meses, yo a mi hija la puedo ver solamente con supervisión, no la puedo ver a sola, fue casi como un secuestro institucional”, afirmó.
Ushuaia – Al respecto, Marilina Ríos comentó: “Estoy sufriendo una violación de derechos humanos, porque me están prohibiendo de la libertad de relación materno filial, el tener vínculo con mi única hija de 11 años. Yo soy mamá soltera y quien interviene es el Juzgado de Minoría y Familia Número 2, de aquí de la ciudad de Ushuaia”.
“Es una causa que está llena de irregularidades, por llamarla de una manera respetuosa, con muchos errores, entre ellos un diagnóstico positivo-falso, porque me hacen pasar por una persona insana cuando no es la realidad. Acá hay algunos partícipes de la salud pública del actual gobierno, que no están diciendo lo que es la realidad, y a todo esto aportan también mis progenitores, mis padres, porque no hay una buena relación vincular de familia”, indicó la mujer.
Advirtió que hay “declaraciones falsas, y tienen a mi hija desde hace 7 meses, yo a mi hija la puedo ver solamente con supervisión, no la puedo ver a sola, fue casi como un secuestro institucional”. “Se abusan, porque no tengo dinero para pagar abogados, un abogado me cobra 20 millones de pesos, así que por eso me defiende una defensora del juzgado, porque es el derecho de todo ciudadano. Pero en vez de defenderme, apoya ese falso diagnóstico, va por la ley de la salud mental, porque así estuviese enferma -situación que no es real- también hay derechos para los discapacitados y no le pueden arrancar a los hijos. Esa situación ya raya de violación a los derechos humanos”, advirtió.
Dijo que no puede estar con su hija como quisiera “Desde el día 13 de septiembre del 2024, que fue la última vez que la vi cuando el juez mandó a buscarme con la policía a mi casa, con la policía de la provincia. Yo pedí una ambulancia, porque él quería que me hagan una revisación íntegra, como si yo fuera, no sé, un criminal, un delincuente. A partir de ahí me obligan a hacer un tratamiento psicológico con ingesta de medicación severa para patologías psiquiátricas, que yo no necesito”.
“También me amenazan de que me van a internar o darme una inyección, si yo no hago el tratamiento o no tomo las pastillas, todo esto por orden de un juez. Y ahora ya entramos al octavo mes que no puedo vivir con mi hija, salir a pasear con mi hija, hablar a solas con mi hija, y a todo esto la pusieron totalmente en contra mía, entre asistentes sociales, las psicólogas, le hicieron una pericia a mi hija sin que yo me entere, o sea, a mí no me participan de nada”, afirmó.
Marilina Ríos asegura que, hasta el momento que se la quitaron, su hija vivió con ella “siempre, yo fui mamá sola, también quería aclarar que yo también me quejé de algunos funcionarios públicos, por ejemplo asistentes sociales, por malos tratos. También hubo una situación policial que quieren ocultar, hice la denuncia en fiscalía de la provincia y la reservaron por mi supuesta insania, o sea, quieren tapar el sol con un dedo, y me perjudicaron a mí”, remarcó finalmente la mujer.