En las últimas horas circuló información sobre el continente antártico, que aseguraba que había perdido una cantidad de hielo equivalente a la superficie de Argentina. El geólogo del Instituto Antártico Argentino (IAA), Juan Manuel Lirio, explicó esos trascendidos y señaló a la agencia estatal Télam que lo que pasó es que “no se formó la cantidad de hielo marino esperado”, y apuntó que es la primera vez que “tenemos una anomalía negativa tan alta, al menos desde 1979”.
Ushuaia.- “La noticia de que ‘la Antártida perdió un pedazo de hielo del tamaño de la Argentina’ está mal titulada. En esta época del año lo que tenemos es una menor superficie de mar congelado de lo esperado. No es que desapareció en la Antártida algo del tamaño de la Argentina, sino que no se formó el promedio habitual de hielo marino, y estamos por debajo del promedio”, precisó Lirio, y aclaró: “Las dimensiones que no se formaron sí son del tamaño aproximado de Argentina”.
El hielo marino que se congela en invierno tiene un espesor de un metro, describió Lirio y explicó que lo que lo diferencia del espesor de las barreras de hielo o los glaciares que son de 200 hasta 4.000 metros de espesor. Asimismo, el hielo marino “se forma en invierno y cuando viene el verano prácticamente desaparece” y el próximo invierno “se va a formar de vuelta” porque se trata de un ciclo anual.
“Lo que no se forma podría volver a formarse quizás si los próximos meses son fríos, o quizás, si hay menos vientos no se destroza tanto el hielo marino”, apunto Lirio.
No obstante, la anomalía este año ha sido muy extrema y negativa, con valores que no se registraban desde hace 44 años, es decir desde 1979. Entre las causas de este suceso, Lirio mencionó que “el año pasado el hielo marino se destrozó muy rápido por los vientos” y “si el invierno viene cálido hay menos frío para congelar el hielo marino”.
Entre las consecuencias, el experto del IAA explicó que el hielo marino “lo que hace es enfriar más el mar, porque refleja la poca luz que viene del sol, pero cuando en lugar de hielo tenemos agua, el agua absorbe la luz del sol y tenemos agua más caliente”.
En esa línea, la falta de formación de hielo marino “facilita que se caliente más el agua” y “en lugar de tener un mar congelado tenemos un mar activo, con oleaje que va a producir erosión en las costas”, explicó. No obstante, el hielo que no se formó en la Antártida “está bien alejado de las costas”, aseguró el experto, según observaron en las imágenes satelitales. Por último, Lirio aclaró que “hay que esperar al año que viene para ver cómo evoluciona con el tiempo”. (DIB) ACR.
Por qué alerta a los científicos la reducción del hielo marino en la Antártida en 2023
El mar congelado del continente blanco aumenta cada invierno, pero este año aún no volvió al nivel esperado. Las posibles consecuencias, según expertos de Argentina y Estados Unidos consultados por Infobae
Cada año, el hielo marino de la Antártida se reduce a sus niveles más bajos hacia fines del mes de febrero, durante el verano. Pero luego, la extensión del hielo marino vuelve a aumentar durante el invierno. Sin embargo, este 2023, los científicos han observado una situación diferente y están averiguando las razones.
El hielo marino no volvió a los niveles esperados en comparación con el período 1981 a 2010. Según la información del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC es la sigla en inglés) de los Estados Unidos, el hielo se encuentra en los niveles más bajos para esta época del año desde que comenzaron los registros, hace 45 años.
Científicos de los Estados Unidos y Argentina explicaron a Infobae qué se sabe sobre el cambio y cuáles podrían ser las consecuencias de que el hielo marino esté, ahora, alrededor de 1,6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del récord anterior de invierno, el año pasado.
Los científicos del NSIDC han estimado que a mediados de julio, el hielo marino de la Antártida estaba 2,6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio del período que va desde 1981 a 2010. Esto significa un área casi tan grande como Argentina o las áreas combinadas de Texas, California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Colorado. “El hielo marino que rodea el continente antártico sigue siendo excepcionalmente bajo”, informó NSIDC.
Sebastián Marinsek, jefe del Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino, explicó a Infobae: “El hielo marino es el mar que se congela por las bajas temperaturas, principalmente durante el invierno. En el verano, se descongela en gran parte. Su extensión se mide a través de satélites, que permiten contar los kilómetros cuadrados de hielo diariamente y se ha realizado durante 45 años”.
“Lo que se observó ahora es que hay menos extensión del mar congelado. Eso no implica que haya habido un desprendimiento de hielo en la Antártida”, destacó Marinsek.
“La extensión del hielo antártico es hoy inferior en más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados a la media de 1981 a 2010. El año pasado ya había bajado, en valores menores al promedio. Este año son valores menores aún. Las razones de por qué este cambio está ocurriendo aún no están claras”, afirmó Marinsek, quien investiga el glaciar Bahía del Diablo y Crane, entre otros, que se encuentran en el continente y no en el hielo marino.
“Nosotros también estudiamos el glaciar Crane, en la Península Antártica. Hemos registrado que está retrocediendo como varios otros glaciares de la Antártida. Pierden hielo porque el aumento de la temperatura del planeta los afecta”, afirmó.
“El glaciar Crane termina en el mar y el hielo marino le hace un cierto efecto de freno. Pero los últimos dos años se redujo el hielo marino que lo frena. Como consecuencia, el glaciar cambió su dinámica y retrocedió”, comentó el científico.
La extensión del hielo medida a través de los satélites es baja en casi todas partes, pero especialmente en el norte del mar de Weddell, el oeste del mar de Ross y el sur del mar de Bellingshausen. En el mar de Amundsen prevalece una extensión superior a la media.