“El Banco Nación no puede ni debe ser privatizado. No estamos dispuestos a resignar soberanía crediticia ni financiera para que este negocio pase a ser administrado por manos privadas o entidades financieras del exterior”, afirmó el Senador fueguino Pablo Blanco. “Sus desmanejos deben ser corregidos ajustándose a la letra de ley. Ni sus empleados ni los argentinos tenemos por qué pagar horrores de la reciente conducción política”.
Río Grande.- El Senador Nacional de la Unión Cívica Radical, Pablo Daniel Blanco, presentó un proyecto para establecer la imposibilidad de privatizar el Banco de la Nación Argentina.
El proyecto propone incorporar como artículo Nº 3 bis de la Ley 21.799 que: “el Banco de la Nación Argentina no podrá ser sujeto a privatización y su actividad no podrá ser modificada bajo ningún concepto, forma o ley que en el futuro se dicte, permaneciendo siempre como institución bancaria de propiedad del Estado Nacional”, explicó Blanco
“El Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso Nacional, en el marco de las sesiones extraordinarias oportunamente convocadas, un mega proyecto de ley titulado “Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos. El proyecto entre otras cuestiones polémicas propone la privatización de empresas del Estado, entre ellas el Banco de la Nación Argentina”.
“Que el gobierno nacional anterior lo haya vuelto un apéndice de su errática política económica y financiera no quiere decir que todos los gobiernos que se sucedan necesariamente tengan que caer en lo mismo”, afirmó el senador fueguino.
“Hubo varias olas privatizadoras en las últimas décadas y para evitar su consumación el Congreso votó la ley 25.108 que agregaba al artículo 9 de la ley de reforma del Estado 23.696 la cuestión puntual de que el Banco Nación quedaba excluido de las empresas susceptibles de ser privatizadas. Esta es la norma que hoy deroga el DNU 70/23 y debe ser neutralizada y revertida por Ley de manera urgente”.
“El Banco Nación no puede ni debe ser privatizado. No estamos dispuestos a resignar soberanía crediticia ni financiera para que este negocio pase a ser administrado por manos privadas o entidades financieras del exterior. No todo se compra ni se vende, no todo tiene precio cuando tiene un inmenso valor real y simbólico”.
“El Banco de la Nación Argentina es una institución superavitaria, es nuestra, es de todos; sus desmanejos deben ser corregidos ajustándose a la letra de ley. Ni sus empleados ni los argentinos tenemos por qué pagar los horrores de la reciente conducción política con su privatización. Sanear a la entidad, poner en orden sus cuentas y ponerla al servicio de la producción es una meta y un resorte profundamente nacional que no puede ser rifado a particulares y, mucho menos, al capital extranjero”, finalizó el senador Blanco.