El ex vicegobernador de la primera gestión provincial puso en valor la línea rectora que caracterizó los gobiernos de José Estabillo y la austeridad con que se manejaba la Legislatura, como cuerpo que presidía en su momento. Puso de relevancia la conformación del Consejo de Planificación, que incluso podría intervenir para resolver el problema de la obra social estatal. Instó al gobernador, los intendentes y los legisladores a dialogar para delimitar las funciones de cada institución, para que los municipios se hagan cargo, con el presupuesto correspondiente, de brindar los servicios esenciales.
Río Grande.- El primer vicegobernador de la gestión provincial, Miguel Ángel “Lito” Castro, además convencional constituyente, dialogó con Radio Provincia sobre las diferencias con la actualidad, y puso en valor los dos gobiernos de Estabillo.
“Los convencionales constituyentes hemos visto que la Constitución no se respeta en su totalidad. Hemos escrito muchos artículos que son importantes, como el artículo 75, que planifica qué tipo de provincia queremos y cuáles van a ser las pautas de crecimiento y desarrollo. El régimen económico es un artículo importantísimo y habla de la subsidiariedad del Estado, de lo que se debería gastar en gastos corrientes, el presupuesto en personal, y aconseja que no debería superar el 50%. Desde que somos provincias las instituciones han sido una máquina de crear empleo y han superado la creación de empleo del sector privado”, manifestó.
Si bien en su gestión tenía “una buena relación” con José Estabillo, reconoció la relativa relevancia de la figura de un vicegobernador porque, ante su ausencia “no me firmaban un decreto, porque el gabinete respondía al gobernador. Estaba nada más que para los actos protocolares, no tenía un papel ejecutivo y yo había sido ejecutivo toda la vida. No coincidíamos y por eso me fui siete meses antes de terminar la segunda gestión”, explicó.
Apertura y transparencia
Castro destacó que “nosotros teníamos una política muy abierta, veníamos seguido a Río Grande con el gabinete y la prensa nos entrevistaba permanentemente. Teníamos las puertas abiertas, mostrábamos los números, explicábamos de dónde sacábamos las partidas para determinada obra o para la toma de personal. Yo dejé la Legislatura con 84 personas cuando me fui y había 15 legisladores como ahora. Fue el período donde más leyes se hicieron y eso no fue superado por ningún gobierno”, sostuvo.
La Legislatura hoy está pagando 38 millones de alquiler mensual y no se avanzó en la construcción del palacio legislativo. “Cuando ingresé como vicegobernador, la Legislatura no tenía ningún inmueble. La secretaría administrativa y la imprenta funcionaban un hostel. El contrato de alquiler era un leasing y automáticamente hicimos los cálculos con gente que me asesoró ad honorem, compramos el terreno que está en pleno centro, en 25 de mayo y San Martín. El proyecto lo hizo el entonces ministro Garramuño y ahí hicimos la actual secretaría administrativa y la imprenta. Aparte de eso capacité al personal, porque yo venía del banco, donde estaba todo sistematizado. Se creó el área de sistemas de la Legislatura y dejé una secretaría administrativa que los empleados han disfrutado”, aseguró.
“Ahorrábamos plata y optimizábamos el recurso económico. En mi ejercicio devolví a Rentas Generales 30 millones de dólares. Hasta los mismos legisladores ahorraban de sus propias partidas. Había sesiones todos los meses y era otro ritmo de trabajo”, dijo.
Armar la provincia
Para el ex vicegobernador es fundamental poner en marcha el Consejo de Planificación previsto en el artículo 75 de la carta magna. “En los dos períodos estábamos preocupados por la creación de los nuevos entes, por las nuevas obras que había que hacer, porque hubo que armar una provincia. En su momento se dejó el 50% de los bonos que había recibido la provincia para el puerto de Río Grande y no sé en qué se habrán usado, porque nunca supe el destino de eso”, observó.
“Yo fui ingenuo cuando pusimos el artículo que dice que el sueldo del gobernador era el tope para todos los sueldos, porque después por todos lados se dispararon los sueldos”, apuntó.
Consultado acerca de si considera oportuno una reforma, consideró que “los legisladores en conjunto, por la situación que está viviendo la provincia, deberían revisar los artículos de la Constitución uno por uno, y ver por qué varios no se están cumpliendo”.
Definir las competencias
Además, planteó la necesidad de no duplicar las funciones del Estado. “Hay superposición de funciones, hay salud provincial y salud municipal, hay cultura provincial y cultura municipal, deportes provincial y deportes municipal. Nosotros estábamos por unificar las funciones y darle a la municipalidad del área de deportes y que la provincia sea un ente de comunicación con la nación; los recursos que vinieran se los girábamos automáticamente a los municipios. Ahora se ha diversificado esto, el gobierno pone una cancha de césped y el municipio también, y veo muchos alquileres caros y se exceden en los gastos”, lamentó.
“Durante mi gestión se hizo el proyecto del palacio legislativo y el municipio de Ushuaia nos daba un terreno cerca del aeropuerto viejo. El proyecto fue aprobado por la Legislatura, pero no se hizo nada. El Poder Legislativo estaba supervisado porque yo lo hacía auditar por auditorías externas, como hacíamos en el Banco Tierra del Fuego. Con esa mentalidad de manejo y administración se condujo la provincia”, valoró.
En cuanto a la OSEF, dijo que “es un tema muy delicado y hay que analizarlo a fondo. Ahí tendría que estar funcionando el Consejo de Planificación y hacer un estudio. La atención que nos da OSEF es la de una prepaga, porque nos cubre absolutamente todo, con un aporte mínimo y eso tenemos que tenerlo presente. Hay que hacer un ordenamiento y un sinceramiento, explicando bien a los afiliados”, propició.
“Nosotros teníamos otra forma de administrar y de pensar. Eran otros tiempos y se tomaban otras medidas. Esto meritúa que se discuta públicamente y que se le dé cabida a representantes de los afiliados, para informarlos de cada cambio que se va a hacer en la obra social. Tenemos la deuda que va evolucionando y la deuda que venimos arrastrando. Hay que hacer un corte y la deuda para atrás hay que financiarla como Argentina está tratando de financiar sus acreencias con el resto del mundo. De ahí para adelante, hay que bajar el déficit y atender bien a nuestros pacientes enfermos”, planteó como hoja de ruta.
“Hay que planificar en salud, se tiene que reunir el gobernador con los intendentes, asignarles funciones a los municipios y destinar los fondos. Hay que ver si nosotros tenemos establecimientos suficientes para albergar a todos los alumnos del sector público. Hoy no dirige nadie al sector docente, porque hay una serie de paros que nosotros no teníamos. Espero que se junten el gobernador, los intendentes, los legisladores y que cada uno se haga cargo de una función, porque el municipio es la primera célula que está en contacto con los habitantes”, concluyó.