El diputado Martín Pérez reclamó ayer al jefe de gabinete Marcos Peña la derogación del decreto 864, que contiene más de 180 posiciones arancelarias que atentan de lleno contra la producción fueguina. Ingresó formalmente un proyecto y, si bien pide la corrección, puso en duda que se trate de un error porque “cada vez que el gobierno se equivoca, es un perjuicio para nuestra provincia”, dijo.
Río Grande.- El diputado del FPV Martín Pérez reclamó ayer en la Cámara de Diputados la derogación del decreto 864, en oportunidad de una nueva visita del jefe de gabinete Marcos Peña.
Por FM La Isla, dijo que “una de las cosas que le informamos al jefe de gabinete fue que habíamos presentado un proyecto de ley para derogar el decreto, y luego le manifestamos que los fueguinos pretendemos que el gobierno dé marcha atrás con la medida. Algunos dicen que fue una equivocación y, si es así, que la corrijan y asuman la responsabilidad del error cometido”, reclamó.
“Hay una improvisación muy grande del gobierno nacional al tomar estas medidas así. En algún momento uno puede pensar que son prueba y error, pero viendo lo que ha sucedido permanentemente en contra de nuestra provincia, a uno le genera muchas dudas”, sostuvo.
El diputado aludió a un mensaje vacío de contenido en esta nueva visita de Peña, porque “nuevamente las preguntas quedaron sin respuestas. Justamente nuestro jefe de bloque Agustín Rossi le planteó al jefe de gabinete que ninguna de las preguntas que hicimos fue respondida, con animosidad aparte, porque las preguntas que hicieron otros bloques sí las respondió individualizadamente. Está teniendo muy poco sentido el informe, porque no rindió cuentas sobre la situación económica actual, que era lo que pretendíamos: que plantee cuál es el rumbo de la economía, adónde va el país, cuáles son los alcances del acuerdo con el FMI”, señaló.
“Vemos un informe cada vez más vacío de contenido y este gobierno parece un barco a la deriva. Ya no tiene plan económico y hoy estamos discutiendo un presupuesto que lo formuló el FMI. El jefe de gabinete manifestó claramente que no van a hacer modificaciones al presupuesto, que se va a aprobar estructuralmente de la manera que se presentó. Lo que pretende el presupuesto actual es permitirle al Ejecutivo disponer de la toma de deuda sin tener que pasar por el Congreso. Esto ha generado una controversia y mucha rispidez en los bloques, pero de parte del jefe de gabinete no hay ninguna intención de modificar esto”, reiteró.
Agregó que en el presupuesto “hay decisiones que se han tomado en lo social que son muy importantes, como la incorporación de un recorte a las asignaciones familiares de la Patagonia, que supuestamente se había derogado con el decreto 702; la baja de la zona desfavorable para los nuevos jubilados de la Patagonia. Son temas que nos preocupan sobremanera. Desde la oposición pretendemos que se rehaga el presupuesto, y no modificarlo va a contramano de un gobierno que se jacta de ser dialoguista, que habla de institucionalidad, pero manda al Congreso un proyecto de ley donde el peso de la deuda es del orden de los 600 mil millones de pesos. La masa de gastos de los intereses de la deuda supera ampliamente la masa salarial de todos los empleados del estado”, aseveró.
Respecto del rumbo de la economía, cada vez es más oscuro el horizonte: “Las decisiones en materia económica son absolutamente antiproductivas y perjudican nuestra industria nacional, de ninguna manera fomentan el mercado interno de consumo. Lo poco que tienen los trabajadores en su bolsillo se lo recortan con decisiones de ajuste permanente y la situación es realmente muy grave. Estamos ingresando en un proceso de recesión que va a ser brutal para los argentinos y nos tiene muy preocupados, porque el gran problema es que no vemos que el gobierno quiera cambiar la receta. El gobierno piensa que con esta receta puede salir de la crisis que generó, y está sucediendo todo lo contrario”, subrayó.
“La política económica de Cambiemos empobrece a los hogares argentinos. Mucha gente que tenía cierto dinero guardado para sus vacaciones va a tener que usarlo para pagar la factura de la luz, del gas, o los alimentos que se encarecen permanentemente; o bien elegir entre comer carne o fideos. El proceso de empobrecimiento va a llegar a un punto irreversible y esto no es ser apocalíptico, sino que, si no se corrige el rumbo de la economía y se toman decisiones que inyecten recursos a los sectores más vulnerables y no se fortalece el consumo interno, no van a mejorar las ventas de los comercios, no van a mejorar los ingresos de los taxistas, de los remiseros, no van a trabajar las empresas constructoras si quitan el fondo de la soja y no hay plata para obra pública. Podemos llegar mucho más bajo si no se corrige el rumbo. No estamos haciendo terrorismo político, porque la única manera de salir adelante es que se revea este rumbo económico”, sentenció.
Planteó que “una decisión concreta que podría tomar el gobierno y sería positiva, es cerrar la importación de productos y apostar a la producción nacional”, dado que fue el origen de la pérdida de muchas fuentes de trabajo en el país. “Pero hay sectores importadores ligados al gobierno nacional y todo esto influye en las decisiones que viene tomando el gobierno. Lo cierto es que con mayor endeudamiento no salimos de esta situación”, remarcó.
Volviendo sobre el decreto, el diputado no cree que haya sido un error, “porque anotaron casi 200 posiciones arancelarias” y duda de que “no supieran lo que estaban poniendo los técnicos de Industria”, manifestó. “Es muy llamativo, y es llamativo que permanentemente el gobierno se equivoque. Cada vez que se equivoca, es un perjuicio para nuestra provincia. Evidentemente ahí pasa otra cosa más compleja y es lo que nos tiene muy preocupados”, concluyó.