Mientras continúa la tensión entre la UTA y las cámaras empresarias del sector, el Gobierno «en principio» no ajustará los boletos de transporte público. Para evitar nuevas medidas de fuerza, debería incrementar los subsidios.
Buenos Aires.- En medio de una creciente tensión entre las cámaras empresarias del transporte y la UTA por el pago de salarios a los choferes de colectivos, el Gobierno anticipó que, en principio, no aplicará un ajuste por inflación en las tarifas de mayo para el trasporte público.
De esta manera, el Ejecutivo busca, a través de una mayor entrega de subsidios, garantizar el funcionamiento normal del servicio y evitar un nuevo paro o una «retención de tareas» como la que se dio el pasado jueves 11 de abril.
«En principio no hay ajuste previsto para mayo», aseguró un funcionario del Gobierno en diálogo con diario Clarín, desestimando la ejecución de la Resolución 5/2024 de la Secretaría de Transporte, que establece que las tarifas podían ser ajustadas bimestralmente o por un período mayor. Según determina el texto, la actualización puede tener como máximo el equivalente a la inflación del mes previo al que se dispone el aumento.
Continúa el conflicto salarial entre la UTA y las cámaras empresarias
La última suba del boleto se llevó a cabo en febrero y ubicó el pasaje mínimo en $270 para los colectivos y $130 para trenes. Con el aporte estatal fijado actualmente en $354, las empresas de colectivos reciben por cada viaje del menor recorrido $624. El Ejecutivo sostiene que con ese monto se pueden pagar los salarios de $737.000 y no de $987.000 que reclaman los chóferes.
La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) calculó que en marzo el costo real de un pasaje de colectivos se ubicó en $1.198, por lo que aseguran que pierden $574 por boleto, es decir $92.912,24 millones por mes, que se reflejan en una «pérdida de calidad del servicio, frecuencias, seguridad y renovación de unidades».
De esta manera, si el Gobierno confirma la continuidad de los actuales valores, deberá incrementar el aporte de los subsidios para evitar que el conflicto entre el gremio y los empresarios siga escalando, derivando en nuevas interrupciones del servicio.
En los primeros 100 días del año, el Estado nacional pagó subsidios por unos $190.902,25 millones a colectivos que circulan en el AMBA, canalizados a través del Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), según reflejan los datos de Presupuesto Abierto.
En tanto que las transferencias a Trenes Argentinos sumaron otros $132.877,44 millones, por lo que la contracción de los subsidios en términos reales, descontado el efecto de la inflación, se acerca al 60% interanual.