El legislador de Provincia Grande, Matías Lapadula, aseguró que en las reuniones de comisión “todos los gremios y los mismos empleados” expresaron que hay mala gestión y administración en la OSEF, y que no es sólo un problema de recursos. Espera que den las explicaciones los integrantes del directorio, que deberían concurrir a la reunión de este viernes. Descartó que sea viable un pedido de intervención desde la Legislatura, porque el Poder Ejecutivo es quien designa a las autoridades y sería quien también debería designar al interventor. Pidió al gobierno que reconozca el problema para a partir de ahí empezar a buscar una solución, mientras se aguarda informe restante del Tribunal de Cuentas, que se focalizará en los gastos. Además agregó que “los recursos de la OSEF eran 120 mil millones de pesos y que tenía un déficit del 50%. Eso surge del presupuesto, que son en realidad 125 mil millones de pesos. Si los dividimos por 60 mil afiliados, me da 167 mil pesos por mes, por beneficiario, y yo con esa plata pago cualquier prepaga”, sentenció.
Río Grande.- El legislador de Provincia Grande, Matías Lapadula, afirmó que tanto los gremios como los mismos empleados de la obra social, manifestaron en comisión que el problema de la OSEF es por mala gestión y administración, por lo que pidió al Poder Ejecutivo que reconozca lo que está pasando, para empezar a buscar una solución. De lo contrario, todos los recursos extraordinarios que se asignen “van a caer en saco roto”.
Este viernes se continuará debatiendo este tema en la reunión conjunta de las comisiones de presupuesto y salud, y Lapadula espera que estén presentes los miembros del directorio, para dar explicaciones.
“En mi opinión es un tema al que todavía le falta mucho. Tuvimos dos reuniones de comisión con los sindicatos, con la ministra de Salud y con el titular de la Clínica San Jorge, se han conversado muchas cosas pero yo tengo más dudas que certezas sobre la situación real de la OSEF y sobre el proyecto que envió el Poder Ejecutivo”, dijo por Radio Provincia.
“Yo quiero hablar con el directorio de la OSEF y estoy esperando que vengan a la reunión de comisión para hacerles preguntas. Es muy importante lo que dijo la ministra Di Giglio sobre el sistema de salud, pero dio poca información sobre la situación de la OSEF. Es muy importante lo que sucede en los hospitales, pero el tema a tratar hoy es la obra social y necesitamos dedicar más tiempo a eso”, subrayó.
Asimismo, transmitió el malestar de los trabajadores con sus representantes. “Los sindicatos hablaron del desempeño de los directores que representan a los trabajadores y hay un enojo muy grande, además de una diferencia absoluta con lo que manifiesta la OSEF y el gobierno, contra lo que dicen los empleados de la misma obra social. Claramente dijeron que es un problema absoluto de gestión y administración, y yo tomé nota de lo que dijo cada uno de los representantes que estuvieron en la reunión. Por ejemplo, Carlos Córdoba planteó que primero hay que solucionar las cosas, porque ellos estarían dispuestos a hacer un aporte adicional, si ese dinero no cae en bolsa rota. Hasta ahora todo lo que se le dio a la obra social no alcanza”, observó.
“Hubo empleadas de la OSEF que hablaron sobre lo que está pasando con las compras y es un desastre. Realmente la administración de la obra social es un desastre y me parece que los que tienen un cargo ejecutivo en la OSEF deberían traer las soluciones. Desde la Legislatura podemos dar las herramientas, pero la propuesta tiene que venir del Poder Ejecutivo y del directorio de la OSEF, que son quienes manejan la obra social y quienes tienen toda la información para hacerlo. Esa información todavía no llegó”, advirtió.
Números que no cierran
El legislador hizo un cálculo de cuánto equivale el presupuesto por beneficiario y expresó que los números no cierran para que la OSEF sea deficitaria, porque bastaría con repartir ese dinero para que cada uno se costee una prepaga.
“El gobernador manifestó en el discurso de apertura que el 49% de los beneficiarios no aportan, y eso equivale a 30 mil afiliados. Después habló de los empleados de la DPE, del Banco Tierra del Fuego, del Poder Judicial, que no aportan en su vida activa. Yo saqué las cuentas y Energía tiene 155 empleados, el BTF tiene 312, y entre jueces y fiscales puede haber 80 más. A mí no me cierra que el 49% no aporta, me preocupa que se diga esto y quiero saber a quiénes se refiere”, reclamó.
“Si con eso se están refiriendo a los hijos y cónyuges de los aportantes, me parece que tenemos un problema y hay que poner el ojo, porque estaríamos castigando fuertemente el bolsillo de los trabajadores”, alertó, en función de que la familia debería aportar por cada integrante.
“Se tiran números pero hay un montón de preguntas, porque las cosas no cierran, por eso lo tenemos que analizar detenidamente con las autoridades de la OSEF”, reiteró.
Apuntó que “el mismo gobernador dijo que la obra social funciona bárbaro y que es mejor que cualquier prepaga. El legislador Sciurano dijo que los recursos de la OSEF eran 120 mil millones de pesos y que tenía un déficit del 50%. Eso surge del presupuesto, que son en realidad 125 mil millones de pesos. Si los dividimos por 60 mil afiliados, me da 167 mil pesos por mes, por beneficiario, y yo con esa plata pago cualquier prepaga”, sentenció.
“Es una cuenta matemática y no me pueden decir que es un problema de recursos, sino que es un problema de mala gestión y mala administración de los recursos. Puede haber tratamientos de alto costo, pero de ninguna manera podemos decir que la obra social está como está porque le faltan recursos”, remarcó.
Intervención inviable
Consultado sobre la conveniencia o no de avanzar en un pedido de intervención de la OSEF, consideró que sería en vano, porque ya la maneja el Poder Ejecutivo. “El problema es quién la va intervenir, porque si es el Poder Ejecutivo no necesita ninguna intervención. Es facultad del Ejecutivo designar y remover a sus directores y no podemos intervenir desde la Legislatura. Podemos sacar una ley para que intervenga el Poder Ejecutivo, pero ya es el que maneja la obra social. Para remover el directorio no hace falta ninguna ley, porque es una designación por decreto del gobernador. Esto pasa por una decisión del Poder Ejecutivo, que insiste que no es un problema de gestión ni de administración, sino de recursos solamente. Para ellos administran bárbaro la obra social, pero eso no es lo que los mismos empleados de la OSEF dicen y no es lo que yo veo cuando analizo los presupuestos”, manifestó.
Tratamientos impagables
En cuanto a los tratamientos de alto costo de los que dio cuenta la ministra Di Giglio, indicó que estuvo hablando con gente que conoce sobre la gestión de salud, “porque me llamó la atención lo que comentó la Ministra de Salud sobre el costo de algunos tratamientos y medicamentos. Son muy elevados y es imposible que ninguna obra social se haga cargo de eso. Esto tiene que ver con el gran negocio de la medicina con tratamientos nuevos que son impagables. Me parece que hay que analizar qué cosas puede cubrir una obra social como la OSEF y con qué cosas hay que buscar alternativas”, opinó.
“Yo me estoy asesorando con gente que conoce el tema para ver las alternativas. Hay tratamientos que pueden salir hasta 470 millones de pesos para un paciente y no existe obra social ni aporte en el mundo que pueda cubrir esos tratamientos. Ahí es donde tenemos que analizar con los médicos y con el equipo de la OSEF si hay que poner algún límite a los tratamientos que paga la obra social, que realmente son impagables”, planteó.
“Estuve hablando con gente que estuvo a cargo de la gerencia financiera de obras sociales muy importantes de nación, y le consulté sobre los medicamentos de alto costo. Lo que me dijeron es que ninguna obra social sindical del país paga ese tipo de medicamentos, salvo que haya un amparo judicial. Si hay que pagar tratamientos de 500 millones de pesos, no hay espalda que lo aguante. Hay muchas cosas para replantear y sobre todo esperar la segunda parte del informe del Tribunal de Cuentas, que se refiere justamente a los gastos”, agregó.
“En realidad no importa si un tratamiento sale 40 millones o 400 millones, sino saber cuántas personas hay en total que demandan este tipo de atención. Todavía hoy no tenemos los números porque no vino un análisis de los gastos de parte del Tribunal de Cuentas. Tenemos alguna información del titular de la Clínica San Jorge respecto de cuánto representa el gasto de la clínica para OSEF, pero nada más. Falta mucha información para analizar y a partir de ahí empezar a tomar decisiones”, sostuvo.
Abandonar la farmacia
Otra alternativa que se baraja es la conveniencia de continuar con una farmacia que no tiene medicamentos. “Si uno le pregunta a los afiliados, la mayoría quiere comprar en la farmacia que le queda más cerca, en lugar de ir a una sola farmacia que siempre está abarrotada y tiene la mitad de los medicamentos. Habría que evaluar eso y en todo caso hacer algo mixto, porque un antibiótico lo pueden comprar en cualquier farmacia. La farmacia de la OSEF podría dedicarse exclusivamente a medicación de pacientes crónicos o de alto costo, para ahorrar dinero en las compras”, propuso.
A modo de conclusión, dijo que “me queda claro que hay dos posiciones, una es la del gobierno, que sigue sosteniendo que es un problema de recursos solamente, y los que ven que hay un problema serio de gestión. Esto lo han manifestado todos los gremios y los mismos empleados de la OSEF. Si no reconocemos que hay un problema de gestión, los recursos que dispongamos para la obra social van a terminar en saco roto”, concluyó.