El Ministro de Educación, Jaime Perczyk dijo que Argentina lo que necesita es fortalecer y mejorar la educación pública. Entendió que “la privatización de las escuelas, la educación como un negocio y el sistema de vouchers convierten a las escuelas en comercios y a los estudiantes en clientes”.
Río Grande.- Jaime Perczyk Ministro de Educación de la Nación, salió al cruce de la propuesta de Javier Milei de un financiamiento directo a los estudiantes. “El sistema de vouchers convierte a las escuelas en comercios y a los estudiantes en clientes”, dijo.
Recordó que “esta propuesta no tiene nada de nuevo. Fracasó en los pocos países donde se implementó y no mejoró la calidad de la educación”.
“En Argentina tuvimos la experiencia efímera de las escuelas charters en la que cada escuela se financiaba por alumno matriculado y duró ocho años”.
Comparó que “muy pocos países en el mundo, y algunos estados de los Estados Unidos lo implementaron y la experiencia marcó que los resultados fueron un fracaso. El sistema de voucher no garantiza tampoco un mejor aprendizaje”.
Detalló en este sentido que “hay estudios que demostraron por ejemplo que en los Estados de Luisana e Indiana en EEUU, la pérdida de aprendizajes de los estudiantes fue casi el doble de lo que provocó la pandemia de COVID-19. También lo hizo Suecia en 1992 y bajó su rendimiento escolar y condujo a una caída histórica en las pruebas internacionales de aprendizaje. Hoy, en ese país, casi todas las escuelas se financian con fondos del Estado”.
Prosiguió comparando que “Chile implementó el sistema de vouchers durante la dictadura militar de Pinochet y esta decisión provocó el cierre de escuelas, la caída en la escolaridad y generó una deuda histórica de los alumnos que terminó en masivas protestas estudiantiles”.
En este punto el funcionario nacional se preguntó “¿Cuál sería el efecto del sistema de vouchers en un país como Argentina con casi 4 millones de kilómetros cuadrados y 50 mil escuelas, 10,6 millones de estudiantes y 1,2 millones de docentes?”
Respondió que “reduciría la oferta educativa, provocaría el cierre de escuelas rurales, las de montaña, las de zonas frías y de islas y de todas a las que concurren pocos alumnos que no podrían pagar el costo de su funcionamiento y el pago de los salarios docentes”.
Además, “profundizaría más las desigualdades sociales, generaría escuelas con recursos para familias de altos ingresos y escuelas sin recursos para miles de familias aumentando así la segregación social y escolar”.
También, “debilitaría el derecho de los trabajadores de la educación, cuyo salario y formación profesional dependería del mercado”.
Aseguró Perczyk que “Argentina no necesita privatizar su sistema educativo ni vouchers. Logramos construir una escuela en cada rincón del país, tener una de las tasas más altas de escolarización y terminalidad de Latinoamérica y una educación técnica de amplias certificaciones para el mercado laboral”.
“Lo que necesita Argentina es fortalecer y mejorar la educación pública con más financiamiento sostenido y continuo, más días y más años de clases y garantizar el presentismo tanto de los estudiantes como de los docentes”, planteó.
Finalmente dijo que “necesitamos también garantizar enseñanzas y aprendizajes con robótica, tecnología, más lengua y matemática, conectividad, computadoras, libros y material para las escuelas. Creemos en la educación con responsabilidad y compromiso”.