La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros -FATAP-, ha advertido hace 15 días de la imposibilidad de seguir prestando los servicios de Transporte de Pasajeros del Interior en las condiciones económicas actuales, que obligaron a iniciar restricciones de servicios en algunas provincias y en otras, con menos suerte, directamente sufrieron y siguen padeciendo paralizaciones y serios conflictos con los trabajadores al no poder cumplir con los compromisos laborales asumidos, además de las obligaciones corrientes.
Río Grande.- Esta situación de crisis, pública y notoria, que se agrava día tras día, no encuentra reacción acorde por parte de los Gobiernos Provinciales y Municipales, que son los primeros responsables de buscar soluciones al deterioro de sus sistemas de transporte público
El abrupto retroceso de los ingresos que vienen soportando las empresas, mediante la aplicación de tarifas insuficientes, pero políticamente razonables, o la especulación sobre la continuidad o no de los subsidios nacionales, no pueden determinar la necesidad de definiciones locales que permitan la continuidad y sustentabilidad de los servicios de los que son titulares.
Por otro lado, y lamentablemente, la inequidad que el Interior viene denunciando desde hace largos años parece mantenerse, la convocatoria a los prestadores del AMBA a comenzar un proceso de transición hacia las nuevas políticas nacionales al sector, contrasta con la falta de respuestas de un mismo tratamiento a esta Federación, que nuclea a la inmensa mayoría de cámaras y empresas del resto del país, dejando a su suerte a más de 10.000.000 de personas que por día utilizan el colectivo como único medio público para trasladarse.
Este estado de situación pone a las empresa nucleadas en FATAP ante la necesidad de adoptar medidas extremas destinadas a intentar evitar su total y definitiva paralización, entre las que se cuentan la continuidad de la reducción de los servicios nocturnos, entre las 21:30 hasta las 06:00 del día siguiente; la reducción del 50% de los servicios en horarios diurnos y vespertinos; el inicio, impulso y continuidad de los Procesos Preventivos de Crisis iniciados en varias jurisdicciones, a la que sumarán otras, dando lugar a suspensiones y pérdida de puestos de trabajo.