El contador Gabriel Clementino, referente de la Unión Cívica Radical, disparó sobre la línea de flotación del candidato libertario Javier Milei al cuestionar tres propuestas que van directamente contra los intereses de Tierra del Fuego y sus habitantes, como la quita del subrégimen industrial fueguino, el recorte de la coparticipación federal a la provincia, y la intención de que los kelpers tengan autodeterminación en Malvinas en momentos en que Milei mantiene “relaciones de confianza” con la derecha chilena. “El subrégimen da empleo a 15 mil trabajadores en forma directa y en forma indirecta sostiene la economía y el desarrollo de nuestra provincia; ha permitido la población del territorio con más de 200 mil argentinos”, fundamentó y agregó que “hoy, con los fondos de coparticipación federal, se cubre el 55%, aproximadamente, de los recursos del gasto público provincial”. Clementino reclamó un debate serio de los temas puntuales que interesan a la sociedad y que al votar el próximo 19 de noviembre “primero pensemos en nuestros intereses estratégicos y hacerlo con seriedad”.
Río Grande.- El contador Gabriel Clementino, referente de la Unión Cívica Radical de Tierra del Fuego, brindó una extensa entrevista a FM La Isla, donde habló de las elecciones nacionales y la postura del centenario partido ante el ballotage en ciernes.
“Este análisis que tenemos que hacer me parece que tiene que ver con varios aspectos. Uno, desde el punto de vista nacional y de lo que tenemos que defender en una elección nacional y los valores que hay que defender y que el radicalismo siempre ha peleado. Hoy la figura de Alfonsín está tan fresca en estos días que termina siendo un referente multipartidario de todos aquellos que creemos en un sistema democrático, que creemos en la tolerancia, que creemos en una visión social y transformadora de la política, y de los que creemos en una sociedad más justa, más integradora, más evolucionada hacia lo que sería la búsqueda de consensos, de entendimientos y comunes denominadores”, introdujo.
En el mismo sentido prosiguió diciendo que “en ese enfoque creo que estamos todos los radicales y creo que hay sí, barreras que no se pueden transgredir desde ese punto, y me parece que el voto a Milei es una barrera a transgredir. Concretamente lo digo no solamente por las diatribas o las expresiones fuera de foco, desde lo ideológico, pero también desde lo emocional de este personaje, que es un invento de la política y de las deficiencias de la política”.
Agregó que “me parece como que nosotros, más allá de que Milei boxea a la cabeza de Alfonsín, más allá que nos trata muy mal a los radicales como socialdemócratas e ineficientes o algo así, para decirlo de una forma mucho más elegante, porque me parece que entrar a analizar el marco emocional de esta persona, la verdad nos deja sorprendidos. Creo que todos sabemos de lo que hablamos y me parece que también la visión de sociedad que queremos y creemos es concretamente de transformación, de una ascensión social, en una política que permita dar oportunidades a todos, dar herramientas sociales, como la educación libre y gratuita por la cual ha peleado siempre el radicalismo desde que nuestro partido impulsó la reforma del 1918, donde la integración a todas las clases sociales, a una profesionalización, a la universidad, todo lo que ha peleado el radicalismo, no solo desde Yrigoyen sino desde antes que él”.
Continuó diciendo que “si uno habla de Alem, un liberal desde lo político, pero transformador, en un momento donde era el conservadurismo y el clasismo y la aristocracia que predominaba en la clase política”.
“Para hacer una síntesis concreta, creo que nosotros tenemos otros valores por los que pelear, y por lo que buscar en una sociedad. Podemos decirlo desde la educación, desde la salud, desde las políticas sociales, desde la economía misma y desde la integración. Más allá de las diferencias que se pueden tener con el actual gobierno, que son muchas, y que creo que el gran desafío es buscar esos consensos para poder transformarnos”, resumió.
Las “antipropuestas” de Milei
Clementino cargó contra el libertario al observar que “puntualmente vamos a hablar desde la antipropuesta de (Javier) Milei con respecto a Tierra del Fuego. Él ha aseverado tres temas que son centrales para nosotros. Primero, dice que va a sacar el régimen de promoción industrial y plantea que es una estafa a los argentinos de bien, nuestro régimen, que hoy da 15.000 puestos de trabajo en forma directa en el subrégimen industrial, pero aparte ha generado un crecimiento poblacional de los 20.000 habitantes en la década de los ’80 a los 200.000 de hoy, con una visión de desarrollo regional muy fuerte y con un nivel de tecnología muy avanzada en lo industrial, pero también acompañado por todo el comercio y todas las otras actividades que no son directamente dependientes del subrégimen industrial, pero hacen al régimen de promoción del mismo y en este sentido también con un nivel de beneficios directos hacia toda la comunidad que tiene que ver con un nivel de salarios mayor al de otras provincias y que se da por la diferencia de no pagar impuestos a las ganancias aquí”, valoró Clementino.
Observó también que “hay que agregarle a todo esto el nivel de inversión, tanto a nivel industrial como a nivel de PyMEs y comercios, porque ese rezago que no va al Impuesto a las Ganancias, se vuelca en una matriz productiva propia a los comercios. Hay un desarrollo de inversión que está muy por arriba de la media nacional, como también un nivel de blanqueo de la actividad laboral y tributaria -para la actividad económica de lo tributario-, muy por arriba de lo que es el resto del país. Estas son particularidades propias de nuestra isla”.
Sintetizó que si Milei va a sacar el régimen de promoción, “nosotros tenemos un problema muy grande, no solamente en lo que es la industria, sino también en toda nuestra sociedad”.
El otro tema que plantea el candidato presidencial de La Libertad Avanza, “es que va a retacear los recursos de coparticipación a las provincias. Lo ha dicho en forma puntual con respecto a algunas provincias y también en forma general, manifestando que para él es una estafa al sistema tributario y al sistema de coparticipación. No entendiendo lo que son las asimetrías de la economía de toda la Argentina, en las diferencias que pueden tener de posibilidades de financiamiento y no solamente estoy hablando de Tierra del Fuego, sino también de Jujuy, Formosa, Catamarca, La Rioja y muchas otras provincias que son periféricas y que sería muy difícil para ellas autofinanciarse”.
Aseguró que Milei tiene “una visión centralista desde la ciudad de Buenos Aires. Es más, no considera ni legítimo un sistema de coparticipación a las provincias centrales”.
Clementino advirtió que Tierra del Fuego “tiene un gran problema que no lo tiene otras provincias. Primero, la dependencia del sistema de coparticipación, que es alto, porque el gasto público es alto, que es otro debate que se debería dar aquí. Es alto el gasto público con respecto per cápita, pero también nosotros estamos fuera de la ley de coparticipación y estamos a tiro de decreto. O sea que por un decreto nos pueden bajar la coparticipación, lo que es un nivel de inseguridad jurídica que nos podría colocar en una situación calamitosa. Hoy, con los fondos de coparticipación federal se cubre el 55%, aproximadamente, de los recursos del gasto público provincial. Son dos temas centrales a la economía y creo que sería inviable esta provincia si no tendría estos recursos y si daría un golpe letal sobre la economía una quita de la coparticipación, pero solo sobre la economía de los industriales, sino sobre la economía doméstica, porque los industriales dejan el galpón y se van a otro lado. El problema es la economía de los fueguinos y el sostenimiento de los servicios de salud, de educación y de todos los servicios en general y de los mismos haberes del sector público y del sector privado”, alertó.
La soberanía no se toca
El tercer tema “tiene que ver con la soberanía, donde quienes señalan que podría ser canciller en un hipotético gobierno de Javier Milei (Diana Mondino), planteó la posibilidad de darle derecho de autodeterminación a los isleños en las Islas Malvinas, lo cual implica el Atlántico Sur completo y se extiende al sector antártico, y con el conflicto latente, permanente que tenemos con nuestros vecinos chilenos sobre el tema cartográfico que vivimos haciendo reclamos sobre un nivel de intromisión en nuestro ángulo antártico permanente”.
Marcó que “de un lado tenemos a Inglaterra y del otro lado a Chile y esta gente habla también con un nivel de confianza con la derecha chilena y por el otro lado con el tema de la autodeterminación de Inglaterra, más allá de que él diga que Margaret Thatcher es una gran dirigente que la admira -aunque eso es un tema anecdótico-. Estamos hablando de derechos territoriales de la Argentina, pero especialmente de Tierra del Fuego, porque es nuestro territorio”.
Sobre estos tres puntos, “hay que ver después lo que resultan los votos, lo que nos debe llamar a varias reflexiones. No se transmite a la gente cuáles son los problemas centrales de una política de este tipo, y el otro tema, las deficiencias en sí en el sistema político argentino que la gente debe tomar como propio los servicios sociales, los servicios de salud, educación, y para eso sí hay un gran debate que se debe a la política, que es cómo genera servicios sociales, educación, desarrollo, política de inclusión, desde una visión más eficiente que no es solamente tomar empleados públicos. No nos debemos en Tierra del Fuego, también en toda la Argentina, ese debate”.
“Primero tenemos que defender lo nuestro siendo serios”
Consultado por qué la Unión Cívica Radical de Tierra del Fuego no toma una postura concreta sobre a quién de los dos candidatos votar (Massa o Milei), Gabriel Clementino dijo que “ante todo tenemos que tener una visión de la defensa de lo nuestro y de ser serios al momento de plantear una posición. Hoy estamos en los escarceos, en las mediciones, en el ver cuál es el movimiento del otro, hay cuestiones tácticas desde los políticos que hacen que haya una falta de definición. Creo que va a haber una definición de ese voto en defensa de lo propio y ese voto en tratar de transformar la conciencia social hacia el momento de votar. Es muy difícil ir contra el discurso de la antipolítica, cuando todos están metidos dentro de la misma bolsa. Ese es el gran problema”, reparó.
“Y hay otro tema. Me parece que a algunos les gana más el anti que el ser proactivo es una visión, digamos, de desarrollo que nos convenga a todos. El problema es que se olvidan muchos dirigentes de que este personaje (Javier Milei) que pasa de decir, dolarizo hoy el primer día y ya lo tengo resuelto, a que son políticas de tercera y cuarta generación para acá 30 años, como lo está diciendo ahora, o que, por ejemplo, hoy Mondino, en Radio La Red, dijo que la dolarización es un tema, pero va a ser para más adelante y dice que lo que pasa es que la gente gana poco. Entonces, es una mezcla de dos cosas: el salariazo de (Carlos Saúl) Menem con otra mezcla más que le puso, por ejemplo, (Domingo) Cavallo lo debatió a esto en la última instancia de Menem y en el gobierno de la Alianza es que la transformación del salario tiene que venir a través de la productividad que es lo que dijo Mondino. Es obvio que hay que discutir el tema de la productividad, pero es un proceso muy largo transformar la productividad argentina porque tiene que ver con la cultura del trabajo, con la organización empresarial, con el Estado presente direccionando la inversión y direccionando la capacitación junto a la transformación tecnológica y la búsqueda de mercados. Es decir, dos elementos que se vuelven a repetir en la política”, evaluó.
Agregó que “Mondino aseveró que la gente gana poco y le hace falta un salariazo -más o menos lo dijo en esos términos- y discutir el tema de la productividad. Le puedo decir que la productividad es un tema a discutir, como también la transformación del mercado laboral y la incorporación de gente al mercado laboral normal y legalizado, no en el negro, que creo, es una deficiencia de los últimos años. Asimismo también hay que discutir niveles de eficiencia y eficacia en el sector público, de productividad en el sector público, dejar que siga entrando gente solo para dar empleo a costa de los contribuyentes. Es toda una discusión estos dos elementos para rememorar esa época antes del 2001”.
Criticó que Milei “hoy dice esto, mañana dice lo otro, pasado mañana dice otra cosa, vamos a correr los vouchers que ya no son para ahora, sino para acá a 10 años y la salud, dice que la venta de órganos es en un mercado común donde todos puedan ir y decir yo tengo un riñón y lo quiero vender. Son delirios que en ningún país del mundo se da y desde lo económico hay delirios también que la verdad no son probados en ningún país del planeta”.
Votar a Milei es un salto al vacío
Clementino aseveró que “es un salto al vacío, pero aparte otra cosa: les voy a decir a aquellos que son tan antikirchneristas -y conste que yo no soy kirchnerista-, y son tan antiperonistas, y tan anti, antes de pensar en forma proactiva, son anti, lo que tampoco les garantiza con este vaivén de ideas, que mañana no haga una alianza con el kirchnerismo para poder seguir haciendo lo peor que está en la política y seguir generando grietas. Porque uno de los temas centrales acá de la política, es tratar de cerrar una grieta para buscar consensos y comunes denominadores y creo que es el gran déficit de la política de los partidos nacionales populares, y los grandes partidos, caso el radicalismo, como el peronismo, no hablar de economía desde el punto de vista de los desarrollos, y que la verdad no hay grandes diferencia y puede haber consensos de largo plazo, sobre la industria, la sustitución de importaciones, sobre las economías regionales, sobre las asimetrías en el desarrollo y buscar políticas de desarrollo económico, sobre el tema de la salud y la educación, sobre el tema de las políticas sociales”, concedió.
Para Clementino, “más vale discusiones metodológicas y de formas que para nosotros nos hacen ruido, y que sería bueno discutir. Pero la verdad, me parece que por ahí van los consensos. Entonces, aquel que dice que vamos a sacar el kirchnerismo como el único leitmotiv para hacer política, después de todos los idos y vueltas, yo no sé si no se va a aliar con el kirchnerismo, pudiendo hablar de muchas cosas más que hacen a la transformación y que nosotros tenemos sobradas pruebas de que se puede llegar a transformar con una visión política fuerte, firme, con convicción, y con vocación de poder también”, planteó.
La UCR con solo dos electos
Observando que la Unión Cívica Radical supo tener en la provincia altísimos grados de representación, desde senadores, diputados nacionales, legisladores, concejales, intendentes en ambas ciudades, realmente una representación política muy importante, estuvo sentada en la mesa de las grandes discusiones provinciales, formó parte de la Convención, tiene legisladores desde la primera Legislatura, ha tenido una vida política proactiva y determinante en muchos casos y que en este último tiempo ha habido un declive muy importante, casi podríamos decir coronado en la elección del 14 de mayo, con un solo concejal en toda la provincia, en este caso en la ciudad de Río Grande, y un legislador que si bien es afiliado radical (Federico Sciurano), va a conformar un bloque que no es ni de la Unión Cívica Radical ni de Juntos por el Cambio, ni de Cambiemos, ni de ningún partido aliado en ese momento a la Unión Cívica Radical. ¿Por qué se llegó a esto? y ¿qué va a hacer la Unión Cívica Radical ante esta situación?, teniendo en cuenta que se corre el riesgo de pasar de ser un partido mayoritario a un partido tradicional.
Clementino contrastó que la UCR “es el único partido que tiene una vida orgánica plena, porque funcionan los comités locales, funciona la Convención y funciona el Comité Provincial; se habla de política y se debate, quizás con tres polaridades que sí son deficiencias. Primero, se debate, pero ¿de qué agenda se debate?, porque acá la agenda, tenemos que ver la agenda que le interesa a la gente, a la persona normal, trabajando y que quiere decir, a ver, ¿qué opina el radicalismo sobre el problema?, que mi chico no puede ir a la escuela porque tuvieron que empezar las clases 15 días después porque alguien no las arregló. ¿Qué dice el radicalismo sobre el tema del hospital?, ¿qué dice el radicalismo sobre el tema del gasto público?, que hoy está en una situación alarmante con un nivel de endeudamiento de la provincia, ¿qué es el radicalismo con respecto al tema jubilatorio?, ¿qué dice el radicalismo con respecto al incremento del gasto público?, no solamente en la provincia, sino también en los municipios. ¿Qué dice el radicalismo sobre el tema tributario, sobre el tema de las políticas sociales, sobre los problemas también estructurales? Y algunas cosas se han dicho, pero no vamos a fondo con lo que tenemos que decir. En el caso, por ejemplo, del subrégimen, se han planteado cosas, pero, digamos, es a veces pareciera que planteamos cosas como para tener esa fuerza de quererlas transformar. La agenda de la campaña fue una agenda pobre, porque que teníamos un montón de elementos para decir, esto está mal por esto y esto; y que venimos a transformar esto y esto y lo otro y queremos tener este camino. Entonces, cuando la agenda deja de ser central a los intereses particulares de toda la comunidad, y en este sentido, empezando por el centro de los problemas diarios de la gente, hasta después otros temas más, particularidades de minoría, de situaciones puntuales, específicas de la sociedad. Entonces, a veces cuando solamente se levantan banderines de colores, pero no se levantan las banderas centrales de toda la sociedad y que son inclusivas a toda la sociedad, ese es el problema. O sea, que estamos hablando de que el problema es de agenda y de ponernos en el centro de la jugada y decir: tenemos el camino, hay que ir por acá, la educación tiene que venir por acá, la infraestructura tiene que venir por acá, las finanzas públicas tienen que venir por acá, o por lo menos plantear unas opiniones fuertes”, expuso.
El radicalismo no es una marca
Entendió que “es una deficiencia, no solamente del radicalismo -de las autoridades de la UCR-, sino también de aquellos que tienen representación. Y después, tenemos un problema de que la interna parece que fuera el leitmotiv para trabajar. Fue un rasgo característico de la Unión Civica Radical, fue un rasgo que la gente se ha cansado. Y que nos tenemos que dar cuenta, que no podemos seguir diciendo que si a nivel nacional, Juancito es amigo de este, que yo no me doy pelota, entonces yo voy a ir en contra de Juancito, porque si no, este va a tener más que yo el día de mañana. Así no transforma nada. Y después tenemos un problema, que también que es metodológico: tenemos un socio que la verdad no tiene la participación ni la militancia ni la incidencia en la vida diaria de los fueguinos, como es el PRO, u otros socios, que la verdad no están, no nos sentimos acompañados en esta visión de transformar. Nos sentimos acompañados en el momento en que hay que armar las listas. Ahí la meritocracia se deja de lado. Siempre disiento el tema de la marca. Muchos me dicen porque la marca Juntos por el Cambio vale más hoy que el radicalismo. Y bueno, ponerte una hamburguesería, traete una franquicia. Si yo fuera por eso, en vez de poner La Fueguina (su panadería), tendría que haber traído una franquicia, para decir una cosa burda que a mí me toca. Hay que pelear por la identidad de uno y hay que pelear por lo que uno le ofrece a la sociedad. Si uno está todos los días en contacto con la gente, ¿para qué me traes una marca?; donde en la marca dicen lo que tenés que decir, lo que no tenés que decir, por ejemplo, sobre la gráfica que tenés que usar. donde quizás no tiene nada que ver con nosotros. En la elección nacional lo hemos visto. Los representantes nacionales a diputados no estuvieron. ¿Por qué alguien les dijo que no salgan? No sé, yo supongo”, deslizó.
“Dentro del PRO hay otros sectores que son muy potables, pero el macrismo, con esa visión egocéntrica de Recoleta, la verdad no tengo nada que ver yo”, cerró.