El empresario Alejandro Alonso, propietario de carnicerías El Príncipe, contó su experiencia con el emprendimiento de feedlot que encaró en la zona norte, que le permite contar con carne de la zona todo el año. Ya está llegando a Ushuaia con el cordero fueguino y aspira a incrementar la producción para abastecer a los cruceros. Se considera un “socio minoritario” de los ganaderos, porque gracias al buen entendimiento entre las partes puede llevar adelante su negocio.
Río Grande.- Alejandro Alonso, propietario de la carnicería El Príncipe de Río Grande, contó al programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia su experiencia con el primer feedlot del fin del mundo, que le permite abastecer a las cinco carnicerías de la ciudad con productos de la zona.
“Desde que puse la carnicería tengo feedlot, en el año 1997. Ahora se agrandó y soy de la idea de que uno tiene que disponer de la mercadería y la única manera es si se tiene a mano. Yo voy al corral, faeno los animales y a mi negocio nunca le falta carne. Los doce meses del año siempre tengo carne fueguina, pero hay dos meses en que tengo que reforzar con carne del norte, que en definitiva es carne de acá que se fue para el norte y después vuelve”, dijo.
“Acá la hacienda sale desde marzo a junio, y habrá 15 mil animales entre lo que compra El Príncipe y otros. Eso sale todo de golpe y el feedlot nos permite trabajar todo el año, si no, habría carne de la zona para tres meses. Antes había carne congelada o traída del norte”, recordó.
“Nosotros compramos un 70% de terneros y un 30% de novillos. Al mes, o mes y medio, el novillo se puede ir faenando y hay que esperar a que pese 300 kilos. El año pasado fue excepcional y en junio había 5 mil animales. No creo que este año llegue a ese número por un tema económico, porque la gente prefiere vender la carne al continente. Yo soy como un socio minoritario de todos los ganaderos. No es que yo tenga la plata para comprar 5 mil animales, pero yo existo gracias al ganadero. El ganadero me da, voy pagando, vamos haciendo refinanciación y es un apoyo mutuo”, destacó.
Respecto del proceso de engorde, dijo que “el pasto es muy caro y el animal no engorda nunca, menos con la baja temperatura. Hay que tenerlo igual pero el resto es todo alimento balanceado. Yo tengo alquilado un galpón cerca de la Oveja Negra y hay un millón kilos de alimento, para encarar el invierno. Cada camión trae 28 mil kilos y hay camiones de 32 mil. En ese rango nos manejamos y hay que hacer la cuenta de cuántos camiones hay en ese galpón de la Oveja Negra. Un camión de alimento mío sale entre 9 y 10 millones de pesos y el año pasado daba de comer a un equipo por día. Por eso siempre agradezco a los ganaderos, porque si yo tuviera que comprar la hacienda de contado, sería imposible”.
Precios más baratos
También dio cuenta de los precios comparativos con otras carnicerías. “Cuando la carne se disparó tanto por noviembre y diciembre, yo preferí quedarme medio quieto. Para mí esa disparada de precios fue irreal. Si bien el alimento aumentó y la hacienda aumentó en el mercado de Cañuelas, que se toma como parámetro, yo preferí seguir trabajando y fui aumentando de acuerdo a lo que me aumentaba a mí. Yo necesitaba trabajar y, con el volumen de costos fijos que tengo, si no trabajo, me fundo”, sostuvo.
Apuntando a Ushuaia
Respecto de la comercialización de la carne en la capital fueguina, indicó que “mi hijo se encarga de Ushuaia desde hace 10 ó 12 años y ya tenemos una clientela. Es un trabajo de hormiga y soy un convencido de que en Ushuaia y en Tierra del Fuego el futuro es el turismo. Llevo tres años haciendo una obra que no puedo terminar todavía, y cuando la termine la idea es abastecer ese nicho, sin desatender lo mío. Yo apunto a llegar a Ushuaia desde Río Grande para abastecer a un barco, porque tenemos un producto que está en extinción, que es el cordero, y a corto plazo va a valer cualquier cosa. Es un producto que tenemos nosotros, libre de toda peste, y el turista se desvive por esas cosas. De a poco me voy metiendo en los restaurantes y ellos mismos te enseñan. Me han pedido carne picada de oveja para milanesas de ovino, y se vende eso. Empezamos mandando cinco kilos, al mes estábamos en cincuenta kilos, y ahora estamos en los cien kilos por semana de carne picada de cordero para los restaurantes. La panadería La Unión también me compra y vende empanadas de cordero, que es fueguino y nuestro”, subrayó.
Como productor de bovinos y ovinos, se le preguntó sobre la carne porcina. “Tuve un tiempo pero el porcino es muy delicado. Daniel Parún es un entendido en el tema, le dedica tiempo e inversión y lleva muchos años en esto. Yo intenté cinco o seis años pero nunca tuve la infraestructura acorde a Tierra del Fuego y no lo pude seguir”, lamentó.
“Sigo faenando corderos todas las semanas, voy congelando también, porque se viene la temporada de esquí y requieren de ese producto, que cada vez van a pedir más. En ovejas es el único feedlot y hay un pionero que es Pedro López y lo hizo antes que yo. Lo sigue haciendo muy bien y corresponde que lo nombre porque lleva tiempo trabajando”, valoró.
Matadero municipal
Finalmente se lo consultó sobre el funcionamiento del matadero municipal y consideró que, si bien le faltan detalles, está funcionando bien. “Se habla mucho de hacer uno nuevo y los Jazmines tiene un matadero que para mí es precioso, en la estancia María Behety. Todo es cuestión de querer trabajar y para mí el matadero municipal trabaja muy bien. Le faltan cosas, como la cámara de frío, y creo que es un error seguir gastando ahí. Además está quedando en el centro del barrio Austral. Necesitamos un matadero porque Ushuaia no tiene dónde faenar, y son más de cien mil habitantes. Se hablaba de hacer uno en Tolhuin y creo que hay que hacer algo porque lo demanda todo el mundo. Igualmente el matadero municipal brinda un servicio. Se podría hacer uno nuevo, o hacer algún arreglo con los Jazmines y explotarlo. Hay que hacer inversiones en energía, en gas, y no es tan fácil. La energía es fundamental para las cámaras y sin energía no se puede hacer nada”, concluyó.