El ex convencional constituyente y miembro de la fundación FINNOVA, Ramiro Requejado, analizó el informe conocido esta semana, que analiza los principales indicadores económicos, financieros y de consumo de Tierra del Fuego. Planteó como principal desafío el futuro de la ciudad de Río Grande, que “es la más golpeada”, dado que Ushuaia en gran parte se sostiene con el turismo. Destacó que desde la fundación se busca “unificar el criterio del sector privado”, y cuestionó que esto sea difícil en el sector público. Puso como ejemplo la 19640, que no se defiende eficientemente por la dificultad de unificar criterios, porque la política está “atravesada por intereses”. También opinó sobre la reforma constitucional y consideró que “hay necesidades inmediatas que están por encima de eso”.
Río Grande.- El representante de la fundación FINNOVA, Ramiro Requejado, ex convencional constituyente de la Municipalidad de Ushuaia y empresario de la provincia, se refirió por Radio Provincia a la caída del consumo en general, con excepción del turismo en Ushuaia, reflejada en el último informe.
“Esto es parte del caos al que nos han llevado estos últimos años. Está bien que los empresarios y comerciantes nos expresemos sobre el aumento de tarifas, pero la cuestión es la gente que necesita del gas para calefaccionarse. Ojalá se pueda solucionar para ese segmento. En el informe mensual se ve cómo ha crecido la pobreza y la indigencia en la provincia, y por otro lado están estos aumentos del gas, y es lo más preocupante. La discusión de las empresas es otra y hoy lo social es lo más importante”, priorizó.
“Lo que está faltando es juntar a todas las patas para que los reclamos sean más ordenados y que la organización de lo que viene sea más previsible. Yo separo la cuestión de las personas respecto de las empresas porque al menos en mis empresas el gasto de los servicios no era significativo. Esto que está pasando nos hace tener más cuidado, son números que hay que acomodar, pero es distinto el problema de una familia”, insistió.
“Lo que buscamos desde FINNOVA es unificar una voz del sector privado y vemos que desde lo público es muy difícil coordinar esa voz. Lo vemos con la ley 19.640, que muchas veces es castigada por los medios nacionales y es muy difícil unificar los criterios para defenderla de manera eficiente. Es muy difícil porque la política está atravesada por intereses y, en este gran desorden que hay, alguno se debe beneficiar”, barajó.
“Lo que aportamos desde FINNOVA fue hacer un congreso referido al tratamiento de la 19.640, para que se conozca qué significa tanto la ley como el subrégimen, y que la población entienda esa diferencia y podamos trabajarla. Nos han dicho que nunca vieron un trabajo así desde el sector público, que lamentablemente está cruzado por la política partidaria. Es muy difícil que todos estén sentados en la misma mesa. En el congreso lo logramos, tuvimos la presencia de todos los espacios políticos, de referentes de los distintos estamentos del Estado, y creo que ese es el camino. Desde el pequeño lugar que ocupamos con FINNOVA estamos buscando que todos estemos sentados en el mismo lugar y que cada uno aborde los temas desde su lugar. Yo estoy en el sector privado y la mirada que tenemos es sesgada, y necesitamos también de la mirada del sector público. La única forma de hacerlo es coordinando y conviviendo en estos espacios que son enriquecedores. Esto es entre todos y con diferentes miradas, no con una sola”, subrayó.
“Yo creo que hay que empezar a educar a los chicos sobre lo que significa la 19640 y eso no requiere de inversión, sino simplemente de la voluntad de que se lleve adelante. Hay un desconocimiento muy grande de la población de Tierra del Fuego respecto de los alcances de la ley, no solamente en términos económicos. Muchas veces se quiere llevar la ley a una cuestión de beneficio económico para algunos y ahí se confunde la ley con el subrégimen. La mayor implicancia que tiene la ley 19640 es geopolítica y esto hay que enseñarlo en los colegios, para que los chicos sepan la importancia de tener una provincia pujante, no una provincia de paso. Ya se ha logrado que acá vivan nuestros abuelos y que haya arraigo. Ya hay familias que son tercera generación, que tienen a sus nietos acá y eso forma parte de tener una provincia pujante, protegiendo la Antártida, las Islas Malvinas, nuestros mares del sur. Hay muchas cuestiones que enseñar a los chicos y educando es la forma en que se van a poder contrarrestar tantos comentarios errados. Cuantas más personas sepamos la importancia de la ley, más fácil va a ser contrarrestar esos comentarios”, aseguró.
Cabe señalar que de manera mensual el monitor FINNOVA analiza los principales indicadores económicos, financieros y de consumo de Tierra del Fuego, con el objetivo de establecer parámetros que permitan ver la evolución. El turismo apareció como uno de los únicos indicadores positivos, mientas que el consumo en general y la pesca mostraron índices de crecimiento negativos. “La reflexión es que se está convirtiendo en un año duro. En Río Grande el desafío es mucho mayor que en Ushuaia, que tiene el turismo como actividad. Yo tengo comercio en las dos ciudades y en Río Grande la incertidumbre se nota más. Eso representa un desafío importante para todos los dirigentes, porque Río Grande es el motor productivo de la provincia y hay que ver cómo avanza la situación en los próximos meses, porque con todo lo que está pasando es la ciudad más golpeada”, señaló.
“En el informe hay un crecimiento en Ushuaia en los primeros meses en la construcción destinada al turismo, pero Río Grande sigue siendo un desafío. Hay muchos proyectos de hidrocarburos y de la industria, y ojalá que se concreten. Dicen que después de agosto o septiembre van a empezar a reactivarse las cosas y esperemos que así sea”, expresó.
Reforma constitucional
Por otra parte se lo consultó sobre la reforma constitucional. “No estoy tan empapado en el tema para decir que sí o no a la reforma. Puedo hablar de la convención constituyente de Ushuaia. Tanto una Carta Orgánica como una Constitución probablemente requieran que se modifiquen por el paso del tiempo, por el cambio de realidades de la ciudad o de la provincia, pero es como todo en la vida, hay momentos para hacerlo y hay necesidades inmediatas que están por encima de eso”, consideró.
“En el caso de la Carta Orgánica de Ushuaia, yo me involucré porque creía que cualquier ciudadano tenía que defender la constitución de la ciudad y trabajar para que fuera mejor, pero la realidad es que nuestra provincia está pasando por necesidades mucho mayores, que requieren que la política y los gobiernos estén enfocados ciento por ciento en eso. No digo que no sea necesaria la reforma, pero con todos los problemas que hay no me pareace estar hablando de eso”, opinó.
“Mucho se habla hoy de lo que pasa en la política a nivel nacional y cómo llegó un outsider de la política a ocupar el rol de presidente, y creo que es porque le empezó a hablar a la gente de lo que le importa. La política en eso creo que todavía está mirando y no se recibió el mensaje de la sociedad. Necesitamos que se aborden los temas que están llevando a que la Argentina tenga un 60% de pobres”, remarcó.
“El cambio más grande que dejaron las elecciones del año pasado es que la sociedad ya no se come el verso tan fácil y me parece que estamos madurando en ese sentido. Después dependerá de la clase política entender este mensaje. Yo no soy afiliado a ningún partido político y entiendo que hay que abordar los problemas del día a día, con los que la gente está conviviendo”, manifestó.
“No entiendo cuál es la necesidad de modificar la Constitución. Probablemente haya una necesidad pero la desconozco, y hay problemas más importantes que esto”, insistió el empresario.
Como evaluación de su paso por la constituyente, dijo que “en la reforma de la Carta Orgánica bien no me fue, porque perdimos en muchas votaciones. Participamos en la redacción, en la modernización de determinados temas, pero en los más importantes, de cuidado de los recursos públicos, del no aumento del gasto político, perdimos por goleada. Si la modificación de la Carta Orgánica le modificó para bien la vida a los vecinos de la ciudad, teniendo en cuenta las cosas que se votaron, tengo que decir que no. Aumentar los concejales lo votamos en contra, votamos en contra fijar el gasto del Concejo Deliberante en el 8% del total del presupuesto cuando en Río Grande es del 6%, incluyendo el Tribunal de Cuentas y el Juzgado de Faltas. También votamos en contra la vice intendencia y son cosas que están totalmente alejadas de lo que la gente necesita. Por cada concejal que hay, es un gimnasio menos, menos asfalto y veredas, y menos espacios recreativos en general. Ojalá que si se va a modificar la Constitución Provincial el foco esté puesto en otras cosas y no en aumentar el gasto político. El aumento del gasto político es en parte responsable de adónde ha ido la Argentina en los últimos años y no da solución a los problemas de fondo”, concluyó.
