El secretario Adjunto del Centro de Empleados de Comercio, Daniel Rivarola, informó sobre las negociaciones que lleva adelante la federación para adelantar el pago escalonado del 10% de aumento, cuyo último tramo se pagaría en enero, y hacerlo de una sola vez en octubre. Aseguró que al momento que se llevó adelante esta negociación “era otra Argentina” y, por el nivel inflacionario actual, habrá otros gremios reclamando recomposición.
Río Grande.- El dirigente del Centro de Empleados de Comercio Daniel Rivarola fue consultado por FM La Isla sobre el pedido de adelanto del 10% de aumento, que terminaría de pagarse en enero próximo.
Informó sobre el diálogo mantenido este lunes con la Federación de Comercio y “todavía no hay nada concreto, pero están avanzando en charlas privadas con la cúpula, porque la gente de laborales nos dijo que ya les están pidiendo el borrador del último acuerdo para ver qué se modificaba. Si ya pidieron los borradores, alguna novedad va a salir”, confió.
Recordó que se trata de la cláusula gatillo, que se firmó el 31 de julio, para la segunda parte. “Los primeros días de julio se firmó en Buenos Aires y nosotros la firmamos 15 días después. Esto implicaba un incremento del 10% fraccionado en octubre (3%), noviembre (3%) y enero (4%), con lo que llegábamos al 25%” de la pauta anual.
“Lo que se está discutiendo por el momento es que esto sea otorgado todo junto en octubre, y es el famoso 10%, que no es un porcentaje nuevo. La intención es que se pague de una vez y no en escala”, explicó.
“Cuando nosotros firmamos en Río Grande, de la misma manera que se firmó en Buenos Aires, era una Argentina totalmente distinta. Calculamos que esto no va a quedar acá, solamente con el gremio de comercio, porque los compañeros de camioneros ya están hablando de reapertura de paritarias. Más allá de que se logre la posibilidad de juntar el pago del 10% en un solo mes, de acá a fin de año calculo que se va a pedir algo más, porque ya se habla de que en el presupuesto está incorporado el 42% de inflación, y no hay manera de que no sigamos discutiendo”, advirtió.
Respecto de la dificultad del comercio en la provincia y en todo el país, remarcó que “nuestro trabajo es y va a seguir siendo obtener la mayor cantidad de recomposición salarial que podamos conseguir para el sector, pero rara vez en los últimos años he tenido la sensación de que le estemos pidiendo agua a las piedras. Entendemos también la realidad económica y comercial, pero también tengo que entender la realidad económica de los trabajadores”, priorizó.
“Sabemos la cantidad de situaciones complejas que hay. Entre esta semana y la pasada estamos firmando demasiados convenios de reducción de jornada en distintos sectores; y si estamos hablando de achiques por falta de ventas, cuesta también plantear una discusión de aumento salarial, que es necesario. El comerciante podrá decir que no vende, pero la remarcación de productos para sostener la posibilidad de recuperarlo sigue existiendo”, dijo, con un impacto directo en la canasta básica.
“Nosotros notamos el estancamiento y nos preocupa Río Grande, donde finalizaron 120 contratos en una electrónica hace 15 días atrás. Son 120 sueldos menos y se va a empezar a notar ahora la falta de ese circulante. Se habla de 80 despidos más en otra fábrica. En estos 20 días tenemos 200 personas menos y, a un sueldo promedio de 40 mil pesos, son ocho millones de circulante menos a partir del mes que viene. Es un montón de plata y esto preocupa, porque ya había estancamiento. Cada vez deja de circular más plata y lo único que está sobreviviendo es el sector de comidas y algo de tienda”, dijo.
“Cuando tuvimos el conflicto con el sector de verdulería de un supermercado, estuvimos dentro un fin de semana completo y vimos la caída de ventas en vivo, estando adentro todo el día. La otra cadena de supermercados ya empezó a plantear la necesidad de un ajuste un poco más fuerte del que viene haciendo. Seguramente hoy vamos a tener charlas con los delegados y vamos a pedir reuniones con el supermercado esta semana, porque ya está el runrún sobre la cantidad de gente que sobra. La crisis ya llegó a todos los sectores y la caída en el consumo generalizado es muy importante”, remarcó.
Dólar turista y más inflación
Asimismo, tuvo en cuenta la necesidad de frenar abusos frente al llamado “dólar turista”, que beneficia a los sectores vinculados con el turismo extranjero, pero puede traer un impacto muy negativo al residente, si aumentan los costos. “Ahora se habla del dólar turista y vamos a tener que sentarnos a hablar, porque por atender los turistas que vienen con dólares no se pueden subir los precios para los que vivimos acá, y esto también lo vivimos en el pasado”, indicó.
“Son situaciones que hay que regular y deberían entenderlo, para ver de qué manera sostenemos todos la situación. No se pueden subir los precios conforme a la inflación y al dólar. Estamos viendo vehículos chilenos en supermercados y, ahora que cambió la bocha, podemos tomar una buena ventaja para reactivar el mercado, pero no subir las cosas de tal manera que tampoco sirva para los que vivimos acá”, concluyó.