El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, expuso una situación terminal para los trabajadores de la construcción, ante la paralización total de la obra pública. Aseguró que muchos trabajadores han vendido su casa y se están yendo de la isla. No hay perspectivas de mejora, aun después de la veda invernal. El gobierno pagaría un subsidio de 40 mil pesos por tres meses y se acordó una ayuda con la Municipalidad de Río Grande. “Desde que asumió Milei estamos arruinados”, dijo.
Río Grande-. El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, dialogó con FM La Isla sobre la situación del sector y aseguró que “es crítica”. “Estamos muy mal, todas las obras del gobierno están paradas, desde que asumió el gobierno se paró todo y no hay miras de que se vaya a solucionar algo. Yo he estado en reuniones en Buenos Aires, hablando con algunas empresas, pero no hay ninguna solución. Las empresas dicen que ellos quieren cobrar lo que les deben, porque les quedaron debiendo. Cuando asumió el gobierno había certificados y redeterminaciones para cobrar y no le pagaron a nadie. Hasta que no cobren las empresas no van a hacer nada”, señaló.
“Cada día es peor, y esto es un fracaso total. No tenemos ninguna respuesta, nos dicen que hay que esperar a ver lo que decide el presidente, que no tiene decisión ni idea de lo que hizo, porque dejó a la gente sin trabajo, pasando hambre. Desde que asumió esta persona estamos arruinados. Hay algunas empresas privadas, como Total e YPF, y estamos esperando que salga alguna licitación con algún trabajo para paliar la situación. Después no tenemos esperanza con la obra pública del gobierno”, dijo.
A nivel nacional se habla de una caída de 300 mil puestos de trabajo en la construcción y no hay salida para los trabajadores que deben subsistir y mantener a sus familias. “Hoy el trabajador de la UOCRA no está cobrando nada, porque cobró el fondo de desempleo cuando dejó de trabajar y de ese 12% no queda un peso. Estamos hablando con el gobierno sobre el subsidio y tenemos algo cerrado, pero la ayuda es muy poca, porque son 40 mil pesos durante tres meses por la veda invernal. Después tenemos que seguir esperando y mucha gente de la construcción se está yendo de la isla. La gente entra en desesperación porque viene el invierno y no tiene trabajo, algunos tienen que pagar alquiler, tienen hijos y no llegan, entonces deciden irse. A nosotros se nos fueron algunos compañeros, vendieron la casa, vendieron todo y se fueron, porque no hay otra opción. Es mejor estar en el norte que acá en el sur”, expresó.
Lo cierto es que la paralización no solamente afecta a los trabajadores sino a los comercios vinculados con la construcción. “Está todo parado, bajó la venta de cemento y las proveedoras tienen un stock de cemento terrible y les está agarrando la desesperación porque no venden. No se está vendiendo nada. En la desesperación de la gente por llevar un peso a la casa, trabajan por cualquier precio, porque no hay obras en los municipios ni en el gobierno. El intendente Martín Pérez tiene buena predisposición con el sindicato, está siempre dispuesto, tuve una reunión en estos días y nos va a ayudar con un subsidio para los compañeros. Las empresas están cansadas de poner plata, de pagar y que les deban certificaciones, redeterminaciones. Las empresas le deben a los corralones, a los proveedores y están con créditos en el banco. Es un problema grave, por eso digo que la veda invernal nuestra empezó cuando asumió este presidente, que nos arruinó a todos y dejó a la gente sin el plato de comida”, manifestó.
La única esperanza está puesta en las inversiones de Total e YPF: “Se están por abrir algunas licitaciones y, si todo sale bien, vamos a tener un poco de mano de obra, pero no se va a ocupar a todos los desocupados que tenemos”, aclaró.
Respecto del gobierno provincial, “dice que no tiene plata, estuve hablando para ver si van a hacer alguna obra con fondos de la provincia pero dicen que no tienen un peso para empezar nada. La esperanza la tengo con el municipio, porque siempre nos da una mano y la verdad estamos muy agradecidos. El intendente me dijo que iba a seguir haciendo obras con la plata que le va entrando y eso es muy importante para nosotros. El intendente siempre está poniendo el hombro para los compañeros y me saco el sombrero porque siempre tuvo muy buena predisposición”, concluyó.